Los granos perdieron la carrera de los precios entre el 2004 y 2015 en Argentina Julio Calzada y Nicolás Ferrer
FUERON SUPERADOS POR LOS PRECIOS DE SALARIOS, BIENES NO TRANSABLES, ÍNDICE DE PRECIOS AL CONSUMIDOR Y OTROS.
I) Introducción y conclusiones.
Nuestro
estudio empezó tratando de analizar la oferta y demanda de dinero en
Argentina en el período 30/12/2004 al 31/7/2015. Queríamos ver de qué
manera el crecimiento de la emisión monetaria y - por ende - de la
oferta de dinero en estos últimos 10 años había impactado sobre los
precios de distintos bienes de la economía nacional. Pero llegamos a un
punto donde creemos interesante anticipar las conclusiones, para luego
explicar en detalle la metodología utilizada en el estudio. Las
conclusiones sobre los precios están resumidas en el cuadro N°1. Creemos
conveniente indicar que hemos tomado el mes de diciembre de 2004,
porque consideramos que para esa fecha comenzaba a evidenciarse la
superación de la crisis económica argentina del año 2001, que había
generado una fuerte devaluación de la moneda local, corrida bancaria y
cambiaria, caída en el nivel de actividad económica, escasez de reservas
internacionales y default en la deuda pública de nuestro país. En el
2004 existían los famosos superávits gemelos (comercial y fiscal). En el
2014 tuvimos superávit comercial pero no fiscal. Y para el 2015 algunos
economistas estiman que no habrá ni superávit comercial ni fiscal. El
déficit fiscal de este año se ubicaría entre el 5 y el 7% del producto
bruto interno. Evidentemente, se han deteriorado los fundamentos
macroeconómicos de Argentina.
Pues
bien, volvamos a la comparación de algunos precios de bienes y
servicios relevantes para la economía nacional entre diciembre de 2004 y
Julio de 2015. Nuestro análisis tiene una limitación: son pocos los
productos que hemos examinado. Aun así, nos parece que nuestro análisis
tiene consistencia y nos permite arribar a interesantes conclusiones que
exponemos a continuación:
a)
Los precios que menos crecieron en diez años y medio - en la muestra
que se adoptó arbitrariamente - fueron los de los tres principales
granos (soja, maíz y trigo), tomando los valores registrados en el
mercado físico de la Bolsa de Comercio de Rosario. Entre diciembre 2004 y
julio 2015 los valores tuvieron un incremento que oscila entre el 300% y
el 363% como puede verse en el cuadro N°1. Como ejemplo podemos indicar
que el precio de la soja era de 470 $ la tonelada el 30/12/2004 en el
disponible y pasó a valer $ 2000.- el último día de Julio del 2015. El
crecimiento de precios del poroto de soja fue del 326% entre el
30/12/2004 y el 31/7/2015. Peor le fue al tipo de cambio oficial que
creció un 209%, pasando de $ 2,97 por U$S a 9,20 $/U$S. Lógicamente,
como los productores agropecuarios venden granos con cotización
internacional en U$S, el retraso en el tipo de cambio los afecta
fuertemente e impacta sobre los valores de la soja en el mercado físico
de Rosario. De allí la floja evolución que han tenido estos precios en
el período considerado, comparando con otros precios de bienes no
transables o de productos de consumo masivo a nivel doméstico.
b)
El resto de los precios de los bienes y servicios tomados en la muestra
de este estudio evidencian mayores aumentos que los experimentados por
la soja, el maíz y el trigo. Como indicador para el valor de bienes o
servicios no transable (no comercializable en el exterior) hemos tomado
la mano de obra para la construcción de edificios según relevamientos
realizado por la Cámara Argentina de la Construcción. Este salario tuvo
un crecimiento del 1.287% en diez años y medio, según encuesta realizada
por la Cámara. Dicha evolución no difiere
considerablemente de la mostrada por estadísticas oficiales referentes
al incremento de los ingresos nominales de los trabajadores. El
nivel general del Índice de Salarios elaborado por el INDEC muestra un
alza del 1.023% en el período bajo análisis, mientras que el capítulo
correspondiente al empleo del sector privado no registrado exhibe una
suba superior al 1.300%. Otros bienes no transables como el cemento
portland registró un crecimiento en sus precios del 434% entre diciembre
de 2004 y Julio de 2015. Otro ejemplo de bien no transable que hemos
tomado es el del “Vidrio float transparente 4 mm con colocación” que se
utiliza en la construcción de edificios. Este producto registró un
crecimiento en los precios de 1.373%. Como vemos, los bienes no
transables citados superan en el crecimiento de sus precios a los bienes
transables (comercializables en el exterior) como la soja, el maíz y el
trigo.
