El
mercado local del cereal sigue mostrando un importante desacople entre
las posiciones de cosecha nueva y los valores ofrecidos en el segmento
disponible, observándose un spread de precios superior a u$s 15/ton
entre ambas referencias. A diferencia de lo que sucede con la soja, este
pase desestimula la concreción de negocios con descarga inmediata y
refuerza la ventaja de diferir la entrega para capturar la mejora del
mercado. Asimismo, el precio forward en dólares más elevado se combina
con la expectativa de un tipo de cambio más alto, resultando en un
ingreso esperado atractivo alto para el productor.
Ante
este escenario, el sobrante de maíz de este año que formará parte de la
oferta del ciclo 2015/16 alcanzará nuevamente un volumen significativo.
El Ministerio de Agricultura lo estima en 4,6 M tn al 28 de febrero,
aunque partiendo de una proyección de exportaciones para el período
marzo-febrero de 19 M tn, que de concretarse sería récord. Según datos
del SENASA, el acumulado entre marzo y octubre arroja un total de 14,4 M
tn, llegando ahora el período de mayor debilidad estacional. Por lo
tanto, si el número de ventas externas resulta finalmente de 17 M tn
como advierten analistas privados, el stock final de la campaña podría
ser todavía mayor.
Dicho
inventario final permitirá estabilizar la oferta del próximo año, en el
que se espera una menor producción con destino comercial debido a la
caída que experimentó este año el área de intención de siembras
tempranas, que son las que tienen mayor potencial de rinde. Si bien se
respira un aire de optimismo que podría incentivar los planteos tardíos,
las restricciones financieras son una limitante no menor para encarar
la campaña, además del tiempo necesario para la planificación de la
siembra en zona núcleo. El potencial de rinde es elevado, ya que la
carga de humedad de los suelos es favorable y se espera un verano algo
más fresco de lo habitual por el efecto “Niño”. Según Thomson Reuters
Lanworth, los eventos cálidos en nuestro país están asociados a mejoras
en el potencial de rinde del cereal promedio del 8% sobre el nivel de
tendencia.
La
suba de los precios futuros ha devuelto la rentabilidad en planteos a
campo propio, lo que genera incentivos para comenzar a formar precios.
Sin embargo, el volumen comprometido para entrega a partir de marzo es
hasta ahora muy pequeño. Según datos oficiales, las compras del sector
exportador totalizaban un millón de toneladas hasta el 18/11,
aproximadamente la mitad que a la misma altura del año pasado. La
diferencia con respecto al ciclo 2014/15 es que este año la proporción
de negocios con precio en firme es 75% del total, mientras que a
mediados de noviembre del año pasado esa misma proporción se había
acordado bajo la condición “a fijar precio”.
El
crecimiento interanual de los precios a cosecha expresados en dólares
es del 6%, aunque todavía se mantienen por debajo de los niveles
alcanzados en la pre-campaña 2013/14. En el recinto de la Bolsa de
Rosario los valores todavía no quebraron la marca de u$s 150/ton, cifra a
la cual hay un volumen significativo de oferta a la espera de realizar
negocios. Dado que los precios FOB en posiciones de cosecha nueva rondan
los u$s 165/ton, se especula con que la capacidad teórica de pago de
los exportadores podría ser algo mayor si se confirma la anunciada
eliminación de los derechos de exportación sobre el maíz.
El
mercado de Chicago apenas ha mejorado en los últimos días, aunque la
tendencia desde finales de septiembre sigue siendo fuertemente bajista.
El productor norteamericano retrasa la venta de maíz a la espera de
mejores precios, resultando en bases firmes en el interior de Estados
Unidos, ya que la industria necesita materia prima para cumplir con sus
compromisos de entrega. En el sector etanol la actividad es muy fuerte y
la producción promedio diaria alcanzó un récord histórico la semana
pasada. Hasta el momento el USDA proyecta una reducción en el uso de
maíz para elaboración del biocombustible durante la campaña en curso,
aunque de continuar el ritmo actual dicha previsión deberá corregirse a
la suba.
La
categoría de demanda que sigue visiblemente débil en Estados Unidos es
la exportación, afectada por la elevada competencia procedente de Brasil
y otros orígenes competitivos, entre los que aparecen Ucrania y
Argentina. Los compromisos de ventas externas reportados por el USDA
desde comienzos de la campaña acumulan 14,5 M tn, volumen del cual sólo
el 40% ha sido efectivamente embarcado. Dicho total se encuentra casi un
30% por debajo de las ventas externas concertadas a la misma altura del
año pasado.
Paralelamente,
la actividad en los puertos brasileños sigue con gran ritmo. Octubre
marcó un récord de exportaciones de maíz de 5,55 M tn, superando
largamente el máximo anterior de 3,95 M tn establecido en octubre de
2013. Distintas proyecciones anticipan que el total de ventas externas
brasileñas de esta campaña superará las 30 M tn, bien por encima de las
21 M tn colocadas durante 2013/14 (ciclo marzo/febrero). Sin embargo, a
medida que avanza la colocación del saldo exportable brasileño la
competitividad de este origen va declinando y el golfo de México ya es
el punto de salida más económico a nivel global en términos de valores
FOB. Naturalmente, su conveniencia para los importadores dependerá de la
distancia a los centros de consumo, aunque el abaratamiento de los
fletes marítimos juega a favor.
La
demanda internacional no muestra gran agresividad, aunque los
compradores siguen adquiriendo volúmenes significativos todos los meses.
El mercado global de granos forrajeros cuenta con amplia disponibilidad
de oferta y el crecimiento del consumo se ha moderado notablemente. Los
stocks se encuentran en un nivel cómodo, alcanzando máximos en las
últimas tres décadas. En este contexto, la posibilidad de observar un
rally alcista relativamente sostenido queda limitada casi con
exclusividad al nerviosismo que genera el mercado climático
sudamericano.