En soja, la demanda sostiene los precios dentro y fuera de EE.UU.

Nicolás Ferrer

Tras varias semanas de precipitaciones inclementes en el corredor que va desde Missouri hasta Ohio, los últimos siete días representaron un alivio para los agricultores norteamericanos, que veían como día tras día el estado de sus cultivos empeoraba con el exceso hídrico. La llegada de un tiempo más seco traerá una mejora en lo que se encuentra implantado, pero no representará una solución para quienes hayan desistido de llevar a cabo la siembra.
La caída del área sembrada en los estados mencionados anteriormente (especialmente en Missouri), donde las tareas se vieron imposibilitadas por el anegamiento de los terrenos, resulta una de las mayores incógnitas a seguir en las próximas semanas, en la medida en que los relevamientos puedan esclarecer la gravedad del hecho. Con la cosecha dada por finalizada, la condición de los cultivos a lo largo del territorio de los Estados Unidos continúa polarizándose, con las zonas más afectadas presionando los rindes promedios proyectados a la baja, a pesar de que los terrenos más al norte de la región productora presenten condiciones excelentes.
He allí una de las razones para que, a pesar de que la semana termina a la baja en el mercado de Chicago debido a la llegada de un tiempo más favorable, el descenso de los valores no haya sido tan pronunciado, y que incluso con la corrección de precios, los especuladores se mantengan comprados en la oleaginosa en términos netos. El otro factor tras el sostén de los valores ha sido la sorprendente fortaleza de la demanda en los últimos meses, incluso en un inestable contexto internacional y con un dólar al alza. A pesar de presentar un crecimiento insuficiente como para agotar la creciente oferta, la misma muestra un vigor destacable. En Octubre pasado, con la cosecha iniciada, el Departamento de Agricultura norteamericano (USDA) estimaba un aumento interanual del uso de la oleaginosa de aquel país de poco más del 3%. En lo que va de la campaña, el organismo ha ajustado dicha variación al alza hacia un nivel del 5,5%.
El desempeño exportador norteamericano se ha mantenido particularmente fuerte en el último trimestre (Abril-Junio), con un crecimiento interanual de las ventas al exterior mayor al 40% de acuerdo a datos oficiales durante dicho período, si bien a la fecha el volumen total de exportaciones de la campaña se encuentra sólo un 10% por encima de aquel de la temporada anterior.  De todas maneras, dicho incremento está lejos de absorber su parte correspondiente en el crecimiento interanual de la cosecha pasada, la cual se encontró un 18% por encima de la obtenida en 2013.
El uso industrial no se ha quedado atrás en los últimos meses. De acuerdo a datos de la Asociación Nacional de Procesadores de Oleaginosas norteamericana, la industrialización de soja de sus miembros habría aumentado un 16% interanual en el período entre Abril y Junio. Desde marzo, los reportes publicados por el organismo vienen presentando un nivel de actividad que supera las expectativas del mercado. Dicha aceleración del procesamiento puede adjudicarse a la mejora en los márgenes evidenciada hasta mediados del mes pasado, cuando la suba del petróleo perdió fuerza antes de caer a los niveles actuales. Sin embargo, si tomamos todo el período desde principios de campaña, el incremento es tan sólo del 6%, también muy por debajo del crecimiento de la producción.
En el plano local la evolución de los valores parece señalar una transición hacia una segunda mitad del año con un mercado  ya no tan abarrotado de la oleaginosa y ofertantes con menos necesidad de colocar la mercadería, con los precios desprendiéndose de la tendencia bajista establecida en el exterior. De acuerdo a datos oficiales, hacia mediados de la segunda semana del mes entre exportadores e industriales ya se habría colocado más de un 55% de la nueva cosecha. Sin embargo, el rápido ritmo de adquisiciones  establecido durante el mes de junio (como poniéndose poco a poco al día tras un complicado mayo) nos permitiría insinuar que tanto exportadores como industriales poseen suficiente soja para cubrir sus necesidades. La desaceleración de las compras se ve reflejada en SIO Granos, donde a este momento podemos encontrar transacciones declaradas por poco más de 840 mil toneladas habrían sido intercambiadas para los días hábiles de la semana.
Claramente ante el incierto panorama macroeconómico, con una psicología muy influenciada por la reciente alza del dólar informal, la consigna sigue siendo (para quienes pueden) vender sólo lo suficiente para saldar las cuentas y esperar a que el mercado muestre mayor estrechez  para ponerle precio a la mercadería. Es así que incluso con jornadas en las cuales los futuros en Chicago presentaban bajas de varios dólares, las ofertas de los compradores se mantenían invariables en el orden de los $2100 por tonelada, pudiendo incluso pagar hasta $2130 en la jornada de ayer, valores muy cercanos a la capacidad teórica de pago.
Si bien los valores en el término acompañaron más de cerca la evolución del mercado externo, siguen otorgando alternativas interesantes para la fijación de los valores. Los futuros de Soja Fábrica con vencimiento en Noviembre (los más negociados durante la semana en ROFEX) permiten establecer un valor de unos u$s 246, o $2392 con un futuro de dólar para el mismo mes que cotiza a $9,725, una mejora del 14% en un período de poco más de 4 meses. Con el aparente sosiego alcanzado a nivel internacional, la variable a seguir será la resolución del misterio del área sembrada norteamericana. De aparecer señales de una reducción sensible en la misma, el diferimiento de la venta se podría volver una estrategia mucho más atractiva.