Debate en puerta: ¿un fondo solidario para el riesgo agrícola?

El sistema de seguros debe contar con acompañamiento del Estado y un "aporte solidario" privado, planteó el presidente de la Bolsa de Cereales. 

Carlos Petroli
El análisis de estrategias para el año agropecuario –eje de la primera Agrojornada 2018, que tiene a Agrovoz entre sus convocantes– sumó su aporte en una coyuntura dominada por la variable climática, que fluctúa entre extremos.
Una materia que demanda más gestión, por cuanto “la variabilidad vino para quedarse”, en palabras de Carlos Di Bella, climatólogo del Inta.
Se deberán diseñar herramientas acordes en actividades que dependen tanto del agua y están a merced de los déficits y excesos, de manera frecuente.
Luz amarilla
En el frente financiero, a pocos días de los anuncios del Banco Nación en Expoagro (refinanciaciones, mayores plazos, fondos frescos), comenzaron a encenderse luces amarillas: desde el consejo Córdoba de Coninagro se alertó que productores de la región recibieron notas con la novedad de que, a partir del 15 de mayo, serán incrementadas las tasas de interés por operaciones realizadas mediante la tarjeta emitida por la entidad.
El argumento que se ofreció desde una de sus gerencias es que la medida busca nivelar el costo financiero con el que aplican otras entidades, por encima del banco oficial. Con el cuello de botella de la sequía, los productores afirman que, en realidad, se debería propiciar una baja de tasas en todo el sistema, de modo de igualar para abajo y no para arriba, para ayudar a que la rueda productiva se siga moviendo.
Ante el auditorio de las Agrojornadas, el ministro de Agricultura de la Provincia Sergio Busso y el presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Luis Macario, coincidieron en abordar el punto. Macario dijo que es necesario el acompañamiento del Estado para bancar el sistema de cobertura de riesgos, como así también de “un aporte solidario del sector, pensando que si hoy no nos toca, nos puede suceder el próximo año”.
Como adaptación al cambio climático, Busso enumeró que la Provincia tiene una agenda de largo plazo (programas de conservación de suelos, infraestructura, buenas prácticas, ley agroforestal). En la coyuntura, “el productor que se cae, es un productor menos”, observó, para reconocer también que con tasas superiores al 25 por ciento, la asistencia financiera se convierte en un salvavidas de plomo.
Con las retenciones
Junto con el Banco Nación, el Ministerio de Agroindustria y el Banco de Córdoba, la Provincia deberá hacer “un esfuerzo enorme”, para diseñar subsidios de tasas, plazos de amortización y de gracia. Busso reiteró la idea de nutrir un futuro fondo para un seguro agrícola universal con parte de lo que se recauda por las retenciones.
El argumento es que ante las contingencias climáticas no pierden solo los productores; detrás arrastran al comercio, la industria, y la recaudación estatal.
Lo que falta
El titular de la Bolsa de Cereales cordobesa pidió “una clara descripción” por parte del Gobierno nacional de cuáles son las políticas de Estado para todo el sector de la agroindustria, tras reconocer los importantes incentivos desde diciembre de 2015.
Como ejemplos, en la lista de espera y que “el sector quisiera ver ya en la práctica” enumeró las leyes de semillas, fertilizantes, acuerdos comerciales con el mundo, programas de incentivos para la generación de valor agregado en origen.