c)
El aumento en el costo del dinero en Argentina también fue superior al
de los granos en estos 10,5 años considerados. El precio del dinero lo
mide la tasa de interés, ya que representa el costo de oportunidad de la
tenencia de un activo tan líquido. La tasa de interés BADLAR en pesos
al 30/12/2004 (TNAV) era del 2,38% anual. Para el último día del mes de
Julio de 2015 dicha tasa había subido al 21,06% anual. El crecimiento en
el período habría sido del 785%.
d)
También el precio de los granos habría perdido la carrera contra el
índice de precios al consumidor en estos 10,5 años. Para efectuar esta
comparación, decidimos efectuar un empalme de distintos índices de
precios al consumidor. Agradeceremos tomar con cuidado nuestras
estimaciones, ya que existen diferencias en las metodologías de medición
de cada índice adoptado y en la canasta cuya evolución viene a
representar. El índice que hemos calculado vendría a representar “la
variación del nivel general de precios al consumidor que surge a lo
largo del tiempo suponiendo que cada índice utilizado representa
adecuadamente el alza mensual del nivel general de precios para su
período de referencia”. Habiendo realizado dicha aclaración, el índice que armamos se empalmó de la siguiente forma:
*De enero 2004 a diciembre 2006 tomamos como referencia el IPC Gran Buenos Aires Base 2008 = 100 publicado por INDEC.
*De
enero 2007 a diciembre 2010 aplicamos a dicho índice la variación
mensual del IPC General estimado por el Instituto Provincial de
Estadísticas y Censos de la provincia de Santa Fe.
*De
enero 2011 en adelante, se aplicó al índice la variación mensual del
IPC General que elaboran diversas consultoras privadas y difunden los
legisladores del Congreso Nacional.
El
resultado fue el siguiente: al 30/12/2004 el índice ascendía a 72,26
según el INDEC. Al 31/7/2015, con el empalme realizado, el índice se
encontraría en 558,42. El crecimiento puntual en 10,5 años habría sido
del 673%, superior al aumento registrado en el mercado físico de Rosario
para los valores de la soja, el trigo y el maíz.
e)
Pero hay otros aspectos realmente llamativos que vamos a profundizar
seguidamente. Veamos el cuadro N°2 y N°3. La circulación monetaria
(billetes y monedas en poder del público) creció en 10,5 años cerca del
977%. La oferta de dinero –en el mismo período- tuvo un incremento del
904%. La Base monetaria creció un 891%. Pero el crecimiento del producto
bruto interno real (medido a través del Valor Agregado Bruto en
millones de pesos del año 2004 que estima el INDEC) fue de apenas el 58%
entre diciembre del 2004 a julio del 2015. Es decir que la cantidad de
bienes finales que genera la economía nacional en un año –medidos por el
valor agregado bruto- hoy se transaccionan con una oferta monetaria muy
superior a la existente en Diciembre de 2004. Esto demuestra, que el
aumento en la oferta de dinero –por emisión monetaria y otros factores-
se trasladó en su mayor parte a los precios de los bienes no transables,
productos de consumo masivo y también- en menor medida- hacia los
bienes transables (carne, leche, granos) donde el tipo de cambio oficial
ajustó en menor magnitud respecto de los otros bienes considerados. Es
importante destacar que fue bajo el crecimiento de los precios de
exportación de los bienes transables (ver el precio de exportación FOB
Up River de la soja que apenas crece 87% en dólares entre el 2004 y el
2015). En síntesis, el fuerte aumento en la base monetaria y luego en la
oferta monetaria impactó con mayor fuerza sobre el índice de precios al
consumidor y sobre los precios de los bienes no transables. De allí la
pérdida de competitividad que hoy vemos en los sectores exportadores
argentinos.
