Desde comienzos de Abril, el Océano Pacífico Ecuatorial observa el desarrollo en un episodio de “El Niño”, de considerable intensidad, que apunta a convertirse en uno de los más vigorosos que se hayan registrado...
Adicionalmente,
se observa un calentamiento del Océano Indico, que podría estar
asociado al desarrollo de una fase positiva del Dipolo del Océano Indico
(IOD), lo cual suele acentuar los efectos de “El Niño”.
Por
su parte, el Océano Atlántico Subtropical continúa mostrando
temperaturas superiores a lo normal, debido a que se encuentra
atravesando una fase positiva de larga duración de la Oscilación
Multidecadal del Atlántico (AMO), cuyos efectos comenzaron a notarse a
partir de 2007 y, probablemente, continúen sintiéndose por unos 20 o 30
años más.
La influencia del calentamiento del Atlántico
provoca tormentas sobre el Litoral Fluvial, pero reduciendo, al mismo
tiempo, la llegada de lluvias hacia el interior del área agrícola,
especialmente a su porción sudoeste.
Una prueba temprana
de este accionar son las inundaciones sufridas por la Pcia de Buenos
Aires a raíz de las fuertes lluvias ocurridas a comienzos del pasado mes
de Agosto.
Asimismo, cabe mencionar que, tanto la cuenca
del Paraná como la cuenca del Uruguay, han recibido fuertes lluvias,
debido a las cuales se han producido varios eventos de alertas y
evacuaciones a causa de la crecida de sus aguas.
Paralelamente,
se adicionan los efectos causados por la circulación polar, que se
encuentra activada, debido a que se atraviesa una fase negativa de la
Oscilación Antártica (AAO).
No obstante lo dicho, es
necesario señalar que una gran cantidad de medios viene exagerando
extremadamente los posibles efectos del fenómeno, lo cual no es prudente
ni aconsejable, ya que podría generar una situación de pánico, quitando
efectividad a las medidas preventivas que deben tomarse.
Esta combinación de factores contrapuestos está produciendo un escenario climático sumamente perturbado:
El
este de la Región del Chaco, la Mesopotamia y el centro y el este de la
Región Pampeana observarán tiempo cálido y húmedo, con precipitaciones
superiores a lo normal desde Octubre hasta Marzo, con alto riesgo de
tormentas severas, con granizo y vientos.
A
diferencia de otros episodios de “El Niño” que afectaron negativamente
al NOA y el norte de Cuyo, en este episodio, estas áreas observarán
precipitaciones normales a superiores a lo normal, aunque muy
irregulares, tanto en el espacio como en el tiempo.
Contrariamente,
el sur de Cuyo y el sudoeste de la Región Pampeana observarán tiempo
predominantemente seco y extremadamente caluroso, con precipitaciones
inferiores a lo normal. Cada tanto, el tiempo seco y caluroso dará paso a
cortas rachas de tormentas, que generarán el riesgo de granizo y
vientos, pero cuyas precipitaciones serán insuficientes para compensar
el consumo de humedad de los cultivos y pasturas.
Tal como sucede en los episodios de “El Niño” las áreas montañosas recibirán buenas nevadas, asegurando un buen aporte de agua para riego cuando se produzca el deshielo primaveral.
Tal como sucede en los episodios de “El Niño” las áreas montañosas recibirán buenas nevadas, asegurando un buen aporte de agua para riego cuando se produzca el deshielo primaveral.
Se producirán entradas
de aire polar hasta bien entrada la primavera, dando un régimen de
heladas algo más riguroso que el observado en la temporada 2014, pero
mucho menos intenso que lo registrado en 2013.
Continuará
dándose el riesgo de crecida de los grandes ríos Paraná, Paraguay y
Uruguay, así como el peligro de anegamientos en los campos bajos en las
cuencas de los ríos de llanura de la Región Pampeana.
Dada
la insistencia de muchos medios, en el sentido de describir este
escenario en términos catastróficos, cabe remarcar la necesidad de
enfrentar estos riesgos con calma y deliberación, evitando situaciones
de riesgo que quitarían efectividad a las medidas preventivas que deben
tomarse.