OCDE-FAO redujo sus estimaciones de precios futuros en 20% para las oleaginosas, 13% para las harinas y 22% para los aceites vegetales
Julio Calzada y Carina Frattini | |
Del informe anual OCDE-FAO sobre perspectivas agrícolas para el 2015/2024, extrajimos algunas de sus principales conclusiones:
-
Continuará expandiéndose la producción de semillas oleaginosas en los
próximos 10 años, pero a una tasa de crecimiento anual más baja que en
la última década.
-
La trituración de semillas oleaginosas para obtener harinas proteicas y
aceites vegetales seguirá siendo el uso dominante, ya que su uso
directo en alimentación humana sólo es significativo en algunos países
asiáticos.
-
Se espera que la demanda mundial de aceites vegetales vaya creciendo de
manera más lenta en la próxima década que en la anterior por la
desaceleración en el incremento de la demanda para alimentación humana y
el estancamiento en la producción de biodiesel.
-
La creciente y continua demanda de harinas proteicas para alimentación
animal ha sido el principal motor detrás de la expansión en la
producción de oleaginosas en los últimos años. Esto ha aumentado la
incidencia de este factor en el valor de las semillas oleaginosas,
especialmente del poroto de soja.
-
En comparación con los cereales secundarios y otros ingredientes de la
alimentación animal (piensos), los precios de las harinas proteicas se
han mantenido relativamente altos en los últimos dos años, con lo cual
podría esperarse que se mantenga esta situación durante el año 2015.
-
Para el decenio 2015/2024 se espera que el crecimiento en el consumo
mundial de harinas de proteína se vaya frenando y desacelerando respecto
de la década anterior por dos motivos: un crecimiento más lento en la
producción mundial de ganado en pie y una cierta saturación en la
inclusión de la harina de proteína en las raciones de alimento para los
animales.
-
Dos malas señales para Argentina. En primer lugar se espera que la
demanda china de harinas proteicas para alimentación animal siga
creciendo pero de manera más lenta en los próximos años. En segundo
orden, se espera que el crecimiento en el comercio mundial de semillas
oleaginosas también tienda a "ralentizarse" y frenarse en la próxima
década por la desaceleración que se espera en la trituración de
oleaginosas por parte de la República Popular China.
-
Debido a la saturación en el consumo per cápita de alimentos y aceites
comestibles en muchas economías y el bajo crecimiento en la producción
de biodiesel, los precios futuros de los aceites vegetales declinarán
más rápido que los precios de las harinas proteicas para alimentación
animal.
Finalmente,
comparamos los dos últimos informes anuales de perspectivas agrícolas
de la OCDE-FAO en materia de estimación de precios futuros para todos
estos productos en el período 2014-2024. Nos referimos a los informes de
junio del 2014 (Perspectivas agrícolas 2014/2023) y el documento del
corriente año (Perspectivas agrícolas 2015/2024). La OCDE-FAO redujo en
el término de un año sus estimaciones de precios futuros en un 20% para
las semillas oleaginosas, 13% para las harinas y 22% para
los aceites vegetales, tomando el año 2016. Lo mismo ha hecho para los
años siguientes hasta el 2024. Las conclusiones del informe y la
comparación de los precios no brindan buenas noticias para Argentina y
para los que integran -de una forma u otra- la cadena de valor de las
oleaginosas.
Como
cada año, dos importantes organismos internacionales la OCDE
(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura) emiten un informe de Perspectivas Agrícolas para la década
subsiguiente. Estas proyecciones constituyen una visión del posible
escenario futuro de desarrollo de la agricultura mundial, en base a un
conjunto determinado de supuestos y la posible configuración de las
políticas agrícolas y comerciales de los países de todo el mundo. Cada
edición incluye, además de las perspectivas globales, un apartado
dedicado a un país específico. La presente edición del informe hace
particular hincapié en la situación de Brasil, como actor relevante en
el contexto agrícola global. Recordemos que estas dos prestigiosas
organizaciones utilizan el modelo matemático-cuantitativo denominado
"AGLINK-COSIMO", con el cual realizan las proyecciones.