Por
otra parte, como veremos luego, el crecimiento de la oferta monetaria
ha respondido principalmente a decisiones del Gobierno Nacional y Banco
Central (creación primaria de dinero) y no a la creación secundaria de
dinero que realizan los bancos vía la toma de depósitos y otorgamiento
sucesivo de préstamos (proceso de expansión múltiple del crédito). Si
bien la tasa de encaje fijada por el BCRA para los depósitos tiende a
bajar levemente entre el 31/12/2004 y el 31/7/2015, pasando de 13,5% a
10,7%, la caída es poco significativa. El multiplicador bancario
registra una leve suba para el 31/7/2015 (pasa de 2,82 a 2,85) con lo
cual ha existido una mayor creación de dinero por parte de los bancos,
pero el incremento no ha sido muy significativo. El crecimiento de la
oferta de dinero –y su traslado a precios- tiene que ver principalmente
con decisiones del Gobierno Nacional y el Banco Central, con el déficit
fiscal y no tanto con el proceso de creación de dinero secundario que
realizan los bancos.
II) Algunos conceptos teóricos sobre la oferta y demanda de dinero en Argentina.
Para
abordar este tema, vamos a exponer inicialmente algunos conceptos
básicos para que se pueda entender la mecánica de la oferta y la demanda
de dinero en una economía como la Argentina[1].
¿Qué es la Oferta de dinero u Oferta Monetaria?:
es el stock de dinero que circula en la economía nacional. Cualquier
habitante de nuestro país puede pagar una determinada transacción con
los siguientes tipos de dinero: a) billetes y monedas que tenga en su
poder, b) emitiendo un cheque y utilizando su saldo en cuenta corriente,
c) Usando su tarjeta de débito bancaria para pagar una compra,
efectuándose un débito contra sus fondos depositados en caja de ahorro,
d) Retirando la plata que tiene depositada en “Plazos fijos” bancarios y
pagando la compra que realiza. También podría pagar con su tarjeta de
crédito y al vencimiento abonar la cuenta de la tarjeta con los fondos
que tenga en un depósito a plazo fijo bancario. Todos estos fondos
pueden ser considerados como “dinero” para pagar transacciones.
En
nuestro análisis, hemos utilizado una definición amplia de Oferta
Monetaria o cantidad total de dinero. Usamos el denominado M3 que
consiste en sumar la cantidad de moneda en circulación y los depósitos
de los particulares y empresas en cuentas corrientes bancarias, caja de
ahorro y plazo fijo.
El
Banco Central de la República Argentina es el encargado de manejar los
aumentos y disminuciones en la cantidad de dinero. Cuando el BCRA quiere
aumentar o reducir la oferta de dinero en la economía puede recurrir
–en líneas generales- a tres medidas:
a)
Comprar pesos, colocando dólares u otras divisas o realizar la
operación inversa (comprar dólares y pagar en pesos). Por ejemplo,
cuando quiere aumentar la oferta de dinero imprime pesos y los utiliza
para comprarle dólares a los particulares o empresas. Puede emitir
también dinero recibiendo bonos o letras de tesorería del gobierno
nacional.
b)
También puede emitir bonos (Letras del Banco Central LEBAC)
vendiéndolos a cambio de pesos. En este caso retira pesos de circulación
y hace caer la Oferta Monetaria. También puede realizar la operación
inversa: recomprar bonos ya emitidos (LEBAC o bonos del gobierno
nacional), entregando pesos al público en general y de esta forma logra
aumentar la oferta monetaria.
c)
El Banco Central puede incidir sobre el dinero que prestan los bancos
fijando encajes sobre los depósitos que reciban las entidades bancarias
de particulares.
¿Qué es la circulación monetaria?:
es la cantidad de billetes y monedas que circulan en una determinada
economía. Son emitidos por el Banco Central de la República Argentina.
¿Qué es la Base monetaria?:
Consiste en la suma de la Circulación Monetaria más los depósitos en
cuenta corriente que deben dejar las entidades financieras en el Banco
Central en concepto de encajes. La base monetaria es muy importante
porque es el agregado monetario a través del cual el Banco Central de la
República Argentina puede ejercer un control directo sobre la Oferta de
Dinero, ya sea modificando la cantidad de circulante mediante la compra
y venta de pesos contra dólar o bonos (como vimos más arriba) o
alterando el porcentaje de los depósitos que deben dejar los bancos en
el BCRA como encaje o a través de operaciones directas de prestamos a
los bancos (redescuentos). Sobre la base monetaria intervienen
habitualmente los bancos centrales, generalmente vía operaciones de
mercado abierto.
