Dólar, consumo, industria y elecciones: cómo llega la economía a octubre. Francisco Galizia

Los economistas consultados por Cronista.com coinciden en que hay una situación asfixiante pero no de colapso. El consumo y el dólar ahorro son los caballitos de batalla de un Gobierno que está lejos de los resultados electorales obtenidos hace cuatro años.

Es la Economía estúpido”, la frase de Bill Clinton, pronunciada durante la campaña que lo llevo a la presidencia de Estados Unidos, aun no perdió vigencia. La salud de la economía de un país está ligada al humor de la gente y esto está muy presente en la cabeza de los políticos, sobre todo, en época de elecciones.
En lo que va del año, el Gobierno redobló sus esfuerzos por mejorar algunas variables económicas o estabilizarlas. Como es habitual, el caballo de batalla es el consumo interno, y desde el Ejecutivo lo impulsaron con la mayor acceso al crédito por medio de distintos planes como el Ahora 12.
“Desde comienzos de año, el gobierno concentró sus esfuerzos en estabilizar la economía y apuntalar el consumo”, sostienen desde la consultora Ecolatina.

“Se observa una economía que llega fatigada pero no colapsada”, dice Martín Polo, de Analytica.


Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas en agosto volvieron a mostrar un comportamiento positivo con un aumento del 2,4% en las cantidades vendidas frente al mismo mes del año pasado. De esta forma se convirtió en el noveno mes consecutivo en que las ventas finalizan con una suba interanual.
Si bien estas variaciones son positivas, “están lejos del boom observado en julio de 2011, cuando el consumo crecía a tasas chinas, alcanzando en algunos casos los dos dígitos”, agregaron desde Ecolatina.
“Se observa una economía que llega fatigada pero no colapsada, que era lo que al fin y al cabo pretendía el Gobierno”, indicó Martín Polo economista jefe de Analytica en diálogo con Cronista.com.
“Respecto a actividad económica, lo mejor ya pasó. Y los números de crecimiento que se mostraron fueron en comparación con un mal 2014. El consumo comienza a estancarse y a tener bajo dinamismo”, agregó Polo.

“El gobierno concentró sus esfuerzos en estabilizar la economía y apuntalar el consumo”, apuntan desde Ecolatina.


En este contexto, la desaceleración de la inflación tiene un papel clave y las expectativas para los próximos meses mejoraron. Según consultoras privadas en agosto la inflación interanual esta cercana al 26%, muy por debajo del 38% de 2014. Los encuestados espera que con un cambio de Gobierno los precios comiencen a bajar de la mano de la entrada de inversiones y cambios en las políticas económicas.
“Como rasgo destacable, puede señalarse que la tasa de variación interanual (respecto del mismo mes del año anterior) de agosto resultó prácticamente idéntica a la registrada en promedio durante 2013, previo a la importante devaluación de nuestro tipo de cambio nominal”, indicó la consultora Finsoport.

Divisas

Una noticia que incrementó la preocupación que ya existía desde comienzos de año, fue la devaluación del real brasileño. Según explicó Luciano Cohan, economista de Elypsis “en términos de actividad y crecimiento, no se va a notar un impacto de corto plazo”. Sin embargo explicó que si impactará en el frente cambiario.
“A la incertidumbre sobre si el oficialismo gana las elecciones y mantiene el cepo, se le agrega el frente externo que no ayuda al país en el tema cambiario y genera algo de ruido”, remarcó en declaraciones aCronista.com.
En materia cambiaria el mercado comenzó a tensarse en las últimas semanas. Las mayores ventas de dólar ahorro y los recientes records de julio y agosto, en los últimos días comenzaron a reducirse con menores cupos por cada comprador de la divisa. 

“El frente externo no ayuda en el tema cambiario y genera algo de ruido”, apunta Cohan, de Elypsis.


“La economía llega asfixiada desde el punto de vista cambiario y el Banco Central tendrá que sostener las reservas con la activación de nuevos tramos del swap con China. En este contexto vemos una brecha cambiaria creciente”, adelantó el economista de Analytica.
“El principal punto crítico es la fuerte tensión cambiaria y a octubre se va a llegar con una agudización. De todos modos, para los próximos meses no veo un colapso”, resaltó Jorge Todesca en diálogo conCronista.com.
La situación cambiaria impacta de lleno en la industria y según los últimos datos difundidos por la consultora Orlando Ferreres en julio la producción industrial, en la medición desestacionalizada, descendió 2,5% mensual. De esta forma en siete meses del año se acumula una baja de 0,6%.
“Sin dudas, este resultado refleja simplemente que el desempeño de la industria no ha mejorado sustancialmente desde que logró sobreponerse al fuerte escenario recesivo del tercer trimestre del año pasado”, sostuvieron desde la consultora de Orlando Ferreres y agregaron que “más allá de algunos movimientos circunstanciales la producción industrial se encuentra claramente estancada desde el año 2011, hecho que se relaciona directamente con el endurecimiento de las condiciones macroeconómicas que ha tenido que enfrentar el sector en los últimos 5 años”.

“El principal punto crítico es la fuerte tensión cambiaria (...) de todos modos, para los próximos meses no veo un colapso”, resaltó Todesca.


Por su parte, Todesca señaló que“en la industria se va a ver recuperaciones selectivas pero con un sector automotriz que seguirá sufriendo el impacto de Brasil”.
En tanto Polo dijo que “se está en una pausa con respecto a las restricciones cambiarias a las importaciones pero la oferta de dólares va a seguir cayendo. Obviamente el Central no puede levantar el cepo a los importadores y por ello es difícil que la industria pueda crecer de manera sostenida”.
Los datos se reflejaron de alguna manera en los resultados electorales de las últimas Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO). Daniel Scioli, el candidato del oficialismo, fue el más votado con el 38,4% de los votos y una diferencia de ocho puntos respecto de Cambiemos. Estos porcentajes están muy lejos del 50% que obtuvo Cristina Kirchner en 2011 y que fue récord, superando el 52% conseguido por Raúl Alfonsín en las elecciones de 1983.