Un poco más de rosca, por Gustavo Picolla


Acabo de terminar el informe quincenal de PBY Agro, el cual titulé “La moneda está en el aire” y me puse a pensar el informe para mercados granarios que esta a punto de leer...

Pensando, pensando me decidí por darle un poco más de rosca a esto de la moneda en el aire y se me ocurrió este análisis.

Empecemos por la soja y analicemos el siguiente cuadro:



En el supuesto I, hacemos el cálculo tomando el área cosechable, a partir del área a sembrar estimada por el USDA, con un rendimiento similar al del año pasado y luego con el rendimiento promedio de las últimas tres campañas. Ajustada la demanda y considerando las existencias iniciales, podemos ver que en este supuesto con rendimientos similares a los del año pasado, los stocks finales en EE.UU. suben un 85,12% a 22,4 millones de toneladas. En el supuesto de obtener el rendimiento promedio, los stocks finales suben un 28,91% a 15,6 millones de toneladas.

En el supuesto II, incrementamos 1% el área cosechable, asumiendo una pérdida de área en maíz, manteniendo los rendimientos mencionados anteriormente. Como podemos observar, si se repite el rendimiento del año pasado el incremento en las existencias finales es del 95,48%, mientras que si se obtiene el rendimiento promedio el incremento de las existencias es del 38,7%.

En el supuesto III, tomamos el rendimiento promedio de las campañas 2012, 2013, 2014 y calculamos con ambos supuestos de área cosechable que tuvimos en cuenta anteriormente. Ajustada la demanda al nivel de producción obtenido, podemos ver como en el supuesto de que se coseche el área estimada por el USDA la pérdida de existencias es de un 48,96%, mientras que con el aumento de área las pérdidas de existencias son del 6,96%.

Por lo tanto, si la moneda cae para el lado del supuesto I, no veo una variación de precios importante con respecto al nivel actual, puesto que tomando el caso del mismo rendimiento considero que gran parte de ese efecto ya está tomado en los precios. Si cae el rendimiento al promedio de los últimos tres años, tendríamos una recuperación de las cotizaciones puesto que entre ambas alternativas hay 6,8 millones de toneladas de diferencia, más del 50% de las iniciales.

Ahora, si la moneda cae para el lado del supuesto II, ahí si podemos ver una baja importante con respecto a los precios actuales, si repite el mismo rendimiento de este año. ¿va a u$s 200? No creo que sea para tanto, ya que la diferencia entre el supuesto anterior, a mismo rendimiento, con este es de 1,25 millones de toneladas, un 1,4% de las existencias mundiales. Me parece que no justifica una baja de esa magnitud. Si el rendimiento es el de los tres últimos años, entonces podemos ver un leve recupero de los precios puesto que estaríamos en una situación peor en cuanto a existencias que la actual.

Y si cae para el lado del supuesto III, podemos ver un buen recupero de precios cosechando el área estimada por el USDA ya que tendríamos una pérdida de existencias de casi el 50% y volveríamos a niveles apretados. Si se cosecha el área incrementada, también veríamos recupero en las cotizaciones porque la pérdida de existencias finales con respecto al al supuesto I (con rendimientos similares al de la campaña pasada) sería del 50%.

En síntesis, en el peor de los casos (Supuesto II con rendimientos iguales a los de la campaña anterior) veríamos una baja de precios, pero no a niveles de u$s 200 y en el mejor de los casos (Supuesto III con área cosechable estimada por el USDA) veríamos una suba de precios, que podría rondar los u$s 300,-

Es verdad, es un rango bien amplio. ¿Ud. cree que si lo supiera con certeza estaría escribiendo este informe?

La moneda sigue en el aire, ¿Ud. de qué lado cree que cae?

Quiere un consejo: no juegue con sus costos, cúbralos.

Por Gustavo PIcolla, PBY Agro
Fuente: Agroeducacion