Soja para consumo humano: la empresa cordobesa que exporta “carne vegetal” a 10 países. Alejandro Rollán

Es una firma de El Tío que procesa 240 toneladas mensuales. El producto se utiliza fundamentalmente como aditivo en la industria frigorífica.

Redacción Agrovoz

Quienes consuman hamburguesas en Argentina notarán que, en las etiquetas, se especifica que son producidas en base a carne vacuna y soja.

Concretamente, se trata de proteínas obtenidas de las harinas que genera la soja texturizada.

En Córdoba, hay una planta en El Tío especializada en este nicho y que, en poco tiempo, logró un amplio perfil exportador: realizó su primera operación en 2014 y ya vende a una decena de países.

La frase acuñada por el presidente Mauricio Macri, que Argentina debe dejar de ser el granero para convertirse en el supermercado del mundo, está sumando brotes verdes.

Al fuerte potencial y prestigio que tiene la producción y exportación de alimentos tradicionales, como la carne, el vino y los quesos, se le están sumando en los últimos años nuevos nichos de negocios vinculados con el consumo humano. En todos los casos, el objetivo que se persigue es el mismo: darle el mayor valor agregado posible a la materia prima.

Con esa idea como génesis, la familia Ricca comenzó en la localidad de El Tío, en el departamento San Justo, a incursionar a comienzos del siglo en la industrialización de productos agropecuarios.

Luego de que la coyuntura les fue marcando la dirección y que su propio espíritu de innovación los fue guiando, la empresa ValorA ha logrado desarrollar un alimento casi ciento por ciento de exportación: la harina texturizada de soja para consumo humano.

La búsqueda

“Arrancamos antes del año 2000 en un campo familiar con varias producciones. Primero hicimos alfalfa para comercializarla en rollos y fardos; también tuvimos colmenas con una sala apícola habilitada por el Senasa, hasta que en 2010 asistimos al primer curso de agregado de valor en el Inta Manfredi y nos despertó el interés por dar el salto”, comentó a La Voz Florencia Ricca, integrante de la familia y encargada del área de producción primaria y del sistema de gestión de la calidad de la empresa.

El producto elegido para la transformación fue la soja, a partir de la instalación de una planta extrusora para la producción de expeller y aceite con destino al consumo animal. En especial para la producción tambera, que es muy fuerte en la región.

“Pero la venta de ambos productos en el mercado interno dejó de ser rentable”, admitió Florencia. El proceso de industrialización requería de una instancia superior. Así fue como adquirieron una línea de producción de soja texturizada, con la finalidad de incursionar en harinas para el consumo humano. “En diciembre de 2014, hicimos la primera exportación”, recordó.

¿Cómo se come?

La soja texturizada que exporta la empresa ValorA tiene como origen harina de soja que se produce en la propia planta industrial. Según explicó Florencia, esa materia prima (grano de soja) tiene un porcentaje de proteína que ronda entre 35 y 40 por ciento y que, con otro proceso industrial, necesita elevarse a 45/50 por ciento para convertirse en harina para consumo humano.

También denominada la “carne vegetal”, la soja texturizada tiene varias aplicaciones culinarias. Aporta proteína, vitaminas, minerales y fibras vegetales en la elaboración de hamburguesas y de albóndigas en reemplazo de la carne molida. Su incorporación reduce sustancialmente el costo del alimento. En el mercado de consumo, un kilo de soja texturizada tiene un valor de 65 pesos y rinde cuatro kilos de carne picada.

En el caso del producto que fabrica y exporta la empresa, en su mayor parte es para su utilización como aditivo en la industria frigorífica, aclaró Ricca.

Por tratarse de un alimento, la planta ubicada en El Tío ha tenido que adecuar su estructura y procesos a las normas de calidad.

En un primer momento certificó buenas prácticas de manufactura y ahora dio un paso más con la incorporación del sistema normativo HACCP, lo que le permite garantizar la inocuidad del alimento que elabora.

Valor agregado. La planta industrial elabora 240 toneladas mensuales de derivados de soja, para consumo humano y animal. (gentileza VALORA)



¿Adónde la venden?

Con una producción de 240 toneladas mensuales, que incluye proteína texturizada, harina de soja micronizada, aceite de soja desgomado y expeller, la planta de ValorA está trabajando al 80 por ciento de su capacidad instalada.

Del total del volumen producido, la mayor parte se destina a harina texturizada que, a su vez, se exporta casi en el 95 por ciento. “Estamos vendiendo a más de 10 países, entre ellos Chile, Perú y Sudáfrica. Y seguimos explorando nuevos mercados”, enumeró Florencia.

La participación de la empresa en varias misiones exploratorias y comerciales por Oriente le abrió la posibilidad de ingresar al mercado asiático. También tiene en carpeta una inversión que le va a permitir elaborar nuevos productos y seguir agregando valor.

Mientras tanto, la empresa se prepara para comenzar a abastecerse de una parte de la soja que utiliza en la molienda. Lo hará con la siembra en el propio campo, que está dentro del programa de buenas prácticas agropecuarias del Gobierno de Córdoba.

Molienda : 500 Pyme en el país

Según el Inta, se procesan por año 7,8 millones de toneladas.

El año pasado había en el país 500 Pyme extrusoras que elaboran harina y aceite de soja, según datos del Inta. En la provincia hay 113 establecimientos, con capacidad promedio de molienda individual de 50 toneladas por día. “Una característica que marcó al sector en los últimos dos años es que, ante la caída en la demanda de expeller, ha salido a ofrecer nuevos productos”, admiten desde el Inta.