Este
informe de proyección para el período 2015-2024 prevé un incremento de
la producción agrícola mundial, en línea con las tendencias de las
ediciones previas, aunque con una desaceleración en el ritmo de
crecimiento. Tal crecimiento se vería posibilitado por el alto
rendimiento de los cultivos, una mayor productividad de la tierra, así
como un mayor atractivo para los productores por los menores costos
estimados - ante la caída del precio del petróleo y en consiguiente
fletes y agroquímicos. Esta sostenibilidad en el incremento de la
producción y la acumulación de grandes reservas de cereales durante los
últimos dos años, en medio de un consumo que se mantendría relativamente
estable, significaría precios más bajos para la proyectada década.
Pero, formulemos la siguiente pregunta: ¿Qué
dice la OCDE-FAO sobre la situación futura del mercado mundial de
semillas oleaginosas, aceites vegetales y harinas proteicas para el
período 2015/2024? Las principales conclusiones se exponen seguidamente.
Semillas Oleaginosas
La
producción mundial de oleaginosas en el ciclo 2014/2015 alcanzó niveles
récord por segundo año consecutivo. Este es uno de los motivos por el
cuales los precios de las semillas oleaginosas han caído
considerablemente y permanecen bajo presión bajista. La producción
mundial de poroto de soja -al mismo tiempo- ha aumentado más rápidamente
que la producción de otras semillas oleaginosas como la colza, girasol y
maní.
Para
el período proyectado (2015/2024) la OCDE-FAO espera que la producción
mundial de oleaginosas continúe expandiéndose pero a una tasa de
crecimiento anual más baja que en la última década: 1,6% anual frente al
incremento del 3,5% anual que se verificó en el período 2005-2014
En
lo particular, la producción de colza en Canadá y la UE crecería
también a un ritmo mucho más lento que en la década anterior, por el
efecto de la muy posible desaceleración en el crecimiento futuro de los
precios de los aceites vegetales.
Según
la OCDE-FAO el comercio internacional de oleaginosas seguirá ubicándose
en un alto porcentaje respecto de la producción mundial en la próxima
década. Se posicionará en el 31% del total de la producción mundial. El
flujo principal -como sucede actualmente con el poroto de soja-
continuará desde América (Estados Unidos, Brasil y Argentina) hacia a
Asia (principalmente China).
A
nivel mundial- para el 2015/2024- la trituración de semillas
oleaginosas para obtener harina proteica y aceite vegetal seguirá
dominando el uso de las semillas oleaginosas, ya que la utilización
directa para la alimentación humana es significativa solamente en
algunos países asiáticos. Para el año 2024 se prevé que más del 87% de
la producción mundial de semillas oleaginosas será triturada para
obtener harinas y aceites.
Aceites Vegetales
En
el 2014/2015 la producción de aceites vegetales no aumentó en
consonancia con la elevada producción de oleaginosas. Ello se debió a la
expansión más lenta de la producción de aceite de palma y a la
creciente participación de la soja, de menor contenido de aceite que
otras oleaginosas.
Por
otro lado, el crecimiento en la demanda de aceites se ha desacelerado
en los últimos tiempos debido al estancamiento -en los países
desarrollados- de la producción de biodiesel fabricado con aceites
vegetales. Esto ha generado un proceso de caída en los precios de los
aceites vegetales.
En
las estimaciones que realizan los organismos para el período 2015/2024,
en el rubro "aceite vegetal" se incluye el aceite proveniente de la
trituración de semillas oleaginosas (representa cerca del 53% del
total), el aceite de palma (aprox. 36% del total) y el aceite
proveniente de la almendra de palma, coco y semilla de algodón.
Se
espera que la demanda mundial de aceites vegetales vaya creciendo de
manera más lenta en la próxima década (2015/2024) respecto de la
anterior. Esto sucedería debido a dos factores:
a)
Crecerá más lentamente la demanda de aceites vegetales para
alimentación humana en los países en desarrollo. La tasa de crecimiento
anual de este rubro pasaría del 2,7% en la década 2005-2014 al 1,1% en
los próximos diez años (2015/2024).
b)
Habría un estancamiento en la producción de biodiesel por el gradual
cumplimiento de las cuotas fijadas por los países desarrollados y las
reducciones que se registrarían en los objetivos de producción de
biodiesel.
