Es clave visibilizar los problemas agropecuarios

Juan Pablo Karnatz participó en la mesa-debate de la Facultad de Agronomía y Agroindustrias de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.
 
A nivel de productividad agropecuaria regional, ¿cuáles son los desafíos? Ya que se habló de la importancia de la mirada hacia el Pacífico... ¿Faltaría aunar criterios, decisión política? -Se tiene que alinear lo político, ver cuáles son las trabas que hay para nuestros productos, hay que alinear los servicios sanitarios y trabajar con los puertos porque no están preparados , son puertos para minería del lado chileno pero están interesados porque bajó la actividad minera, tienen menos carga. El tema de los puertos no es solamente una cuestión de flete y de costos sino de tiempo, son 17 días menos de barco que dan la vuelta por el Sur para salir al Pacífico. Está muy verde, estuve en Puerto Varas en reuniones y se ve que los servicios sanitarios recién ahora se están alineando, porque les tienen que bajar la línea y directivas políticas para ver qué necesitan que hagamos para poder pasar con los diferentes productos. Para el NOA es clave, pero hay que tomar medidas y no es el valor agregado lo que soluciona el problema, más con el precio del maíz hoy.
Se refirió a la importancia de visibilizarla para llegar a soluciones, como el caso de la langosta que los azotó ¿Cuáles son las actuales preocupaciones?
- Por supuesto hay que comunicar bien qué es lo que se hace y lo que no. Las reuniones agropecuarias tienen un gran desafío, decirle a la gente primero quiénes somos y que no son los formadores de precios de lo que tienen que pagar en la góndola. Siguiendo la línea de la langosta lo que más nos preocupa es el picudo del algodón, y estamos tratando de darle visibilidad, llevando el tema a todos los medios, y en el caso del riego hay mucho para mejorar pero lo que se vio en esta ocasión (riego controlado previa nivelación de tierras mediante sistema láser) es el ejemplo de lo que hay, no es el promedio, está arriba. Hay muchos productores que podrían estar haciendo lo mismo y después de eso hay que hacer un salto cualitativo que implica un rediseño del sistema de riego completo.
¿Cómo afecta el problema del picudo?
-El problema del picudo algodonero es que multiplica los costos y es una de las grandes luchas sanitarias fracasadas, se gastó mucha plata. Originalmente comenzó en Formosa bajó de Brasil, no lo lograron parar y llegó a la zona de riego, y a raíz de eso estamos trabajando con Senasa en algunos planes piloto con lo que es la tecnología moderna, un tubo mata-picudo que tiene una feromona que lo atrae y adentro tiene un veneno, un insecticida. Pareciera que vamos por el camino correcto porque las pruebas que estamos haciendo y se han hecho en Estados Unidos están funcionando.

En materia de riego se hablaba de la necesidad de retomar el tema del dique El Sauzal ¿Qué opinión le merece?
-Con la gente de Apas IV (Asociación de Productores de la Zona IV - del Área de Riego del Río Dulce de Santiago del Estero) que está adherida a la Federación logramos instalar el tema del famoso dique El Sauzal, que tiene doble capacidad de termas y parecía que había vuelto a la escena, pero la verdad es que hoy no aparece como prioritario. Va a ser trabajo de las asociaciones volver a reinstalarlo al tema. Hay mucho trabajo interno para hacer, para mejorar eficiencia. La provincia hasta ahora no había querido trabajar con el Prosap (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales) y esperemos que cambie de parecer porque es una fuente de financiamiento interesante, que termina pagando el productor en el canon de riego.
¿Cómo está la lechería, que también ha sido afectada en Santiago del Estero?
-La lechería está igual que en todos lados, mal, es muy complicado, es un problema de distribución de cadena. La participación de la cadena del precio total final debería estar arriba del 30% y está en el 20, 21 y 22 % en algunos casos, y de ahí hay una transferencia de recursos que tendría que venir al productor. Es una cadena tan compleja y con factores de poder muy fuerte como la industria o los supermercados, el tema es que hay intereses diversos. Ni hablar de las cadenas de supermercados que se llevan una parte interesante de ese y otros productos, es decir el productor recibe un peso y allá se vende a diez, tiene un poder de compra concentrado fenomenal. El cambio de modelo seria mejorar la fluidez de la cadena, aceitarla y transparentarla, que cada uno reciba la parte pero no por imposición lisa y llana, por eso el trabajo es complejo.