Negocios “petroleros” en la zona núcleo maicera

Por Daniel E. Alonso

Entre 2012 y 2013, el etanol movilizó en Córdoba inversiones por 340 millones de dólares. Ahora sumó 60 millones más. La industria local del etanol acelera con más inversión


Córdoba es la provincia que más maíz produce en la Argentina, con una cosecha que se potenció después de la eliminación de las retenciones y de otras barreras comerciales, y que en los mejores años productivos es capaz de aportar más de 15 millones de toneladas del cereal.

El agregado de valor está a la vuelta de la esquina, como surge del Primer plano de hoy: de la ya clásica conversión de granos en carnes a la nueva estrella de los biocombustibles, en la que el maíz se transforma en etanol como fuente de energía.

Entre 2012 y 2013, el etanol movilizó en Córdoba inversiones por 340 millones de dólares. Fue la etapa fundacional, con los proyectos de Bio 4, en Río Cuarto; de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), en Villa María, y de la alianza de Aceitera General Deheza y Bunge, en Alejandro Roca.


PRIMER PLANO. La industria local del etanol acelera con más inversión



Pero el tren no se detiene. Este año, esas plantas desembolsaron 60 millones de dólares para incrementar capacidad de producción, almacenamiento y logística.RELACIONADAS



La industria local del etanol acelera con más inversión



El año pasado, Córdoba aportó 390 millones de litros de etanol, en su mayoría destinados al mercado interno para mezclar con nafta, en un nivel que se ubica en 12 por ciento, pero que tenderá a crecer.

De hecho, se calcula que si ese corte se elevara a 27 por ciento, como ocurre en Brasil, harían falta otras 15 plantas productoras para atender la demanda.

Por lo pronto, las fábricas ubicadas en Córdoba están en condiciones de duplicar el actual volumen de producción. Incluso, ya es mayor la participación del etanol de maíz frente al biocombustible que se obtiene de la caña de azúcar.

Meses atrás, Córdoba planteó ante la Nación la posibilidad de elevar el corte local de 12 a 15 por ciento, una expectativa que quedó en el medio de las tratativas con la industria automotriz para la adecuación de los motores.

Como sea, la industria del etanol, como también la de su “primo”, el biodiésel, van por un cambio de velocidad para acelerar su participación en la matriz energética y renovable.