No a la soja, pero sí al biodiésel: el Gobierno duplicó las retenciones al biocombustible

Subió el impuesto del 8 al 15 por ciento. Busca reducir la brecha con el derecho de exportación del aceite de soja, su principal materia prima. 
El Gobierno decidió aumentar el derecho de exportaciones para un derivado de la molienda de la oleaginosa: el biodiésel
A partir del 1 de julio próximo desde 8 a 15 por ciento el nivel de retenciones que tributan las exportaciones de biodiésel, el combustible que se elabora con aceite de soja.
La decisión se adoptó a través el decreto 486/2018, que lleva la firma del presidente Mauricio Macri y de los ministros Marcos Peña, Francisco Cabrera, Juan José Aranguren y Nicolas Dujovne. 
En el primer cuatrimestre del año, las exportaciones de biodiesel argentino sumaron 304 millones de dólares, 13,4 por ciento más que en 2017.
Entre enero y abril del año pasado, el comercio exterior del biocombustible argentina había sido de 268 millones de dólares, de acuerdo con datos del Indec.
Razones de la suba
El Gobierno ya había hecho un retoque a la estructura arancelaria del biodiésel hace varios meses, luego de las sanciones que recibió Argentina por parte del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, que aplicó aranceles de importación superiores al 65 por ciento a los cargamentos del biocombustible nacional, acusado de cometer dumping en dicho mercado. 

Alícuotas
La alícuota de retenciones al biodiésel había sido elevada de cero al ocho por ciento hacia fines del año pasado y ahora se volverá a aumentar a 15 por ciento desde el 1° de julio.
La medida apuntaría a reducir el amplio diferencial arancelario que existe a favor de las exportaciones de este producto y en detrimento de su materia prima, el aceite de soja, que en estos momentos tributa un 24,5 por ciento de retenciones. 
Reducir la brecha
Esta nueva suba achica el diferencial a favor del combustible que se mezcla con el gasoil a unos 10 puntos porcentuales. 
El diferencial que existe entre las retenciones al aceite de soja y al biodiesel es considerado como un "subsidio" por los países o bloques que importaban el biocombustible. Esa interpretación le valió al producto argentino sanciones comerciales por parte de Estados Unidos.