En el término de días, la movida de los
productores cordobeses se triplicó: de una concurrencia de 300 en Río
Tercero, pasó a cerca de 900 ayer en Sinsacate. Y también comenzó a
hacerse notar en otras zonas del país. Se busca transmitir una gran
urgencia: las medidas económicas para sortear los quebrantos no esperan
hasta el recambio presidencial.
El que avisa no traiciona, se traduciría
el mensaje “no maten al campo” que levantó ayer la concurrencia, con el
siguiente diagnóstico: la rueda del agro se frenó y no espera hasta
elecciones para volver a arrancar.
Presión tributaria récord, inflación,
desconexión cambiaria y de costos armaron una ecuación inviable que
comenzó a impactar en los proveedores y en la cadena de pagos. El
problema no sólo lo tienen los productores del agro, sino toda la rueda
que se mueve a su alrededor y por su impulso, desde los fabricantes de
maquinarias hasta el carnicero de la esquina.
Durante la concentración en el norte
cordobés abundaron los ejemplos: en materia de arrendamientos, se dijo,
esa cadena ya quedó estrangulada por un término de 360 días a la espera
de ver los resultados de la próxima cosecha. Esto en razón de que se
dejan de pagar alquileres mensuales y se busca renegociar contratos con
los propietarios, lo que provocará un déficit en el circulante para
estos actores, algunos de pequeña escala que viven de esos
arrendamientos.
En el segmento financiero, entre un 25 y
un 30 por ciento de vencimientos en tarjetas por insumos no podrán ser
cubiertos, con lo que algunas entidades financieras buscarían pasar esos
saldos a descubiertos. Las entidades del agro negocian modalidades de
prórroga que afecten lo menos posible a la cadena.
Sembrar en las actuales condiciones se
ha vuelto inviable para un gran número de productores, a 60 días de las
nuevas labores. Si no les llega oxígeno, seis meses -de aquí al cambio
de gobierno- será largo plazo en el cual estarán "todos muertos", en la
definición del economistra británico John Maynard Keynes.
Fuente: Diario La Voz del Interior - Autor: Carlos Petroli.