Trigo con salida exportadora y gran disparidad de precios Guillermo Rossi

A medida que avanzan los trabajos de cosecha, el mercado local del cereal continúa mostrando alta disparidad de precios en función de las condiciones de entrega y las exigencias de calidad de los compradores. Los plazos de pago son también relevantes, ya que las tasas de interés se han convertido en un factor a monitorear. La exportación y los molinos han segmentado sus ofrecimientos en las últimas semanas, concediendo considerables premios por aquellos lotes que reúnen niveles de proteína superiores a 10,5% sobre base húmeda. De hecho, sobre el cierre de la semana el trigo de calidad se negociaba un 30% por encima de los valores Cámara del estándar de comercialización.
La trilla presenta cierto retraso respecto del año pasado, tanto en volumen recolectado como en términos porcentuales. Al 30 de diciembre la proporción cosechada a nivel nacional era del 75%, frente a 88% a la misma altura del ciclo 2014/15. De este modo, se estima que a finales de diciembre el stock físico se acerca a 10 M tn, resultado de sumarle al grano acumulado en chacra el inventario remanente de la campaña ya concluida. Hasta ahora el consumo es muy bajo, ya que tanto la exportación como la molienda del mes de diciembre habrían quedado por debajo de 500.000 tn de acuerdo a relevamientos preliminares sobre fuentes del mercado.
Asimismo, se detecta que la proporción de oferta comercializada hasta el momento es notablemente baja, apenas superior al 15% del total según datos oficiales. Esto llama doblemente la atención debido a la considerable mejora que experimentaron los precios y al hecho de que este cereal suele utilizarse para adelantar el flujo de fondos de la empresa agropecuaria, siendo habitual su rápida salida de la etapa primaria. Sin embargo, las restricciones impuestas sobre la comercialización en los últimos años han generado cambios en las pautas de venta que se extienden hasta hoy.
Muchos productores argumentan que los precios de pizarra se encuentran alejados de los valores que sugiere la capacidad teórica de pago en puertos y por ello retrasan sus decisiones de venta. Sin embargo, cabe advertir aquí dos cuestiones. En primer lugar, los precios FOB sobre los cuales usualmente se parte como referencia para calcular el FAS teórico corresponden a embarques con 12% de proteína, calidad que históricamente tenía el trigo argentino pero que en la actualidad los compradores no pueden alcanzar en simples operaciones de originación bajo condiciones Cámara, donde la proteína está sujeta a bonificaciones o rebajas pero no forma parte de los parámetros que determinan el grado –y por ende, la posibilidad de rechazo- de la mercadería.
Además, el stock disponible en etapa primaria es realmente holgado y la enorme disponibilidad de oferta que permanece sin vender –cerca del 85% del total de la campaña- genera un potencial depresivo que podría acentuarse con el paso de las semanas. Esto implica que la convergencia de los precios de mercado con el denominado “FAS teórico” no está asegurada o bien podría darse al revés de las expectativas, con una caída del precio FOB. De hecho, este último acumula una baja superior a u$s 30/ton en los últimos tres meses, ante la necesidad de los exportadores de desprenderse de sus inventarios y la gran debilidad de la demanda externa.
Uno de los temas de la semana fue la confirmación por Boletín Oficial de que se eliminan los ROE Verde, regresándose al esquema de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) vigente hasta 2008. La noticia fue bien recibida por la cadena del cereal panadero, una de las más afectadas por el marco regulatorio de los últimos años, cargado de imprevisibilidad y con un alto componente de discrecionalidad. Sin embargo, la normativa establece un régimen especial para el trigo, en el que la DJVE sólo tiene una validez de 45 días desde su fecha de registración. Si bien se aclara que se trata de un mecanismo transitorio “hasta tanto se normalice el cambio de sistema”, la excepción generó algunas dudas en los participantes del mercado. El temor es que se trate de una continuidad encubierta, ya que la totalidad de los ROE Verde del último mes de vigencia de la resolución 543/08 –algo más de un millón de toneladas, incluyendo baja proteína- fueron emitidos justamente bajo la modalidad «45 días».
Nuestro país se muestra muy competitivo en el mercado internacional, por lo que seguramente aparecerán buenas oportunidades comerciales durante el resto del verano. Esta tendencia podría reforzarse si los precios FOB en otros orígenes empiezan a subir, algo que podría ocurrir si se confirma el deterioro en el estado de los cultivos de invierno en el hemisferio norte tras la llegada de frío extremo al sudoeste de Rusia e inundaciones en las planicies de Estados Unidos. De ser el caso, esto le permitirá a nuestro país seguir llegando a destinos africanos luego de haber colocado embarques para enero en Egipto y tras fuertes rumores que indican que se le vendió trigo a Argelia a precios que incluían un fuerte descuento respecto de las ofertas de exportación europeas.
Sin embargo, el gran comprador del trigo argentino es Brasil y este jugador sigue brillando por su ausencia, adquiriendo volúmenes limitados aunque superiores a los registrados a la misma altura del año pasado. Hasta el momento los molinos del sur se han abastecido mayormente de producción local y con algo procedente de Paraguay, aunque tras un comienzo de campaña agitado este origen ya no cuenta con un saldo exportable remanente demasiado holgado. Se estima que todavía podrían colocarse en el exterior unas 300.000 tn del cereal paraguayo, las que seguramente saldrán con rapidez antes del ingreso de la cosecha de soja, que en las regiones más adelantadas está por comenzar.