Nuevos ROE para trigo, sin cambio de escenario

La siembra de trigo en nuestro país ingresó en su recta final en los últimos días. Los trabajos se encuentran prácticamente finalizados en Córdoba y Santa Fe, consolidándose una fuerte reducción de superficie respecto del año pasado. En tanto, en La Pampa y el centro-sur de la provincia de Buenos Aires las condiciones climáticas permitieron un mayor avance de las tareas, implantándose algo más de 200.000 hectáreas en la última semana. A nivel nacional el Ministerio de Agricultura estima que ya se ha cubierto casi el 80% del área de intención para la campaña 2015/16, prácticamente en línea con lo observado a la misma altura del año pasado.
Los principales interrogantes que se plantean ahora son de tipo comercial. Los precios se han estabilizado por encima de u$s 135 por tonelada con entrega en diciembre y enero, aunque la demanda se mantiene muy retraída a la espera de mayor certidumbre en la política comercial. La posibilidad de que se introduzcan cambios o una eventual eliminación en los derechos de exportación y el sistema de cupos deja abierta la posibilidad de cualquier desenlace para los valores de mercado a partir del próximo año. En este contexto, para algunos operadores la alternativa de fijar precios a cosecha parece más riesgosa que la de esperar para definir la mejor estrategia comercial, lo que es una paradoja en sí mismo.
Entre los productores se percibe mucha reticencia a convalidar los precios forward actuales, pues implican reconocer pérdidas en amplias zonas del país. La suma de los costos directos de producción por hectárea más los gastos habituales de comercialización obligan a la obtención de rendimientos cercanos a 38 qq/ha para que el margen bruto quiebre la barrera del cero y pase al terreno positivo, según el último informe quincenal del INTA EEA Pergamino. Este resultado no contempla los gastos de estructura en explotaciones a campo propio ni la renta del propietario si es alquiler, lo que ajusta todavía más los números de la campaña.
Ante este escenario, gran parte de la superficie destinada al cultivo tiene muy poca expectativa comercial y se apoya en la necesidad de respetar las rotaciones y combatir la proliferación de malezas. Algo de eso también se percibe en el mercado de alquileres, en el cual los dueños en zonas marginales se enfrentan a la necesidad de reducir los quintales exigidos por hectárea para lograr que sus campos ingresen en los planes de siembra de los productores más golpeados por la presente coyuntura. Según GEA - Guía Estratégica para el Agro, la superficie destinada al cultivo experimentará este año una caída cercana al 20% respecto del nivel alcanzando en la campaña 2014/15.
En tanto, en el mercado disponible los volúmenes negociados son bajos y se orientan fundamentalmente al consumo interno. La molinería es el participante más activo de la operatoria, pagando en los últimos días hasta $ 1.350 por tonelada en la zona de Rosario con gluten 28 y peso mínimo de 76 kg/hl. Este valor se acerca a lo que ofrece la exportación en Gral. Lagos, en torno a $ 1.300 por tonelada con descarga a partir del 15 de agosto con proteína mínima 10,5% y peso de 78 kg/hl. El diferencial de precio frente al trigo condiciones Cámara sigue siendo significativo, puesto que esta condición se ha negociado en los últimos días a $ 970 por tonelada sobre Puerto Gral. San Martín. Esto refleja la dificultad que están teniendo los compradores para adquirir trigos de buena aptitud industrial.
Una de las noticias de la semana fue la ampliación del cupo de exportación del presente año en 500.000 toneladas del cereal "baja proteína", en respuesta al planteo que iniciaron hace varias semanas atrás distintas entidades que nuclean a la cadena triguera del puerto de Quequén, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Esto permitirá darle salida a un considerable inventario del grano que desde hace mucho tiempo permanece almacenado en campos y acopios de la zona y que no es de interés para los molinos de la región. Buena parte del remanente de oferta del año pasado que se convirtió en stock inicial del ciclo 2014/15 es trigo producido en las zonas de Balcarce, Tandil y Tres Arroyos que reúne estándares de calidad solo admisibles para la exportación.
Con el anuncio de mediados de semana el cupo de exportación habilitado para la actual campaña asciende a 4,2 millones de t del grano, más 500.000 t de trigo baja proteína y 500.000 t de harina. Las emisiones de ROE Verde totalizan 3,4 millones de t del cereal y se han concedido licencias para ventas externas de harina de esta campaña por alrededor de 330.000 t. La UCESCI todavía no comenzó a conceder solicitudes de ROE Verde baja proteína, siendo el último antecedente de abril de 2012.
De completarse la totalidad del cupo autorizado, la hoja de balance de la campaña cerraría con exportaciones por 4,7 millones de t y uso industrial por alrededor de 6 millones, tomando el último antecedente de campañas con niveles similares de exportación de harina. Sumando a lo anterior unas 500.000 t de uso para semillas, se llega a una utilización total de 11,2 millones de t entre diciembre de 2014 y noviembre del año actual. Dado que la última estimación del Ministerio de Agricultura ubica el stock total de oferta para la presente campaña en 15,7 millones de t, el sobrante para el próximo año ascendería a 4,5 millones. Semejante volumen solo puede compararse con el antecedente del ciclo 2010/11, cuyo inventario al cierre superó las 5 millones de toneladas.

Guillermo Rossi