En maíz todas las fichas a la nueva cosecha. Guillermo Rossi

El mercado local del cereal sigue mostrando un importante desacople entre las posiciones de cosecha nueva y los valores ofrecidos en el segmento disponible, observándose un spread de precios superior a u$s 15/ton entre ambas referencias. A diferencia de lo que sucede con la soja, este pase desestimula la concreción de negocios con descarga inmediata y refuerza la ventaja de diferir la entrega para capturar la mejora del mercado. Asimismo, el precio forward en dólares más elevado se combina con la expectativa de un tipo de cambio más alto, resultando en un ingreso esperado atractivo alto para el productor.
Ante este escenario, el sobrante de maíz de este año que formará parte de la oferta del ciclo 2015/16 alcanzará nuevamente un volumen significativo. El Ministerio de Agricultura lo estima en 4,6 M tn al 28 de febrero, aunque partiendo de una proyección de exportaciones para el período marzo-febrero de 19 M tn, que de concretarse sería récord. Según datos del SENASA, el acumulado entre marzo y octubre arroja un total de 14,4 M tn, llegando ahora el período de mayor debilidad estacional. Por lo tanto, si el número de ventas externas resulta finalmente de 17 M tn como advierten analistas privados, el stock final de la campaña podría ser todavía mayor.
Dicho inventario final permitirá estabilizar la oferta del próximo año, en el que se espera una menor producción con destino comercial debido a la caída que experimentó este año el área de intención de siembras tempranas, que son las que tienen mayor potencial de rinde. Si bien se respira un aire de optimismo que podría incentivar los planteos tardíos, las restricciones financieras son una limitante no menor para encarar la campaña, además del tiempo necesario para la planificación de la siembra en zona núcleo. El potencial de rinde es elevado, ya que la carga de humedad de los suelos es favorable y se espera un verano algo más fresco de lo habitual por el efecto “Niño”. Según Thomson Reuters Lanworth, los eventos cálidos en nuestro país están asociados a mejoras en el potencial de rinde del cereal promedio del 8% sobre el nivel de tendencia.
La suba de los precios futuros ha devuelto la rentabilidad en planteos a campo propio, lo que genera incentivos para comenzar a formar precios. Sin embargo, el volumen comprometido para entrega a partir de marzo es hasta ahora muy pequeño. Según datos oficiales, las compras del sector exportador totalizaban un millón de toneladas hasta el 18/11, aproximadamente la mitad que a la misma altura del año pasado. La diferencia con respecto al ciclo 2014/15 es que este año la proporción de negocios con precio en firme es 75% del total, mientras que a mediados de noviembre del año pasado esa misma proporción se había acordado bajo la condición “a fijar precio”.
El crecimiento interanual de los precios a cosecha expresados en dólares es del 6%, aunque todavía se mantienen por debajo de los niveles alcanzados en la pre-campaña 2013/14. En el recinto de la Bolsa de Rosario los valores todavía no quebraron la marca de u$s 150/ton, cifra a la cual hay un volumen significativo de oferta a la espera de realizar negocios. Dado que los precios FOB en posiciones de cosecha nueva rondan los u$s 165/ton, se especula con que la capacidad teórica de pago de los exportadores podría ser algo mayor si se confirma la anunciada eliminación de los derechos de exportación sobre el maíz.
El mercado de Chicago apenas ha mejorado en los últimos días, aunque la tendencia desde finales de septiembre sigue siendo fuertemente bajista. El productor norteamericano retrasa la venta de maíz a la espera de mejores precios, resultando en bases firmes en el interior de Estados Unidos, ya que la industria necesita materia prima para cumplir con sus compromisos de entrega. En el sector etanol la actividad es muy fuerte y la producción promedio diaria alcanzó un récord histórico la semana pasada. Hasta el momento el USDA proyecta una reducción en el uso de maíz para elaboración del biocombustible durante la campaña en curso, aunque de continuar el ritmo actual dicha previsión deberá corregirse a la suba.
La categoría de demanda que sigue visiblemente débil en Estados Unidos es la exportación, afectada por la elevada competencia procedente de Brasil y otros orígenes competitivos, entre los que aparecen Ucrania y Argentina. Los compromisos de ventas externas reportados por el USDA desde comienzos de la campaña acumulan 14,5 M tn, volumen del cual sólo el 40% ha sido efectivamente embarcado. Dicho total se encuentra casi un 30% por debajo de las ventas externas concertadas a la misma altura del año pasado.
Paralelamente, la actividad en los puertos brasileños sigue con gran ritmo. Octubre marcó un récord de exportaciones de maíz de 5,55 M tn, superando largamente el máximo anterior de 3,95 M tn establecido en octubre de 2013. Distintas proyecciones anticipan que el total de ventas externas brasileñas de esta campaña superará las 30 M tn, bien por encima de las 21 M tn colocadas durante 2013/14 (ciclo marzo/febrero). Sin embargo, a medida que avanza la colocación del saldo exportable brasileño la competitividad de este origen va declinando y el golfo de México ya es el punto de salida más económico a nivel global en términos de valores FOB. Naturalmente, su conveniencia para los importadores dependerá de la distancia a los centros de consumo, aunque el abaratamiento de los fletes marítimos juega a favor.
La demanda internacional no muestra gran agresividad, aunque los compradores siguen adquiriendo volúmenes significativos todos los meses. El mercado global de granos forrajeros cuenta con amplia disponibilidad de oferta y el crecimiento del consumo se ha moderado notablemente. Los stocks se encuentran en un nivel cómodo, alcanzando máximos en las últimas tres décadas. En este contexto, la posibilidad de observar un rally alcista relativamente sostenido queda limitada casi con exclusividad al nerviosismo que genera el mercado climático sudamericano.