¿Qué son los encajes bancarios?:
Los Bancos Centrales habitualmente deciden que un porcentaje de los
depósitos que reciben las entidades bancarias de particulares no sean
pasibles de ser “represtados”, debiendo quedar depositados esos fondos
en cuentas especiales en el Banco Central. A fijar estas tasas de
encajes (%) por tipo de depósito (cuenta corriente, plazo fijo, caja de
ahorro, etc.), evita que los bancos puedan prestarlos y, por ende, se
limita la cantidad de dinero que las entidades bancarias pueden crear en
un proceso sucesivo y multiplicativo de toma de depósitos y préstamos
posteriores. En este mecanismo, las entidades bancarias pueden “crear
dinero” en lo que se denomina “creación secundaria de dinero” o “proceso
de expansión múltiple del crédito”. En toda economía capitalista, no
solamente el Banco Central de un país puede crear dinero (llamada
creación primaria de dinero); sino también las entidades bancarias
pueden hacerlo mediante este mecanismo sucesivo y progresivo de
depósitos y préstamos (creación secundaria de dinero).
El
Banco Central interviene fijando la base monetaria. Pero luego los
bancos realizan la creación secundaria de dinero mediante el proceso
sucesivo de depósitos y prestamos posteriores. Por eso, si multiplicamos
la base monetaria por el multiplicador bancario, obtendremos la oferta
total de dinero (medida como M3, en nuestro caso). Esto puede
vislumbrarse en el cuadro N°2.
¿Qué significa el total de depósitos bancarios?:
son los fondos colocados por particulares en las entidades bancarias.
En nuestro análisis surge de restar a la oferta monetaria (M3), la
circulación monetaria.
¿Cuáles son las variables que inciden sobre la demanda de dinero de los particulares y empresas?
Recordemos
algo importante. Toda la oferta de dinero (M3) detallada anteriormente
es utilizada por los particulares para realizar transacciones (función
del dinero como medio de pago) con el objeto de adquirir bienes y
servicios. También será utilizada como depósito o reserva de valor, lo
cual significa que la gente conserva y guarda el dinero para utilizarlo
en el futuro para adquirir bienes y servicios. Estas son dos de las tres
funciones que habitualmente tiene el dinero: sirve como medio de pago,
como reserva de valor y también como unidad de cuenta.
En
consecuencia, el público en general (y las empresas) demandarán dinero y
querrán tenerlo en su poder para hacer transacciones o para guardar ese
dinero y utilizarlo en el futuro. Aparece de esta forma en nuestro
análisis, la denominada demanda de dinero. Las principales variables que afectan a la demanda de dinero de los particulares y empresas son:
a) Producto Bruto Interno real y el nivel general de precios de los bienes y servicios:
Cuánto más transacciones se realicen en una economía, más grande será
la cantidad de billetes y monedas que demandará el público. La demanda
de dinero se incrementará cuanto mayor sea el producto bruto interno
real de una economía y por lo tanto se deban realizar una cantidad más
elevada de transacciones con una mayor cantidad de bienes y servicios.
También la demanda de dinero para transacciones será más alta cuanto
mayores sean los precios de esos bienes y servicios que se van a
comprar. En una economía inflacionaria, la demanda de dinero de la
población crece porque debe realizarse transacciones a precios a cada
vez más elevados. En consecuencia, la gente necesita mayor cantidad de
billetes y monedas o billetes de mayor denominación.
Recordemos
además que los bienes que va a comprar la población con dinero pueden
ser transables o no transables. En una definición sencilla podemos
indicar que los bienes transables son aquellos que pueden
comercializarse a nivel internacional (es el caso de la soja, maíz y
trigo que puede exportarse). Los no transables son aquellos que no
pueden exportarse o importarse, como el caso de los servicios de un
peluquero o la construcción de una casa.
Por
eso, las variables que afectan la demanda de dinero para transacción y
que impactan sobre el nivel general de precios y el PBI real son las
siguientes: a.1) precios de los bienes transables en U$S y los precios
de los no transables fijados en pesos; a.2) tipo de cambio nominal al
cual se multiplican los precios en U$S de los transables; a.3)
cantidades de bienes transables y no transables que comprará el público
en general con su stock de dinero.
También
es importante recordar que cuando hay un tipo de cambio nominal más
elevado (se devalúa la moneda local), la gente al comprar bienes
transables los termina pagando más caros. En consecuencia, cuando
aumenta el dólar (se devalúa el peso), aumenta la demanda de dinero de
la población para efectuar compras de bienes transables.
b) Tasa de interés de los bonos:
la población demanda dinero también como reserva de valor. Puede
decidir guardar su riqueza en forma de dinero –en efectivo o mediante un
depósito bancario- o puede invertir en otros activos como los bonos
(deuda del gobierno o empresas), dólares, acciones o activos reales.