Según
la OCDE-FAO la producción mundial de aceite vegetal permanecerá
concentrada en algunos países en la próxima década (Argentina, Brasil y
USA en aceite de soja y Malasia e Indonesia en aceite de palma). A pesar
de una desaceleración en la expansión de la superficie, el crecimiento
significativo en la producción de aceites vegetales para el 2015-2024
vendría de las principales regiones productoras de aceite de palma:
Indonesia y Malasia. La otra fuente de crecimiento provendría del aceite
de soja por la creciente producción de poroto de soja.
Como
podemos observar, no son buenas las perspectivas futuras para los
aceites vegetales. Habrá crecimiento, pero mucho más lento que en la
década anterior.
Harinas proteicas
Según
la opinión de la OCDE-FAO los bajos precios actuales de las semillas
oleaginosas permiten esperar que haya un aumento en la demanda de
alimento para ganado (con la participación de las harinas proteicas) en
el futuro cercano. La creciente y continua demanda de harinas proteicas
para alimentación animal ha sido el principal motor que ha generado la
expansión en la producción de semillas oleaginosas en los últimos años.
Esto
ha hecho que aumente la incidencia de este factor (la demanda de
harinas proteicas) en el valor de las semillas oleaginosas y, en
especial del poroto de soja. En comparación con los cereales secundarios
y otros ingredientes de la alimentación animal (piensos), los precios
de las harinas proteicas se han mantenido relativamente altos en los
últimos dos años, con lo cual podría esperarse que se mantenga esta
situación durante el año 2015.
Es
importante destacar que la producción y el consumo mundial de harinas
de proteínas están dominados por la harina de soja. Es el principal
producto. Para el 2015/2024 la OCDE-FAO sostiene que el crecimiento en
el consumo mundial de harinas de proteína se va a ir desacelerando
respecto de la década anterior, debido a dos motivos:
a) un crecimiento más lento en la producción mundial de ganado y
b)
una cierta saturación en la inclusión de harina de proteína en las
raciones de alimento para los animales. Las granjas y ganaderos tendrán
cada vez más optimizado el uso de harina de proteína en las raciones de
alimento para animales en los países en desarrollo importantes,
especialmente en China. Esto amortiguaría la demanda.
Pero
lo más preocupante para Argentina son dos apreciaciones que formulan
estas entidades multilaterales. La primera indica que la demanda china
de harinas proteicas para alimentación animal seguirá creciendo pero de
manera más lenta en los próximos años. Pasaría de una tasa de
crecimiento anual del 7,8% en el período 2005/2014 a una tasa de
incremento anual del 2% en la próxima década (2015/2024). Esta noticia
-de verificarse en la realidad- no es buena para nuestro país y los
países productores de poroto de soja. Como atenuante puede decirse que
esta tasa de crecimiento del 2% podría superar a la tasa de crecimiento
anual esperada en la producción animal de China.
El
segundo aspecto negativo para Argentina es que se espera que el
crecimiento del comercio mundial de oleaginosas también tienda a
ralentizarse y frenarse en la próxima década por la desaceleración que
se espera en la trituración de oleaginosas por parte de la China.
Con
relación al comercio exterior, la OCDE-FAO indica que las exportaciones
de semillas oleaginosas y harinas de proteína estarán dominadas por las
Américas (USA, Brasil, Argentina y Paraguay), en tanto que las
exportaciones de aceites vegetales estarán lideradas por Indonesia y
Malasia, donde el producto exclusivo es el aceite de palma. Los aceites
vegetales presentan la siguiente característica: son uno de los
productos agrícolas que mayor participación tiene el comercio mundial
respecto del total producido. Oscila en el 39%. Se espera que esta
proporción se mantenga estable a lo largo de todo el período de
proyección (2015-2024)
Finalmente,
el informe pone el acento en que las políticas de biocombustibles en
los Estados Unidos, la Unión Europea e Indonesia son una fuente de gran
incertidumbre para el sector industrial de aceite vegetal, ya los
futuros cambios pueden ocasionar un gran impacto en la demanda externa
del producto. Nuestro país lo ha sufrido con el cierre del mercado
europeo en los últimos años.
¿Qué espera la OCDE-FAO en materia de precios para el período 2015/2024?
