Más frigoríficos se suman al negocio exportador Ignacio Iriarte

En los últimos meses ha crecido el número de frigoríficos exportadores. Se trata de aquellos que tienen feedlot propio o engordan en corrales de terceros en hotelería, sea con destino a cuota 481, a Unión Europea no Hilton, a terceros mercados o incluso al mercado interno.
El producto resultante tiene muy buena aceptación en los mercados externos, y a los frigoríficos les da un margen de maniobra mayor el disponer de novillos de su propiedad –de carga inmediata– en situaciones tales como una sucesión de días de lluvia, o paros, o de restricción de la oferta por expectativas de un cambio en las reglas económicas.
La empresa no es fácil, porque en el mercado de hacienda para engorde la disponibilidad de novillitos de 280-300 kilos, sean estos británicos o cruzas, es muy limitada.
Además, con los precios actuales del maíz y de la invernada, el negocio de encerrar novillo pesado no cierra.
La idea es que por lo menos un 20 por ciento de los novillos pesados que faena cada planta sean de propiedad del frigorífico, aunque otras empresas que han venido desarrollando más el engorde a corral, aspiran a que los novillos propios representen hasta 30 por ciento de sus necesidades de faena.
El modelo, salvando las distancias, es el de los matarifes-abastecedores, que poseen en feedlots propios o en hotelería mucha hacienda, la cual cubre en algún caso más del 50 por ciento de sus necesidades de matanza.
Ante una suba del precio de la hacienda, o una situación climática circunstancialmente adversa, el frigorífico o el matarife recurren a su propia hacienda, descomprimiendo la presión sobre el mercado.
A mediados de la década del año 2000, la industria frigorífica exportadora llegó a tener en feedlots propios o de hotelería, entre 200 y 250 mil novillos en engorde en forma permanente.
En otros países
En Estados Unidos, la hacienda en engorde en los feedlots, propiedad de los frigoríficos, más la hacienda ya comprometida con el productor se denomina en conjunto “oferta cautiva”.
Y por esta operatoria los ganaderos estadounidenses en los últimos años han denunciado reiteradamente a los frigoríficos ante los organismos de Defensa de la Competencia sin resultado alguno.
En general, los organismos de control consideran que hasta cierto porcentaje de sus necesidades (entre 20 y 30 por ciento), que los frigoríficos dispongan de hacienda propia o ya comprometida con los productores –con precio a fijar–, no altera sustancialmente la competencia, pese a que se trata de un enorme volumen de hacienda que no sale a la venta en el mercado cash.
En los últimos años, los ganaderos norteamericanos han denunciado con más énfasis la “oferta cautiva”, que la concentración en la industria, pese a que en Estados Unidos sólo cuatro empresas frigoríficas concentran más del 80 por ciento de la faena.
China
En enero, las importaciones chinas de carne vacuna –a través de la aduana de China continental– aumentaron un 66 por ciento con respecto al primer mes del 2017.
A lo que compra China directamente, hay que agregar lo que se triangula desde Hong Kong y también el enorme volumen (carne de búfalo) que la India exporta a Vietnam y desde allí se contrabandea a China. Se calcula extraoficialmente este flujo en más de 700 mil toneladas anuales.
En enero-febrero, Argentina aumentó sus exportaciones de carne vacuna a China en un 105 por ciento, mientras que en enero-marzo Uruguay embarcó un 19 por ciento más.
Brasil, por su parte, en los dos primeros meses del año, embarcó 91 por ciento más a Hong Kong y un 31 por ciento más a China que igual período del año pasado.