Cuánto más alta sea la tasa de interés que paguen los bonos, el público
se verá tentado a invertir su dinero en estos activos financieros y a no
quedarse con los billetes y monedas en la mano. Es elevado el costo de
oportunidad (lo que se pierde de ganar) por quedarse con el dinero
cuando la tasa de interés es alta y no invertir en bonos u otros
activos. En este caso se verá tentado a no dejar su riqueza en un
depósito bancario (cuenta corriente, caja de ahorro o plazo fijo). En
consecuencia, hay una relación inversa entre la demanda nominal de
dinero que decide tener la población con la tasa de interés. A elevadas
tasas de interés de los bonos y de la economía en general, la demanda
nominal de dinero es menor y viceversa.
Por
otra parte, la tasa de interés en pesos que pagan los bonos que emite
el gobierno argentino depende de las siguientes variables: b.1) la tasa
de interés internacional en dólares (es la que pagan los bonos emitidos
por países considerados libres de riesgo, en este caso las notas, letras
y bonos emitidos por los Estados Unidos de América); b.2) depreciación
esperada del peso argentino y b.3) la prima de riesgo país. Braun y
Llach definen a la prima de riesgo país como la “ganancia adicional que
exigen los inversores por comprar un bono de un país con mayor riesgo de
no pagar (default) el monto completo de su deuda”.
En
consecuencia, estos tres factores que afectan y determinan la tasa de
interés en pesos de los bonos argentinos también impactan y determinan
la demanda de dinero de particulares y empresas en nuestro país.
III) La evolución de la oferta y demanda de dinero y de otros agregados monetarios entre diciembre 2004 y Julio 2015.
Miremos
ahora los cuadros N° 2 y 3. Hemos intentado analizar que sucedió con
las variables que afectan la oferta y la demanda de dinero en nuestro
país entre diciembre de 2004 y Julio 2015. Las conclusiones que
obtenemos son las siguientes:
III.1.
En el período considerado, Argentina ha tenido un fuerte crecimiento de
la Oferta Monetaria y Base monetaria. Las cifras son elevadísimas. La
circulación monetaria (billetes y monedas en poder del público) creció
en 10,5 años cerca del 977%. La oferta de dinero –en el mismo período-
tuvo un incremento del 904%. La Base monetaria creció un 891%. Todo
producto de una fuerte emisión monetaria. Pero el crecimiento del
producto bruto interno real (medido a través del Valor agregado bruto en
millones de pesos del año 2004 que estima el INDEC) fue de apenas el
58% entre Diciembre del 2004 y Julio del 2015. Incluso el incremento del
PBI medido a precios de mercado fue del 68% en el período considerado.
Es decir que el valor real de los bienes finales que hoy genera la
economía nacional –medidos por el valor agregado bruto- se transaccionan
hoy con una oferta de dinero mucho mayor. Esto demuestra, que el
aumento en la oferta de dinero –por emisión monetaria y otros factores-
se trasladó en su mayor parte a los precios de los bienes no transables,
productos de consumo masivo, servicios y también- en menor medida-
hacia los bienes transables (leche, carnes, granos, etc.) donde el tipo
de cambio oficial ajustó con retraso respecto de los otros bienes
considerados y donde también fue bajo el crecimiento de los precios de
exportación de los bienes transables (ver el precio de exportación FOB
Up River de la soja que apenas crece 87% en dólares entre el 2004 y el
2015). En síntesis, el fuerte aumento en la base monetaria y luego en la
oferta monetaria generó la tasa de inflación que todos conocemos,
impactando con mayor fuerza sobre los precios de los productos de
consumo masivo y sobre los precios de los bienes no transables. De allí
la pérdida de competitividad que hoy vemos en los sectores exportadores
argentinos.
Reafirma
lo dicho anteriormente la evolución del índice de precios al consumidor
(crece un 673% en 10,5 años), algunos bienes no transables con subas de
entre el 1300% y el 400% (ver cemento portland y vidrio float) y el
gran crecimiento de los salarios (en este caso los de la construcción
con un aumento arriba del 1.200%).
Reiteramos:
nuestro análisis tiene la limitación de haber analizado unos pocos
productos. Aun así, nos parece que tiene la rigurosidad necesaria para
arribar a buenas conclusiones.
