PESO, PRECIO Y CALIDAD Marianela De Emilio

En plena cosecha el dato que abunda es el de rendimiento, es común escuchar comparaciones del PESO de nuestra cosecha entre lotes, vecinos, etc. No es tan usual sin embargo comentar el precio que logramos por cultivo, y mucho menos que calidad obtuvimos del mismo.

Esto representa el orden de prioridad en el que el productor toma sus decisiones, donde las decisiones ligadas a rendimientos (elección de variedades, fertilidad, protección, etc.) son prioridad frente a la comercialización (precios de venta, herramientas de cobertura de precios, etc.), y esta es prioridad frente a la búsqueda de calidad.

El impacto sobre la rentabilidad es la principal razón de este orden de prioridades, y para verlo en números usaremos un ejemplo de la cosecha de trigo 17/18, que acaba de darse por terminada, con una producción nacional de 17 millones de toneladas y un rendimiento promedio de 32,2 qq/ha.

El INTA realiza cada año ensayos comparativos de rendimiento de los principales cultivos, y en trigo, además de rendimiento se miden parámetros de calidad comercial en las variedades puestas a prueba, en este análisis se considera proteína, por ser uno de los aspectos de debate al tener una relación inversa con el rendimiento.

Para calcular el impacto de variaciones en peso (rendimiento) y calidad, se tomaron dos variedades que sobresalieron en un ensayo de trigo 17/18 de INTA Totoras, una que llamaremos A, con mayor rendimiento y otra que llamaremos B, con mejor calidad. Para calcular el impacto de variaciones de precio, se tomaron dos valores reales de dos momentos de venta, uno es el disponible, a U$S 160/TN, y otro por venta futura con entrega (forwards) previo a la cosecha, en U$S 170/TN.

Vale destacar que las ventas forwards realizadas en el segundo semestre de 2017, exigían un mínimo de proteína de 10,5%, a diferencia del disponible que exige cumplir el estándar de comercialización, donde el mínimo es 11%, y aplica una rebaja sobre el precio de venta del 2% cuando es menor a 11%, y del 3% cuando es menor a 10%.
Veamos las diferencias de PESOPRECIO y CALIDAD:

1º PESO:El rendimiento de A es 15,3% superior al rendimiento de B.

2º PRECIO:La venta forward a U$S 170/TN, resulta en un precio 6,25% superior a la venta en disponible a U$S 160/TN.

3º CALIDAD:Considerando las rebajas del trigo vendido a futuro FW, con menor exigencia en el porcentaje de proteína (10,5% versus 11%), el precio resultante para la variedad B resulta 3% superior al precio de A, mientras que en la venta disponible ambos reciben rebajas por proteína, aunque en distinta proporción, superando en 1% el precio de B respecto de A.

Así, este plus de precio por CALIDAD en el forward podría pasarse a PRECIO, dado que corresponde a las diferentes condiciones comerciales del contrato futuro, que evitan la rebaja del 2% para cualquier trigo que tenga entre 10,5% y 10,9% de proteína.
Veamos como resulta Ingreso Bruto por hectárea.

INGRESO BRUTO:Con el rendimiento y el precio logrado por cada variedad, según las condiciones comerciales, obtenemos el Ingreso Bruto por hectárea, y ahí vemos el resultado de las sumas y restas planteadas.
 
Aobtiene un Ingreso Bruto 14% por encima de B en la venta disponible (U$S 160/TN), mientras que en la venta futura (U$S 170/TN) obtiene 12% más que B, la menor ventaja claramente corresponde al efecto de no descontar el 2% por baja proteína al precio de B, como se explicó más arriba.

Cuando comparamos el Ingreso Bruto entre los dos precios, para cada variedad, vemos que A obtiene 6,25% más en la venta futura respecto a la venta en disponible, y B obtiene 8,4% más por la venta futura respecto al disponible, dado el plus por las mejores condiciones comerciales del forward versus el disponible.

En el siguiente grafico se visualiza la dimensión del beneficio que en este ejemplo proporciona un mayor rendimiento, mayor precio y mejor calidad.
 

El orden de prioridad en el que el productor toma sus decisiones, se explica en el tamaño de cada porción del gráfico, donde el rendimiento se lleva la mayor parte, seguido por precio y en tercer lugar la calidad.
 
Conclusiones:Este análisis se realizó con resultados a la vista de trigo 17/18, pero es válido para todos los granos, y podría mejorar nuestra toma de decisiones en medio de una campaña de verano complicada a nivel local.
Son indiscutibles entonces los esfuerzos orientados a proteger rendimiento (elección de variedad, fertilizantes, monitoreos y controles de plagas, enfermedades y malezas, etc.), pero sigue en orden de importancia, la toma de decisiones comerciales, que puede traducirse no solo en mayores precios, sino en mejores condiciones de negociación, que eviten costos o aporten beneficios extra, en el caso de trigo, menor exigencia en calidad, a lo que puede sumarse ventajas logísticas, por establecer un compromiso de entrega que soluciona parte de los problemas de vender en plena cosecha.

En este momento soja y maíz, los principales cultivos de verano, están bajo la lupa de rendimientos, dado el bajo nivel de lluvias durante la floración en el centro del país, y, como vimos en este informe, difícilmente una suba de precios compense proporcionalmente un recorte de rendimientos, pero, cuando ya se hizo todo en el lote, lo que sigue es ajustar las decisiones comerciales, que podrían mostrar oportunidades en los precios futuros, como ocurrió con trigo el año pasado.

Considerar en soja los precios a cosecha, Mayo y Julio 2018, y las herramientas de cobertura que ofrecen los mercados a término, que protegen de posibles bajas, dado que si el recorte de volumen por sequía en Argentina es compensado por mayor producción en Brasil, no habrá subas y podrían haber bajas. No desestimar entonces las decisiones comerciales, porque, como vimos, ocupa el segundo lugar de impacto sobre los Ingresos Brutos.

En cuanto a calidad, solo puede decirse que el mundo no traduce a precio el valor que tiene la misma, y por tanto los volúmenes de granos (trigo, soja y maíz), siguen aumentando año a año, y el nivel de calidad de estos sigue disminuyendo. Hasta que no se cuantifiquen las consecuencias de calidades pobres en nuestros granos, no se pagara por elevarlas, y por tanto requiere de un nivel superior de discusión, en el que no solo el mercado intervenga, sino organismos e instituciones comprometidas con la salud y calidad de vida en el mundo.
 
Agradecimientos:Al Ing. Agr. Jose Maria Mendez eIng. Agr. Alicia Condori de INTA Totoras, por transmitirme la inquietud de hacer este análisis; al Ing. Agr. Ricardo Pagani de INTA Las Rosas, por sus aportes prácticos para elaborar este informe.
Ing. Agr. Marianela De Emilio