Estas
prestigiosas instituciones han proyectado hasta el año 2024 los precios
nominales de las semillas oleaginosas, harinas proteicas y aceites
vegetales. Lo veremos a continuación. El relevamiento se refiere a
precios promedios nominales ponderados de exportación en puertos
europeos. Consideran que los valores citados aumentarán en los próximos
años por debajo de la tasa de inflación anual internacional. De manera
tal que los precios - en términos reales- tenderán a disminuir durante
el período de proyección 2015/2024.
Hay
un interesante párrafo del informe que indica que el sector
(productores- industrias oleaginosas) cuenta a nivel mundial con una
importante eficiencia que les permitirá seguir satisfaciendo la demanda
mundial a precios reales por debajo de los niveles actuales. También
sostiene que las relaciones de precios dentro del sector oleaginoso
sufrirán ligeros cambios. Debido a la saturación del consumo per cápita
de alimentos y aceites comestibles en muchas economías y el bajo
crecimiento en la producción de biodiesel a partir de aceites vegetales,
los precios futuros de los aceites declinarán más rápido que los
precios de las harinas proteicas para alimentación animal.
Resulta
interesante comparar los dos últimos informes de perspectivas agrícolas
de la OCDE-FAO en materia de estimación de precios futuros para las
semillas oleaginosas, harinas proteicas y aceites vegetales. Nos
referimos al de junio del 2014 (Perspectivas agrícolas 2014/2023) y al
del corriente año (Perspectivas agrícolas 2015/2024).
En
su informe del año pasado, la OCDE-FAO había proyectado el precio
promedio ponderado para las oleaginosas para el año 2016 en 494 U$S la
tonelada (Ver cuadro N°1). En el informe de este año, han estimado un
precio sensiblemente menor para el mismo año 2016: 396 U$S/tn. Esto
significa que han reformulado y reconsiderado la estimación anterior con
una baja considerable del 20%. Como puede verse en el cuadro, los
precios futuros para los años 2018 a 2022 también han sido estimados con
bajas entre el 15% y el 16%.
Mucho
más grave ha sido la reconsideración de precios para los aceites
vegetales. En su informe del año pasado, la OCDE-FAO había proyectado el
precio promedio ponderado para el año 2016 en 937 U$S/tn (Ver cuadro
N°2). En el último informe de este año, han estimado un precio promedio
ponderado sensiblemente menor para el 2016: 726 U$S/tn. Esto implica que
la OCDE-FAO de un año al otro, espera para el año 2016 un precio 22%
más bajo en los aceites. Los precios futuros estimados para los años
2018 a 2023 también han sido reconsiderados con bajas entre el 21% y el
23%. Estas reconsideraciones a la baja son coherentes con los argumentos
que exponen respecto de que la demanda mundial de aceites vegetales irá
creciendo de manera más lenta en la próxima década (2015/2014) por el
lento crecimiento en la demanda de aceites vegetales para alimentación
humana y el estancamiento en la producción de biodiesel.
El
cuadro N°3 muestra que las estimaciones a la baja en los precios de las
harinas proteicas han sido menores que en las semillas oleaginosas y
los aceites. En el informe del año pasado, la OCDE-FAO había proyectado
el precio promedio ponderado para el año 2016 en 408 U$S la tonelada. En
el último informe del 2015, han estimado un precio menor para el 2016
del orden de 356 U$S/tn. Es un 13% más bajo. Evidentemente influye el
hecho de que en comparación con los cereales secundarios y otros
ingredientes de la alimentación animal (piensos), los precios de las
harinas proteicas se han mantenido relativamente altos en los últimos
dos años. No obstante ello, recordemos lo expuesto anteriormente: para
el 2015/2024 la OCDE-FAO sostiene que el crecimiento en el consumo
mundial de harinas proteicas se va a ir desacelerando respecto de la
década anterior por un crecimiento más lento en la producción mundial de
ganado, cierta saturación en la inclusión de harinas proteicas en las
raciones de alimento para los animales y la menor demanda china.
En
síntesis, la OCDE-FAO redujo en el término de un año sus estimaciones
de precios futuros en un 20% para las semillas oleaginosas, 13% para las
harinas y 22% para los aceites vegetales,
tomando el año 2016. Lo mismo ha hecho para los años siguientes hasta el
2024. Las conclusiones del informe y la comparación de los precios no
brindan buenas noticias para Argentina y para los que integran -de una
forma u otra- la cadena de valor de las oleaginosas.
|