III.2.
Como dijéramos al principio, el crecimiento de la oferta monetaria en
el período analizado ha respondido principalmente a decisiones del
Gobierno Nacional y Banco Central (creación primaria de dinero) y no a
la creación secundaria de dinero que realizan los bancos vía la toma de
depósitos y otorgamiento sucesivo de préstamos (proceso de expansión
múltiple del crédito). Si bien la tasa de encaje fijada por el BCRA para
los depósitos tiende a bajar levemente entre el 31/12/2004 y el
31/7/2015, pasando de 13,5% a 10,7%, la baja es poco significativa. En
consecuencia, el multiplicador bancario registra una leve suba para el
31/7/2015 (pasa de 2,82 a 2,85) con lo cual ha existido una mayor
creación de dinero secundario por parte de los bancos, pero el
incremento no es significativo. El crecimiento de la oferta de dinero –y
su traslado a precios- tiene que ver con decisiones del Gobierno
Nacional y el Banco Central, con el déficit fiscal y no tanto con el
proceso de expansión múltiple del crédito que realizan los bancos.
III.3.
Ha sido muy importante el aumento del costo del dinero en Argentina. La
tasa de interés BADLAR en pesos al 30/12/2004 (TNAV) era del 2,38%
anual. A fin de Julio de 2015 se situaba en 21,06% anual. El crecimiento
en el período habría sido del 785%. El traslado de una elevada tasa de
inflación doméstica a la tasa de interés pasiva de los bancos es lo que
está reflejando esta importante suba. En el cuadro N°3 mostramos también
la tasa de interés (rendimiento al vencimiento) que pagaban bonos del
Gobierno Nacional como el BONAR 2016 a Julio de 2015, la cual se sitúa
en el 28,1%. Cifras elevadísimas que demandan una baja urgente de la
tasa de inflación doméstica.
Como
hemos visto la tasa de interés en pesos que pagan los bonos que emite
el gobierno argentino surgiría teóricamente de sumar tres variables:
b.1) la tasa de interés internacional (es la que pagan los bonos
emitidos por países considerados libres de riesgo, en este caso las
notas, letras y bonos emitidos por los Estados Unidos de América); b.2)
depreciación esperada del peso argentino y b.3) la prima de riesgo país.
En el cuadro N°3 hemos analizado la evolución de las tres variables
citadas. Como vemos, la tasa de interés internacional de las notas y
letras del tesoro estadounidense han bajado entre diciembre de 2004 y
Julio de 2015. No podemos echarle la culpa a esta variable de la suba de
la tasa de interés doméstica. Tampoco se puede culpar a la “prima de
riesgo país” que apenas sube de 504 puntos básicos en diciembre de 2005 a
612 pb en Julio de 2015. Claramente, es la tasa de depreciación o
devaluación esperada del peso argentino lo que genera el aumento de la
tasa de interés en pesos de los bonos locales. Dicha tasa de devaluación
esperada pasa del 8% en diciembre de 2004 al 25/30% en Julio de este
año. Claramente, nuestro país necesita controlar su tasa anual de
inflación y de devaluación esperada para hacer converger la tasa de
interés doméstica a la internacional. Es una materia pendiente para el
próximo gobierno. La tasa de interés tiene un impacto directo sobre la
inversión.
Finalmente,
adjuntamos en el cuadro N°3 un detalle de la evolución de reservas
internacionales y su versión neta (RIN). Las RIN surgen de restar a las
reservas Internacionales las cuentas corrientes en otras monedas
(encajes en U$S principalmente) y otros Pasivos que incluyen
fundamentalmente los Fondos Rotatorios y Otras Obligaciones en Moneda
Extranjera derivadas de los convenios internacionales celebrados con
organismos multilaterales u oficiales extranjeros, bancos centrales,
etc.
En
estos indicadores se puede observar el bajo crecimiento del stock de
reservas del Banco central en 10,5 años y el fuerte aumento del
denominado dólar cobertura que surge teóricamente de dividir la base
monetaria respecto de las reservas internacionales. Sube de 2,67 $ por
dólar en diciembre de 2004 a 14,94 $ por dólar en Julio de 2015.
[1]
Se tomaron algunas definiciones del libro “Macroeconomía Argentina” de
Miguel Braun y Lucas Llach. 2da edición. Editorial Alfaomega. Las mismas
fueron readaptadas y simplificadas, a los fines del presente trabajo.