La carne vacuna pierde terreno frente al pollo, cerdo y pescado

Ignacio Iriarte
Durante la década de 1990, el precio de una vaquillona negra preñada promedió los 290 dólares. Después de la devaluación de principios de 2002, llegó a caer hasta sólo 131 dólares (junio 2002), pero se recuperó rápidamente hasta los 300 dólares, valor que promedió durante los años siguientes. Cuando se termina 2009, el precio sube rápidamente hasta tocar un máximo histórico en la primavera del 2011, con 1.200 dólares por cabeza.
Luego la fase de retención se enfría, el precio de la hacienda baja después de lograr máximos históricos en dólares y en pesos constantes. En menos de dos años después, en la primavera del 2013, una vaquillona preñada cotiza a menos de 470 dólares, o sea un 60 por ciento menos que dos años atrás.

A partir de entonces, el precio vuelve a subir, promediando en 2014 los 580 dólares y en 2015 los 733 dólares, ubicándose hoy en día en los 862 dólares. Un inversor extranjero, que consultamos a menudo, y que ha comprado y vendido todas sus vacas más de una vez en los últimos 20, nos dice que a estos valores en dólares es más conveniente vender que comprar vaquillonas.
“El dólar está muy atrasado y el precio de la hacienda a moneda constante está adelantado, por lo que el precio actual en dólares no parecería sostenible en el mediano plazo”, sostiene.

Escenario

Con respecto al año 2000, la producción mundial de carne vacuna, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), creció 17,8 por ciento. La de cerdo, 34,3 por ciento; pollo, 79,2; y peces en piletas o estanques, 140 por ciento.
La producción de carne vacuna, con unos 58 millones de toneladas, ha quedado en términos absolutos rezagada detrás de la de carne de ave (89 millones de toneladas), de la de cerdo (110 millones de toneladas) y de la de pescado, tanto sea la de peces de captura en mares y ríos (93 millones de toneladas), como la que proviene de la acuicultura (79 millones de toneladas).
A propósito de este tipo de producción: hoy China produce más carne de peces en piletas o estanques (60 millones de toneladas) que lo que se produce de carne vacuna en todo el mundo.

En cuanto al comercio internacional de carnes, y también con respecto al 2000, el de carne vacuna ha crecido 63 por ciento; de cerdo, 123; aviar, 121 por ciento.

Un destacado analista del mercado internacional, de origen australiano, caracteriza de la siguiente manera la situación del mercado internacional de la carne: “Estabilidad en el volumen comercializado, en el orden de las 9,6 millones de toneladas anuales. Caída del 15 por ciento (promedio) en los últimos dos años en el precio internacional de la carne vacuna. Efectos negativos del fortalecimiento del dólar sobre el precio internacional de la carne. Devaluación generalizada en la mayoría de los países compradores y vendedores de carne vacuna. Peores términos de intercambio de los países petroleros y países exportadores de materias primas. Gran dependencia del mercado internacional de las compras de China, que estaría absorbiendo entre 15 y 20 por ciento de la carne exportada en el mundo. Marcada recuperación del liderazgo de Brasil. Fuerte crecimiento de la producción de carne de pollo, cerdo y pez. Estabilidad en la producción mundial de carne vacuna. Auge del comercio de ganado en pie, que ya alcanza los 5 mil millones de dólares anuales”.