Cosecha en Estados Unidos: elemento negativo para los precios. Dante Romano

La presión de cosecha es siempre un elemento negativo para los precios, y generalmente está presente hasta que se supera el 50% trillado.

Soplan vientos de cambio en los elementos que forjan la dinámica de precios para los granos. La duda sobre los rendimientos en EE.UU. está comenzando a ser despejada por la recolección, mientras que el foco ahora pasa a Sudamérica por el lado de la oferta y al ritmo de exportaciones y consumo de Norteamérica por el lado de la demanda.
Mientras esto ocurre, el temor de que un aumento de la tasa de interés de la Reserva Federal implicara una nueva revaluación del dólar, y que ello llevara a nuevas bajas para los commodities, finalmente no se concretó.
Sin embargo la Bolsa china sigue debilitada a pesar de los esfuerzos del Gobierno por revertir esta situación, y eso sigue siendo un riesgo latente para las finanzas a nivel global. De todas formas este elemento sería más bien un problema de contexto general para los granos, ya que China atravesó años de crecimiento del PBI por encima del 10%, y otros más cercanos al 2%, y en todos los casos su demanda de alimentos creció.

Cosecha en Estados Unidos se puso en marcha

La cosecha está en marcha en EE.UU. A inicios de la semana pasada se llevaba un 5% de avance en maíz, mientras que en soja no se informaba avance a nivel nacional. Los rindes iniciales resultaron inferiores a lo que se estaba esperando, pero una golondrina no hace verano: habrá que esperar a que se generalice la trilla para sacar conclusiones válidas, y es por esto que todavía nadie interpela los elevados rindes que el USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.) proyectó en su reporte de septiembre. 
Por otro lado, la presión de cosecha es siempre un elemento negativo para los precios, y generalmente está presente hasta que se supera el 50% trillado, así que parece difícil desarrollar subas en las próximas semanas. 

Perspectivas productivas sudamericanas

El factor que empieza a ganar espacio en las charlas de los traders son las perspectivas productivas sudamericanas. En el caso de Brasil se apunta a un aumento de área sembrada con soja del 3% al 4%, mientras que para la Argentina el panorama es dudoso, si bien hay una caída del área de maíz, no toda esa superficie pasaría a soja. Es más, posiblemente haya una baja de área total de entre 0,5 y 2 millones de hectáreas y de esto dependerá la producción de soja local. De todas formas la oferta de nuestro subcontinente sería grande, y esto ciertamente no es alcista.
Lo que todavía está un poco lejos de la preocupación del mercado es la demanda. Aunque la misma arrancó lenta para EE.UU. en maíz y soja. De todas formas ahora viene acelerando y es posible que las metas del USDA sean bajas. Pero hay que esperar para que esto se vea más claro.
Lo que puede ayudar al mercado de soja en los próximos meses es la reticencia a vender del productor argentino.
En el caso del maíz la cosa es distinta porque los stocks están bajando, aunque desde niveles elevados, y Sudamérica va camino a una caída en producción. Además la posibilidad de que se le quiten derechos de exportación y el sistema de ROE verde ya no se aplique genera cierta expectativa en los productores. 
Por el lado del trigo, el mercado mundial tiene un nivel de abastecimiento muy elevado. Además regionalmente, en la zona del mar Negro hay mucho trigo y gran agresividad en tema precios, lo que dificulta que otros oferentes levanten los valores.
Localmente entre una siembra más baja, menor paquete tecnológico, excesos de lluvia y un pronóstico de año "Niño" por delante, se espera una producción del orden de las 9 millones de toneladas y con problemas de calidad. El saldo exportable podría no llegar a las 4 millones de toneladas, esto apenas alcanzaría para abastecer a Brasil. Si se cumple que se destrabe la comercialización y que bajen derechos de exportación, habría que ser paciente con las ventas de trigo.