El censo nacional agropecuario, el gran desafío del año



El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) se prepara para la realización de un nuevo Censo Nacional Agropecuario (CNA).

Se trata de todo un desafío teniendo en cuenta que el anterior relevamiento realizado en 2008 resultó un fracaso y no logró recolectar la suficiente información como para realizar la comparación con encuestas anteriores. Es por es que los últimos datos sobre la actividad agropecuaria en Argentina son de 2001 y dan cuanta de un campo bastante distinto al actual.

"Este campo es más complejo, no se si es campo en el sentido de nuestros abuelos, pero es de base biológica y se transforma constantemente", subrayó Roberto Bisang, coordinador del Censo Nacional Agropecuario 2018 (CNA), durante su paso por Rosario para participar de una capacitación con representantes de las distintas direcciones de estadística provinciales que se realizó en el marco del remate del primer lote soja de esta campaña que se llevó a cabo el miércoles pasado en la Bolsa de Comercio de Rosario.

El máximo referente del relevamiento que comenzará el 15 de septiembre próximo y se extenderá hasta el 30 de noviembre subrayó que "tener en censo permite tener una radiografía del sector y permite identificar la ruralidad en su totalidad". Durante el primer trimestre de 2019 estarán los primeros datos de la encuesta.

La novedad de este operativo es la incorporación de tecnología informática para la aplicación del cuestionario ya que los censistas utilizarán tablets para el relevamiento de las unidades productivas. Esta innovación permitirá mayor rapidez en la toma de datos, que el operativo tenga un seguimiento en tiempo real y un posterior procesamiento y difusión.

El funcionario explicó que el relevamiento "fue pensado para un campo que cambio radicalmente en los últimos 16 años ya que el último censo completo es de 2002 cuando no existían los clones, los drones, la siembra directa recién se conocía y hablar de agricultura de precisión era una quimera". Bisang aclaró que los datos están resguardados por el secreto estadístico establecido en la ley 17.622 y que la información obtenida solo se utilizará para fines estadísticos.

- ¿Cómo están los preparativos para arranque del censo?

- El censo está en marcha. El dispositivo electrónico está y eso es el ABC. Falta pulirlo pero son sólo detalles mínimos. El dispositivo permite capturar la información y traducirlo a cuadros habituales en los formatos habituales, SPS, excel, sobre lo cual se van a extraer los datos para publicar. Empezamos las capacitaciones, porque la calidad del censo se define en el censista y el censado. Hay que capacitar a los censistas para que conozcan el manejo de una entrevista con gente de campo, que manejen el lenguaje, que tengan el timing de en qué momento sacar la tablet, que sean agradecidos y que traten bien a la gente y que eso le lleve un lapso prudencial de tiempo, no cuatro horas sino más cerca de una hora. Las capacitaciones son parte del operativo general del Indec, que centraliza y es el responsable legal y técnico del censo, es el que arma el cuestionario, las rutinas de control y de carga, pero la puesta en práctica es desarrollada por las 24 direcciones de estadísticas provinciales. Hasta está presente la Ciudad Autónoma de Buenos Aires porque, con este esquema de descentralización de producciones y gente que tiene tierra en un lugar y en otro y administra desde una ciudad, existe un conjunto importante de empresas agropecuarias que tienen como epicentro las capitales provinciales y en Capital Federal por lo menos hay una veintena de empresas. También estamos trabajando en la sensibilización y estamos acá porque queremos que la gente que opera granos conozca del censo y también nos interesa que se pierda el temor sobre el cruce de información y demás. Más allá de que el censo sea obligatorio lo interesante es que haya convicción.

- ¿Qué conceptos están trabajando para convencer a los productores agropecuarios sobre la importancia del censo?

-El censo es útil a tres niveles. Para mejorar el diseño de políticas públicas nacionales, provinciales y municipales. Segundo, para que el propio sector cuando empieza a hacer inversiones tenga en claro cuántos son, dónde están y cuál es la cantidad mínima de producción, por ejemplo, porque los datos que hoy tenemos pero son parciales por una encuesta endeble o del 2001 o 2002. Tercero, en determinadas localidades hay una percepción de que la economía tiene un fuerte peso de lo que pasa en el campo y el campo es económicamente relevante, pero tener en censo permite tener una radiografía del sector y permite identificar la ruralidad en su totalidad.

- ¿Buscan captar alguna realidad en particular?

