Según el análisis de CAFMA del primer
semestre del sector de las maquinarias agrícolas, los número son
auspiciosos pero “muchas expectativas dan paso a un segundo semestre con
cautela”.
Un informe realizado por la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) asegura que el primer semestre fue auspicioso y las expectativas de recomponer las ventas, tranto de olvidar que el 2015 fue el peor año de la última década, se cumplieron.
De todas formas, el presidente de la Cámara, Marcelo Valfiorani, advirtió que los buenos números deben ser acompañados por políticas públicas que aseguren la competitividad de las máquinas a nivel nacional y en el plano internacional.
A continuación compartimos el informe de CAFMA, en el cual se detallan las ventas del primer semestre del 2016, el tema de las sembradoras importadas que están entrando al país, el financiamiento que se busca para poder volver a tener presencia internacional mediante las exportaciones, Brasil compitiendo al costo y muchos temas más:
“En los primeros meses del año se pensaba que la mejora iba a ser rápida y había grandes expectativas, como lo vimos en Expoagro donde muchos productores y contratistas se acercaron a ver maquinaria y a solicitar presupuestos. Pero luego el factor climático en Córdoba y Santa Fe, que fueron las provincias más afectadas por las inundaciones, frenó este impulso que había en el sector comprador”, introdujo Marcelo Valfiorani, presidente de la CAFMA (Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola).
En materia de ventas, 2015 fue el peor año de la última década de la maquinaria agrícola. Los datos del INDEC indican que en el primer semestre de este año se vendieron casi la misma cantidad de cosechadoras (330 vs. 352, el - 6%), un 15% más de tractores (2293 vs. 1999), y un 45% de sembradoras (646 vs. 445). Este es a su vez el sector que estaba más atraso en inversión, ya que el año pasado estaba trabajando en un 25-30% de su producción, con lo cual este incremento ayuda a transcurrir mejor el año pero se mantiene una gran capacidad ociosa. El resto de los implementos registró una suba del 6 al 10% dependiendo del rubro. Algunos productos se venden más en el primer semestre, y otros esperan la segunda mitad del año por el tipo de actividad que los demanda, como poscosecha, almacenamiento, y tolvas.
La CAFMA estima una mejora promedio entre el 10 y el 15% en relación al 2015 en el total de la maquinaria, lo cual muestra que el mercado se va reponiendo lentamente pero no llegará a saturar a las fábricas. Hay que tener en cuenta que durante todo este período de crisis las empresas mantuvieron su plantel y están con capacidad ociosa: la mano de obra se mantuvo intacta de la época de altas ventas, como el año 2011. Una de las razones para sostener la estructura es que cuesta mucho trabajo y tiempo capacitar al personal, y se optó por retenerlos para cuidar a la gente que tanto esfuerzo llevó profesionalizar.
Una de las claves para recomponer al sector es tener ventas en el exterior. Pero hoy la industria argentina no es competitiva con los insumos, ni con la mano de obra, ni con los impuestos, ni con la logística. Argentina tiene un alto potencial para crecer en maquinaria agrícola, de hecho en 2015 se exportó sólo un 25% de lo logrado en 2011. Es necesario salir a recuperar mercados y a abrir nuevos destinos.
Se debe tener en cuenta que el mundo no tiene las mismas condiciones que en 2011. El contexto macroeconómico ha variado; por ejemplo, Brasil tiene paradas las ventas internas con maquinarias fabricadas en exceso, entonces salen a competir en diferentes mercados a precios de costo. No sólo compiten en Argentina, sino que además nos compiten en nuestros mercados externos.
“Mientras se va mejorando la competitividad del país, estamos solicitando que se estudie la opción de contar con herramientas financieras en el exterior”, agregó Valfiorani. Este pedido ya fue presentado en el Ministerio de Agroindustria y el Gobierno Nacional está estudiando su implementación.
“Como se trata de bienes de capital y las compras a veces son importantes en montos, tener herramientas de financiación a 3 o 4 años es fundamental para poder mejorar las exportaciones. Esto es muy importante para la exportación, porque independientemente de que uno pueda tener precios más caros, es reconocida la calidad de nuestras máquinas, y el plazo de financiamiento siempre resulta atractivo. El comercio exterior es uno de los sectores donde se pueden crecer”, manifestó el directivo.
Respecto del ingreso de sembradoras del exterior, la preocupación de la CAFMA es la situación de las fábricas nacionales (son unas 40 empresas de sembradoras), que han hecho el esfuerzo de tecnificarse, de mantener a sus empleados en tiempos de crisis y deberían tener un apoyo frente a esta situación, porque es muy difícil ser competitivos de un día para el otro. Estos equipos se fabrican en nuestro país, por lo tanto, lo primero que se manifiesta es que la maquinaria importada no debería tener las mismas opciones de financiación que las nacionales. Si se deja que ingrese la maquinaria a bajo costo, cada día resulta más complicado mantener a la gente en sus puestos de trabajo.
“Defendamos las fábricas nacionales sobre todo mientras no somos competitivos, porque venimos de 6 años de inflación, de atraso cambiario, y nos va a llevar un par de años recomponernos”, cerró Valfiorani.
