La soja argentina resiste al conflicto entre China y EE.UU.

Los 30 millones de toneladas de soja que Estados Unidos vende a China son imposibles de reemplazar por Argentina y Brasil.

En estas últimas dos semanas, los gobiernos de China y de Estados Unidos, a partir de la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio implementada por Donald Trump, comenzaron a escalar el conflicto con nuevas trabas comerciales.
El déficit comercial americano con China asciende a u 500.000 millones de dólares, y el objetivo de Trump es reducirlo lo máximo posible. A tal punto está llegando el conflicto que los chinos tienen pensado aplicar un arancel del 25 por ciento a las importaciones de soja provenientes de los Estados Unidos, de acuerdo con informes revelados por la prensa.
¿Quién se podrá perjudicar de esta medida? En primer lugar el gobierno estadounidense que dejaría de percibir cerca de 3.000 millones de dólares en concepto de ingreso de divisas, a partir de los 30 millones de toneladas que se exportan a dicho destino. Y el otro gran perjudicado es el sector productor agrícola en su conjunto, y en particular los farmers de soja cuyo caudal de votos en los estados más tradicionales le han posibilitado a Trump ser presidente de los Estados Unidos.
Variables
Por un momento imaginemos a un productor de soja de Iowa que recibe un 25 por ciento menos del precio de mercado: esto es 95 dólares por tonelada. La conclusión es que dicho productor entra en quiebra, y lo mismo sucede con el resto de los estados productores.
Para ser más gráficos: el sector agrícola estadounidense en su conjunto entraría en quiebra, a menos que el gobierno de los Estados Unidos decida inyectar a los farmers los 3.000 millones de dólares que los chinos están ganando a través de la hoy teórica aplicación de aranceles. El primer impacto fue acusado por Chicago, que tiene acumuladas pérdidas de 12 dólares por tonelada en las posiciones futuras de soja.
En cambio, en nuestro país, vemos que la soja mantiene tendencia sostenida a firme. El 4 de abril, el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) cerró la posición disponible en el segundo valor máximo: 310 dólares por tonelada, en pleno ingreso de la cosecha al circuito comercial. Luego de haber acusado una baja la soja disponible llegando a 286 dólares en la tercera semana de Marzo.
El mercado ha pegado una vuelta de campana, en menos de 10 días hábiles: la soja disponible recuperó 24 dólares. Una sorpresiva suba considerando la tendencia totalmente opuesta que se viene consolidando en Chicago.
Irremplazable
Hay un dato que hay que tener en cuenta: los 30 millones de toneladas de soja que Estados Unidos exporta a China son imposibles de reemplazar tanto por Argentina como por Brasil, o ambos en conjunto.
Por este motivo, los estadounidenses seguirán exportando la soja a China. Y si hubiera alguna disminución de los embarques, los principales perjudicados serían los chinos. Y más precisamente los 700 millones de cerdos que deben ser alimentados diariamente con harina de soja. Toda la industria china sufriría en mayor medida el cierre de sus plantas o la disminución en el volumen de molienda. En este punto los chinos son los que más tienen por perder, pues no se pueden reemplazar en 24 horas ni en varios años, los 30 millones de toneladas de soja que hoy le exportan los Estados Unidos.
La baja de Chicago obedece, en una primera impresión, que los lobos de Wall Street están rodeando a la víctima. Y algunos esperaban un factor bajista para tomar ventajas en el trading en forma inmediata. El teórico arancel del 25 por ciento, en principio, lo pagaran los farmers y no quiere decir que los Estados Unidos no exportaran más soja a China. Con lo cual una baja en el precio de la soja, sobre la retención del 25 por ciento, no tendría justificativo a menos que se produzca un brusco freno e n las exportaciones de soja estadounidense. Esto es lo que hay que seguir diariamente: ver si por algún motivo se frenan o se suspenden los embarques de soja a China. Todavía es muy temprano para apresurar una tendencia. Lo que sí es un hecho es que la tendencia del mercado en la Argentina está sintiendo la caída de la oferta de soja disponible por parte de los productores que están cosechando. El volumen de ventas de soja por parte de los productores se vio disminuido en más del 50 por ciento, llegando a 650 mil toneladas. Había llegado al récord para una semana de marzo de 1,7 millones de toneladas. Es la ley de oferta y demanda, baja el volumen y sube el precio y viceversa. La moneda está en el aire.