- Realidades que no se captaron en 2002, en parte porque no estaban y en parte porque no se preguntaban. Por ejemplo, toda la industria forestal es un capítulo esencial. Cuando se va a los bajos submeridionales de Santa Fe es distinto de Armstrong. Se va a capturar dos temas cruciales para la competitividad del sector agropecuario, toda el tema de genética vegetal de semilla y también de clones de plantines, viveros. La producción de semilla en sí es un negocio y eso es lo que después explica el salto en productividad por ejemplo. Segundo, la genética animal y ahí están todas las cabañas bovinas para leche para carne y algo que quedó en el mapa que es equino de carrera, de polo y la genética de pollo que en 40 días logran 3 kilos y tienen una tasa de conversión fenomenal o los cerdos que hoy tienen muy poca materia grasa y la grasa está por fuera. Esa genética de algún lado salió y forma parte de la competitividad. También ver el que tiene un proceso de industrialización adentro del campo para producir energía o alimento balanceado o incluso biogas que antes no lo tenía y eso es nuevo censalmente. Es nueva la materia de observación. La herramienta electrónica me da más flexibilidad para este campo más complejo, que no se si es campo en el sentido de nuestros abuelos pero que es de base biológica y que se transforma constantemente.

- ¿Cómo están planteados los tiempos? ¿Cuándo pueden estar los primeros resultados?

- Haremos pruebas de laboratorio de 20 grupos, hay dos o tres planeadas en las próximas semanas, eso para medir los tiempos de la entrevista, si se entienden las preguntas, dónde están las dificultades. Los primeros días de junio vamos hacer un censo experimental en una localidad completa, con 650 explotaciones agropecuarias. Vamos a probar el formulario, la captura de datos, la sincronización, la recaptura en la otra punta y cómo funcionan los censistas, los auxiliares de los censistas, los supervisores, los jefes de área y el jefe de coordinación. O sea el operativo completo, cómo funciona el Indec junto a una dirección provincial de estadística haciendo el censo como brazo ejecutor en terreno. Eso nos permite tener dos meses y medio para largar el 15 de septiembre. El censo se realizará hasta al 30 de noviembre y estarán en el primer trimestre de 2019 los primeros datos.

- ¿Qué cantidad de personal estará afectado para la realización de censo?

- Cada dirección de estadística tiene identificados un número potable de establecimientos agropecuarios, sobre eso se determina la zona censal, son 140 establecimientos por censista. En función de eso, que está armando en base a la cartografía de las provincias, hay un supervisor cada 6 censistas, un jefe de área cada 6 supervisores. Estimamos que pueden estar afectados 3.400 personas para el operativo total, 2.790 son censistas.

- El temor al cruce de datos con otros organismos estatales, como la Afip, es fuerte entre los productores ¿cómo están trabajando para que eso no se una barrera para el censo?

- Más allá de que uno pueda decir que el censo es una convicción y no una obligación, el tema es una barrera a desmontar. El Indec releva información estrictamente física. No releva ninguna información monetaria, no se preguntan ventas, planillas de costos, contratos de alquileres. Todo el mundo hace contabilidad creativa, pero esa información no se puede publicar. Por secreto estadística el Indec no puede relevar datos de manera que no sea agregada, únicamente son cuadros compilados, sino el peso de la ley le cae al Indec no al productor. Indec es un instituto de estadística y censo, de recopilación y análisis estadístico, no cruza base de datos con nadie. Si pasará nunca más van a responder nada. Esa es la mejor garantía que hay, secreto estadístico más convicción y sensibilización.

CNA 2008: una historia para no repetir

El Censo Nacional Agropecuario 2008 (CNA 2008) fue un completo fracaso. Los datos recolectados fueron insuficientes y no lograron ser comparables con las encuestas anteriores. A pesar de que llevó 16 meses de duración -el operativo comenzó el 2 de junio de 2008 y finalizó el 30 de septiembre de 2009-apenas se logró censar una superficie de 155,4 millones de hectáreas, una cifra 19,4 millones de hectáreas menor a la registrada en el censo realizado en 2002.

El Indec reconoció en ese momento que quedaron por lo menos 24 millones de hectáreas sin censar, de las cuales 20,28 millones corresponden a datos no recolectados por ausencias o rechazos de los encuestados, mientras que otras 3,65 millones ni siquiera fueron relevadas.

El censo 2008 estuvo atravesado por factores que contribuyeron a garantizar su fracaso. El primero tuvo que ver con la intervención oficial de la unidad del Indec dedicada a elaborar el CNA, el segundo fue el conflicto que el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner mantuvo con el sector agropecuario.

Por ese entonces los problemas comenzaron cuando los interventores del Indec desplazaron a los profesionales encargados del CNA para reemplazarlos por personal no calificado.