Se mantiene la alianza estratégica Cristian Mira LA NACION Campo

17 de marzo de 2018

Tras una semana en la que se había enfrentado con los industriales, el Gobierno volvió a reafirmar su alianza estratégica con el campo. Eligió el escenario de Expoagro para mostrar que es el sector de la economía que responde más rápido a las señales de mejora de la competitividad y el que puede generar más divisas por exportaciones. No se plantea un enfrentamiento con la industria -por el contrario cada vez está mas integrado-, pero está claro que es el que siempre da pelea aun en el medio de las dificultades.

Primero fue la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, la dirigente política con mejor imagen del país, quien expresó el compromiso de su gestión con la actividad. En la comida con expositores de la muestra, en San Nicolás, Vidal hizo eje las obras de infraestructura que la provincia y la Nación están llevando adelante. Por un lado, en los trabajos para mitigar futuros riesgos de inundaciones en cinco cuencas de la provincia -la más importante para el agro es la del Salado- y el por otro, el proyecto de mejorar los caminos rurales, especialmente con las cuencas tamberas. Reconoció también el difícil momento que se está viviendo con la sequía. "No vamos a dejarlos solos", dijo, en tono maternal.

En cambio, política al fin, la gobernadora no hizo referencia al aumento de hasta el 60% en el impuesto inmobiliario rural. Su respuesta implícita al reclamo por el aumento de la presión impositiva es que su gobierno hace obras. El ruralismo bonaerense no encontró todavía el tono y la forma adecuada para revertir el impacto del incremento en las cuentas de los productores. En un comunicado, las cuatro entidades que forman la Comisión de Enlace provincial le pidieron a la gobernadora medidas de excepción frente a la sequía. Entre ellas, que dé marcha atrás con el aumento y que convoque urgente a la Comisión provincial de Emergencia y Desastre Agropecuario (Cedaba) para elevar los decretos respectivos al gobierno nacional. En la provincia de Buenos Aires, los ruralistas prevén una caída en la cosecha gruesa de diez millones de toneladas. Hasta el momento no hubo respuestas.