El maíz perdió el primer “round” Pablo Andreani

Indicadores agrícolas. Los números económicos dificultan la siembra para los planteos más tempranos. Alguna señal luego de las elecciones les puede dar una chance a los lotes tardíos.

La superficie de siembra de maíz de la nueva cosecha 2015/16 se proyecta con una potencial caída de un millón de hectáreas. De confirmarse esta baja la superficie podría quedar por debajo de los tres millones de hectáreas y estaríamos ante la mayor baja interanual registrada en este cultivo.
Las siembras de maíces tempranos ya están seriamente comprometidas y en muchas zonas la caída de superficie supera 50 por ciento; el primer round ya está perdido. Queda una segunda oportunidad que es la siembra del maíz de segunda o tardío.
Esto que está sucediendo con el maíz es lo mismo que ha sucedido con el trigo, cuya caída de la superficie de siembras algunas fuentes estiman en un millón de hectáreas.
En ambos casos, el motivo central de las fuertes bajas en la superficie de siembra es el mismo: fuerte caída en la rentabilidad de los cultivos por el efecto negativo sobre los precios por la política antiexportadora aplicada por el Gobierno.
La restricción en el otorgamiento de ROE o la falta de timing oficial en su aprobación ha provocado una fuerte caída de la demanda de exportación. Al no existir demanda de los exportadores, la oferta supera ampliamente a la demanda y se produce una caída de los precios. Y lo más importante es que en ambos casos no hay mercado; al no haber demanda de exportación en muchos momentos del año directamente no hay compradores. Y este es otro de los factores que conspira contra la siembra. No solamente la fuerte baja de los precios por caída de demanda sino que muchas veces el productor no puede vender pues no tiene compradores, aun tratándose de precios bajos.
A todo este factor “externo” al mercado, responsabilidad absoluta de la política del Gobierno, y que genera una gran distorsión de los precios relativos, hay que agregar la fuerte caída de los precios internacionales y el fuerte incremento de los costos en dólares. Es consecuencia de la política de atraso cambiario y devaluación del peso implementada por el Gobierno.
Cada semana que pasa, los costos de bienes y servicios en pesos se incrementan por el efecto de la inflación; y si la soja o el maíz no suben de precio el productor debe vender más producto para comprar el mismo insumo.
También hay que tener en cuenta que hoy todos los cultivos para la nueva cosecha 2016 están arrojando márgenes de rentabilidad muy ajustados y en muchos casos negativos.
Por ejemplo, hoy la soja no es rentable en más del 50 por ciento de las áreas agrícolas. Para que la crisis haya llegado al cultivo de la soja la situación es mucho más grave de lo que la clase política 
piensa.
Todo el negocio agrícola en la Argentina está en crisis, y los productores van camino al abismo si el Gobierno actual o el próximo no toman medidas que puedan corregir la actual distorsión de precios relativos y márgenes negativos en casi todos los cultivos y zonas del país.
Lo que viene
El productor está tomando la decisión de no sembrar maíz en base a la fotografía de hoy: márgenes negativos, precios bajos del maíz disponible y falta de compradores, a pesar que la película para el 2016 muestra un mercado mucho más firme, en comparación con la soja.
Se debe agregar el factor incertidumbre que está generando el no saber quién será el próximo presidente de la Argentina. Y el no saber por parte de todos los candidatos cual será la política agropecuaria a implementar cuando asuman la presidencia.
Solo un candidato, el del oficialismo, no ha dicho cuáles serán las retenciones para el maíz y cuál será su política de exportaciones si llegara al poder. Para ser simplistas en el análisis, se trata de dos de los principales factores que pueden tener influencia positiva en el mercado de maíz. Mejor precio y demanda presente durante los 365 días 
del año.
* Analista del mercado / www.agripac.com.ar