En la previa electoral, la inflación se aceleró y la compra de dólar ahorro llegó a niveles récord

A solo una semana de las PASO, economistas advierten que la inestabilidad financiera de los últimos días hace peligrar la recuperación del consumo y el nivel de actividad previsto 


En la previa electoral, la inflación se aceleró y la compra de dólar ahorro llegó a niveles récord

La inflación volvió a acelerarse en julio tras meses de desaceleración y la compra del dólar ahorro llegó a sus niveles máximos desde su lanzamiento, en un coctel que ya empieza a preocupar a economistas a sólo días de las PASO.

De acuerdo con la medición de la consultora Elypsis, la inflación volvió a acelerarse en julio al marcar una suba de 2,1%, ubicándose por arriba del 1,5% de junio y superando por primera vez en el año la barrera del 2%.

En esa línea, la consultora informó que la suba del costo de vida medida punta a punta se ubicó por encima del promedio mensual. Así los precios del último día de julio fueron 2,3% mayores a los de fines de junio y dejó para agosto un arrastre estadístico de 1,2%, superior al 0,9% recibido de junio y el más alto en lo que va del año, apuntaron en Elypsis.

Por otro lado, la dolarización de carteras se verificó en todos los frentes. El viernes último, que coincidió con el último día hábil del mes, el dólar blue sumó 4 centavos hasta los $ 14,95, con lo que acumuló una suba de poco más de 11% mensual, mientras el oficial cerró en $ 9,20, con una suba de 1,1% en julio en sintonía con los meses anteriores. Así la brecha cambiaria se situó por encima del 62%.

Por otro lado, la corrida preelectoral disparó un 30% las ventas de dólar ahorro por $ 681 millones y así julio se convirtió en el mes récord desde que se creó esta modalidad tras la devaluación de enero del año pasado.

“En pocas semanas la brecha entre el llamado dólar blue y el tipo de cambio oficial pasó de 40% a 60%. Más allá de la incertidumbre electoral, debe tenerse en cuenta que la Argentina se encuentra transitando un terreno de inestabilidad macroeconómica, lo que la hace vulnerable tanto a los shocks externos como a la profundización de los desequilibrios internos”, explicó el economista del Ieral, Gustavo Reyes, en un informe dado a conocer la semana pasada.

En tanto, el economista Federico Muñoz aseguró que “en un contexto de severo retraso del tipo de cambio y dada la virtual certeza de una devaluación en 2016, se descontaba que en algún momento del segundo semestre el público volvería a huir masivamente de las colocaciones en pesos y buscaría dolarizar carteras”.

“Las autoridades siguen atribuyendo el aumento de la demanda de dólares a alguna oscura conspiración desestabilizadora contra el Gobierno. Con una posición oficial tan obtusa y con respuestas de política económica en línea con ese pensamiento primitivo, comienzan a asaltarnos algunas dudas: ya no estamos tan seguros respecto a la posibilidad de que el esquema vigente de minidevaluaciones resista hasta el final del mandato de Cristina”, advirtió Muñoz.

La cuestión es que la estabilidad cambiaria había jugado a favor de la desaceleración de la inflación en los últimos meses pero la turbulencia financiera podría reflejarse en los precios de los próximos meses y además impactar en la recuperación del nivel de actividad y el repunte del consumo que se esperaba para el tercer trimestre dado el impulso que se le dio desde el Gobierno.

En esa línea, uno de los últimos informes de Economía & Regiones marcó: “El nuevo brote de inestabilidad financiera pone en jaque a la recuperación económica que se descontaba para el segundo y tercer trimestre de este año ya que el público podría decidir profundizar su demanda de divisas en lugar de consumir bienes y servicios”.