Devaluación en China: El yuan sufre su mayor caída desde 1994

El Banco Central aplicó una "depreciación excepcional" de casi un 2 por ciento para impulsar las exportaciones, en lo que puede ser el preámbulo de una guerra cambiaria.




El yuan registró el martes su mayor caída en más de dos décadas y tocó mínimos de tres años, después de que el banco central chino sorprendió a los mercados al devaluar su moneda en casi un 2 por ciento, desatando reacciones que algunos analistas calificaron como preámbulo de una guerra cambiaria.

El banco describió la medida como "una devaluación excepcional" y la consideró como una reforma de libre mercado, pero, luego de una serie de datos débiles de la economía china, donde las exportaciones se desplomaron más de 8 por ciento en julio, muchos economistas dijeron que la decisión tenía como fin apuntalar la competitividad del país en los mercados internacionales.

China gestiona el tipo de cambio de su moneda a través de un punto medio oficial, desde el cual puede variar un 2 por ciento cada día, pero en los últimos meses la volatilidad se ha desvanecido.

El banco central chino debilitó hoy el punto medio del yuan a 6,2298 unidades por dólar, frente al punto medio de 6,1162 unidades del lunes, el mayor ajuste en un día para el punto medio. El Banco Popular de China dijo que ahora está basando el punto medio en cotizaciones de creadores de mercado y en el precio de cierre del día anterior.

El yuan se desplomó cerca de 2 por ciento a niveles de 6,3360 unidades por dólar, el punto más débil desde septiembre del 2012 y la mayor caída desde que la moneda fue oficialmente devaluada en 1994.

Un yuan más débil abarata las exportaciones chinas. Países que se ven con desventaja competitiva podrían sentirse tentados a devaluar también sus monedas como medida de represalia.

"Dado que el comercio de China en bienes continúa reportando superávits relativamente grandes, el tipo de cambio efectivo real del yuan sigue siendo relativamente fuerte frente a varias monedas mundiales, y se está desviando de las expectativas del mercado", dijo el banco en un comunicado.

"Por lo tanto, es necesario mejorar adicionalmente los precios del punto medio del yuan para satisfacer las necesidades del mercado", agregó.

Pekín mantiene un fuerte control sobre la fluctuación de su moneda para evitar que "capitales golondrinas", es decir entradas muy volátiles de inversores que salen abrúptamente del mercado, puedan representar riesgos financieros que impliquen perder el control de su economía.