Tres piedras en la alpargata que necesitamos liberar



Todo plan estratégico tiene más posibilidades de ser exitoso si se basa en aprovechar y/o crear oportunidades, apoyándose en las propias fortalezas.  Argentina está dentro de los primeros cinco países del mundo en tres recursos estratégicos básicos para producir alimentos: tierras cultivables, agua dulce y conocimiento aplicado por metro cuadrado.  A eso sumarle que disponemos de todos los climas, que tenemos potencialidad para alimentar a de más de 4000 km de montañas que albergan riquezas minerales, poseemos un mar generoso, estamos lejos de conflictos bélicos, ni existen conflictos étnicos o religiosos, tenemos talento creativo que nos cuesta retener. Entonces, si tenemos todo como para escalar hasta la cima de los países más prósperos del mundo. ¿Qué nos impide llegar?

Se me ocurre imaginar, que es como cuando caminamos y sentimos que se nos metieron piedritas en el pie,  y aún así, seguimos andando, sin detenernos;  incómodos. Esas piedras se ”nos arraigan”, forman parte de uno, y nos impide avanzar al ritmo deseado, desaprovechando todo nuestro potencial. Es hora de parar. ¿Intentamos sacar algunas juntos?

Primera piedra: Falta de inversión en investigación y desarrollo

Somos el país de América Latina que menos patentes produce por año. Debemos desarrollar un sistema adecuado para defender la propiedad intelectual y, además, crear el hábito de patentar y proteger lo que genera nuestra “materia gris”.

Una estadística alarmante muestra que Latinoamérica aporta el 2,4% de toda la inversión mundial en innovación, y de ése insignificante porcentaje, Argentina concentra sólo el 7%. (sí, leíste bien el 7% del 2,4% ) Consideremos que el 37,5% de la inversión mundial en investigación y desarrollo (en adelante I+D)  la concentran EEUU y Canadá.

Como dato, cabe agregar que las Universidades de Stanford y Harvard invirtieron en los últimos 10 años casi 60.000 MU$s en proyectos de investigación de ciencia básica, y de dichas altas casas de estudios egresaron 55 Premios Nobel.

En una entrevista que Clarín realizara a tres rectores de prestigiosas universidades de nuestro país, José Luis Roces, del ITBA, acertadamente opinaba que la Argentina no ha podido vertebrar todavía un sistema de innovación que vincule el sistema científico-tecnológico, el sistema empresario y el sistema financiero. La investigación y el desarrollo tienen sentido cuando llegan a una utilización. Pero en el país hay muy baja productividad en la relación entre patentes y licenciamientos. El Conicet produce alrededor de 500 patentes por año, pero sólo el 1% llegan a licencias de producción.

Por otro lado, en nuestro país la I+D, el 68% la financia el Estado; 23%, las empresas; y 9%, otras organizaciones. En países desarrollados, como Estados Unidos, Finlandia o Corea, la proporción se invierte: el Estado financia el 28% y los privados, el 63%. La cultura empresaria argentina tiene poca tendencia a pensar que el conocimiento es algo que se crea y se desarrolla. (1)

Segunda piedra: Organización productiva

Sólo si pensamos en la palabra “organización”, intuitivamente sabemos que no ocupamos los primeros lugares. Tenemos mucho para hacer en la coordinación de la cadena agroalimentaria, aunar esfuerzos para ser más competitivos, integrarnos y mejorar la infraestructura, entre otras.

Como afirmó nuestro presidente: Tenemos que dejar de ser “el granero del mundo” para ser el “supermercado del mundo”.

Me permito reflexionar que está bien que miremos si China crece o no, si consume más proteína animal, o cómo se incrementa la población en ciudades, pero antes debemos observar y tomar medidas para que los 14 millones de pobres que habitan nuestro suelo dejen de pasar hambre y puedan consumir más carne, leche, verduras, frutas,  autos. El hambre destruye.. Démonos una ducha de humildad que a pesar de ser un país ¨rico ¨ en recursos naturales, es sólo potencialidad, porque cuando los extraemos los mal-administramos.

Tercera piedra:  Falta de calidad institucional

De acuerdo al reporte que elabora anualmente el World Economic Forum, en el 2015 ocupamos el puesto 135 sobre 144 países en el pilar  (rubro) Calidad Institucional, ubicándonos por debajo del promedio de Latinoamérica.  No hace falta entrar en detalles.

¿Cómo nos ve el mundo? ¿Cómo mide nuestra competitividad global el World Economic Forum y cómo estamos posicionados? (1)
Si bien no hay que enamorarse de los números,  lo que importa es la ubicación en el ranking y la tendencia en un indicador global donde a todos los países se los mide con la misma metodología.

Los cinco primeros lugares en competitividad global los ocupan: Suiza, Singapur, Estados Unidos, Alemania y Holanda.

Argentina ocupa el puesto n° 106 sobre 144 países. En el 2014 estábamos en el puesto n° 104 y en el 2010 en el puesto n° 100: estamos retrocediendo.

¿Cuáles son los factores más problemáticos para poder hacer negocios en Argentina?

De acuerdo a ese mismo informe los cinco primeros escollos para los negocios en nuestro país son: inflación, regulaciones al mercado cambiario , falta de acceso al financiamiento, altas tasas de impuestos y corrupción. En mucha menor medida les siguen la burocracia gubernamental ineficiente, la inestabilidad política y las regulaciones laborales restrictivas.

Si bien las debilidades expuestas son piedras grandes y angulares, lo importante es que ya no estamos dispuestos a acostumbrarnos a caminar con ellas, tomamos mayor grado de conciencia que “molestan” y mucho. Por lo tanto, empezamos a sacudir los pies para poder librarnos de ellas y ya queremos, porqué no, “tecnificar” a “running” nuestras alpargatas para empezar a entrenar y correr para acceder  a una mejor posición en el ranking de competitividad, y conquistar el bienestar y el “bien-andar” que todos los habitantes  de este rico y bendecido suelo debiéramos ser  merecedores.

¡Hasta la próxima!

Cra. Monica Ortolani