Un julio volátil, pero tranquilizador

F. BOGLIONE


El mes que transitamos estuvo marcado por una gran volatilidad en las cotizaciones de las commodities. En primer lugar, Chicago se contagió de la incertidumbre de los mercados financieros, tanto por la crisis de Grecia (que ya vislumbra una solución, al menos en los titulares) como por el derrumbe del indice Shanghai, que cayó más de 30 por ciento en el último mes. Aunque el valor de las acciones chinas continúa siendo un 75 por ciento más alto que hace un año.

Continúan influenciando a los futuros en CBOT, los factores climáticos. En primer lugar presionando al alza por la expectativa de continuas lluvias que ocasionarían una merma en la condición de los cultivos. Esto dio un primer impulso al segmento externo del mercado, que no tardó más que un par de días y la llegada de nuevas previsiones de tiempo seco para que las ganancias comenzaran a diluirse, aunque de manera parcial sobre finales de esta semana. El mercado climático marca el pulso a los precios, al menos hasta que se superen los periodos críticos para la definición de rindes del hemisferio norte.

Otra novedad en julio fue el esperado reporte mensual de oferta y demanda del Usda que se publicó el viernes pasado. Sorprendió no solo por su contenido sino también por su impacto en la jornada de publicación, donde se vieron subas que dejaron boquiabierto hasta los más distinguidos analistas e incluso a las expectativas de los operadores estadounidenses.

El dato estrella esta vez fue el gran recorte en los inventarios de la soja y el maíz, en consonancia con el informe de los stocks trimestrales publicados en junio. Sin embargo, el recorte fue mayor que lo esperado otorgando sostén al precio de los cultivos. Como siempre decimos en la jerga, el mercado se mueve en torno a expectativas y cuando un dato se escapa a las previsiones es cuando hace “ruido” y llegan las oportunidades.

A su vez se informó sobre la producción de Estados Unidos, en la cual se recortó la estimación de maíz y se elevó la de la oleaginosa, ambos cambios se dieron por el factor área.

La variación en los fundamentos de dichos cultivos se reflejó a su vez en la posición de los fondos, que persisten con una postura compradora desde la previa del reporte.

A nivel local, la traducción más precisa con Chicago se dio para la soja, que pudo copiar en parte las subas y arrancar julio con algunos valores que al menos permitieron “cerrar” presupuestos.

El maíz no logró hacer grandes diferencias hasta ahora, pese a las buenas noticias externas. La incertidumbre todavía se hace carne en Argentina sobre todo vinculada a los ROE.

Recientes anuncios por la nueva habilitación por siete millones de toneladas (de la campaña 14/15), han hecho que la demanda local comience a posicionarse con mayor firmeza en los últimos días coqueteando con la barrera de los mil pesos Up-river que sigue buscando la oferta. El escenario es de un mercado de oportunidad para ambos productos, atado a los deseos de la naturaleza y de cómo lleguen a la plaza local estas señales.