"Chicago va por el ascensor, y la Argentina por la escalera"

Por Dante Romano* | Ambito Financiero 

En el alza que estamos teniendo en soja, Chicago subió u$s 45 la tonelada (14%) desde inicios de junio, mientras que en la Argentina vimos sólo u$s 15 de mejora en la tonelada (8%).  






Hay un viejo dicho del mercado de granos: "Chicago va por el ascensor, y la Argentina por la escalera", en referencia a que muchas veces las variaciones de precio que vemos en Chicago no se trasladan totalmente a nuestro país. En el alza que estamos teniendo en soja, Chicago subió u$s 45 la tonelada (14%) desde inicios de junio, mientras que en la Argentina vimos sólo u$s 15 de mejora en la tonelada (8%). ¿Por qué ocurre esto? ¿En algún momento se recortará la diferencia? Estas preguntas cobran una relevancia enorme en un año donde muchos productores están sufriendo fuertes pérdidas a pesar de que los rendimientos fueron excelentes.

Chicago y Argentina, mercados distintos

Chicago y la Argentina son dos mercados distintos, cuyas particularidades de oferta y demanda se transparentan en sus precios, y si bien somos competidores en los destinos de exportación y ello debería normalizar las variaciones de precio, cuestiones puntuales de cada país pueden justificar este comportamiento.
La razón de la suba en Chicago son las fuertes lluvias que se han dado en EE.UU. Las mismas generaron un atraso en la implantación. No obstante, si bien es cierto que podría haber una parte del área que no se pueda terminar concretando, la variación no sería tan significativa. El problema es que las lluvias están causando una caída en la calidad de cultivos en estados que son muy importantes en participación del área, como Indiana e Illinois (sería como decir que Santa Fe y Córdoba tienen problemas productivos en la Argentina), y siguen habiendo pronósticos de lluvia por encima de lo normal.

Reporte de stocks en Estados Unidos

A ello se le sumó esta semana el reporte de stocks de EE.UU., que mostró existencias 1,2 millón de toneladas de soja menores a las esperadas. Esta es una clara señal de que la demanda está más activa de lo pensado y que los números de stocks del USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.) deberían ajustarse a la baja. Por el lado del reporte de área no hubo grandes sorpresas, pero ante el atraso comentado, el USDA aclaró que volverá a calcular el área en agosto.
Sin embargo, de producirse de aquí en más clima cálido y seco, la situación se podría normalizar. Y recordemos que EE.UU. está en verano: sería normal que tuvieran momentos de clima cálido y seco.

Precio local y el de Chicago

Volviendo al comportamiento dispar del precio local y el de Chicago, si bien estos factores afectan a EE.UU., tienen una repercusión directa en la oferta global, que viene siguiendo de cerca el tema. Esa suba debería haberse trasladado a nuestro país.
El problema, por descarte, es local. En esta semana se operaron más de 1,4 millón de toneladas. Los productores estaban demorando la venta a la espera de alguna oportunidad de precios que les permitiera cubrir sus compromisos con menor cantidad de venta de mercadería. Y la misma llegó, por esto están vendiendo activamente; quieren aprovechar la suba. La mayor oferta hace que los compradores no trasladen toda la capacidad de pago que les da el mercado internacional.
La duda es qué pasará cuando las ventas mengüen. Cuando se terminen de cumplir los compromisos financieros, y esto es cuestión de días, las ventas bajarían y para seguir alimentando plantas que muelen 200.000 toneladas por día, los compradores deberán tentar al productor vía precios.
En algún momento los compradores deberán subir la apuesta de precios si quieren comprar. El problema es que la paridad actual parte de un precio que subió mucho en las últimas tres semanas. El problema sería que si por esperar a que el mercado ajuste, Chicago caiga.

Recomendación

Es por ello que quienes tienen las herramientas, deberían recurrir a coberturas: vender y comprar CALL o tomar PUT en Chicago para capturar la suba de aquellos mercados, pero con flexibilidad. Quienes no tienen estas herramientas operativas, ven la vida en blanco y negro. Lo único que pueden hacer es ir vendiendo para hacer promedio, y esto sería recomendable, ya que como dijimos antes, si las lluvias se cortan 15 días, la calidad de cultivos en EE.UU. podría recuperarse.
(*) Profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.