Un informe realizado por la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) asegura que el primer semestre fue auspicioso y las expectativas de recomponer las ventas, tranto de olvidar que el 2015 fue el peor año de la última década, se cumplieron.
De todas formas, el presidente de la Cámara, Marcelo Valfiorani, advirtió que los buenos números deben ser acompañados por políticas públicas que aseguren la competitividad de las máquinas a nivel nacional y en el plano internacional.
A continuación compartimos el informe de CAFMA, en el cual se detallan las ventas del primer semestre del 2016, el tema de las sembradoras importadas que están entrando al país, el financiamiento que se busca para poder volver a tener presencia internacional mediante las exportaciones, Brasil compitiendo al costo y muchos temas más:
“En los primeros meses del año se pensaba que la mejora iba a ser rápida y había grandes expectativas, como lo vimos en Expoagro donde muchos productores y contratistas se acercaron a ver maquinaria y a solicitar presupuestos. Pero luego el factor climático en Córdoba y Santa Fe, que fueron las provincias más afectadas por las inundaciones, frenó este impulso que había en el sector comprador”, introdujo Marcelo Valfiorani, presidente de la CAFMA (Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola).
En materia de ventas, 2015 fue el peor año de la última década de la maquinaria agrícola. Los datos del INDEC indican que en el primer semestre de este año se vendieron casi la misma cantidad de cosechadoras (330 vs. 352, el - 6%), un 15% más de tractores (2293 vs. 1999), y un 45% de sembradoras (646 vs. 445). Este es a su vez el sector que estaba más atraso en inversión, ya que el año pasado estaba trabajando en un 25-30% de su producción, con lo cual este incremento ayuda a transcurrir mejor el año pero se mantiene una gran capacidad ociosa. El resto de los implementos registró una suba del 6 al 10% dependiendo del rubro. Algunos productos se venden más en el primer semestre, y otros esperan la segunda mitad del año por el tipo de actividad que los demanda, como poscosecha, almacenamiento, y tolvas.
La CAFMA estima una mejora promedio entre el 10 y el 15% en relación al 2015 en el total de la maquinaria, lo cual muestra que el mercado se va reponiendo lentamente pero no llegará a saturar a las fábricas. Hay que tener en cuenta que durante todo este período de crisis las empresas mantuvieron su plantel y están con capacidad ociosa: la mano de obra se mantuvo intacta de la época de altas ventas, como el año 2011. Una de las razones para sostener la estructura es que cuesta mucho trabajo y tiempo capacitar al personal, y se optó por retenerlos para cuidar a la gente que tanto esfuerzo llevó profesionalizar.
Una de las claves para recomponer al sector es tener ventas en el exterior. Pero hoy la industria argentina no es competitiva con los insumos, ni con la mano de obra, ni con los impuestos, ni con la logística. Argentina tiene un alto potencial para crecer en maquinaria agrícola, de hecho en 2015 se exportó sólo un 25% de lo logrado en 2011. Es necesario salir a recuperar mercados y a abrir nuevos destinos.
Se debe tener en cuenta que el mundo no tiene las mismas condiciones que en 2011. El contexto macroeconómico ha variado; por ejemplo, Brasil tiene paradas las ventas internas con maquinarias fabricadas en exceso, entonces salen a competir en diferentes mercados a precios de costo. No sólo compiten en Argentina, sino que además nos compiten en nuestros mercados externos.
“Mientras se va mejorando la competitividad del país, estamos solicitando que se estudie la opción de contar con herramientas financieras en el exterior”, agregó Valfiorani. Este pedido ya fue presentado en el Ministerio de Agroindustria y el Gobierno Nacional está estudiando su implementación.
“Como se trata de bienes de capital y las compras a veces son importantes en montos, tener herramientas de financiación a 3 o 4 años es fundamental para poder mejorar las exportaciones. Esto es muy importante para la exportación, porque independientemente de que uno pueda tener precios más caros, es reconocida la calidad de nuestras máquinas, y el plazo de financiamiento siempre resulta atractivo. El comercio exterior es uno de los sectores donde se pueden crecer”, manifestó el directivo.
Respecto del ingreso de sembradoras del exterior, la preocupación de la CAFMA es la situación de las fábricas nacionales (son unas 40 empresas de sembradoras), que han hecho el esfuerzo de tecnificarse, de mantener a sus empleados en tiempos de crisis y deberían tener un apoyo frente a esta situación, porque es muy difícil ser competitivos de un día para el otro. Estos equipos se fabrican en nuestro país, por lo tanto, lo primero que se manifiesta es que la maquinaria importada no debería tener las mismas opciones de financiación que las nacionales. Si se deja que ingrese la maquinaria a bajo costo, cada día resulta más complicado mantener a la gente en sus puestos de trabajo.
“Defendamos las fábricas nacionales sobre todo mientras no somos competitivos, porque venimos de 6 años de inflación, de atraso cambiario, y nos va a llevar un par de años recomponernos”, cerró Valfiorani.