Trigo: la roya atacó 3 millones de hectáreas

Según un reporte del Centro de Referencia Global de la Roya y la Facultad de Agronomía de la UBA, el año pasado la epidemia de roya amarilla en trigo en la Argentina fue la más grave desde 1930 y afectó más de tres millones de hectáreas.

La carga de inóculo fue tan alta que podría representar una amenaza para las áreas de trigo en la nueva campaña agrícola, "en caso de que las condiciones ambientales sean favorables al desarrollo epidémico de la roya".

El reporte recuerda que la ocurrencia de la roya amarilla en la Argentina solo ha sido esporádica y se ha limitado a regiones con temperaturas medias más frías, como el sudeste de la provincia de Buenos Aires.

"Sin embargo, durante las dos últimas temporadas agrícolas, la roya amarilla se ha extendido a regiones con temperaturas medias más altas, donde nunca antes había sido reportada como un problema", señala el documento. "Por primera vez, las epidemias de roya amarilla se extendieron hacia áreas más cálidas, como las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires [en general]", añade el trabajo sobre la enfermedad.

"Siete de las variedades de trigo más susceptibles tuvieron una severidad foliar promedio de casi el 50% en las primeras etapas de crecimiento (macollaje)", precisa el informe.

Según destaca, ensayos de fungicidas a campo en áreas epidémicas "mostraron pérdidas promedio de rendimiento de 3,7 t/ha (53%) y con máximos de hasta 4,7 t/ha (71%) en casos severos".

En septiembre del año pasado se identificaron tres genotipos distintos entre más de 40 muestras recolectadas. Marcelo Carmona y Francisco Sautua coordinaron el muestreo junto a varios colaboradores.

"Los resultados mostraron que un único genotipo, del linaje genético PstS13, fue dominante en la mayoría de las áreas muestreadas. En Europa, este genotipo se detectó por primera vez en triticale en el norte de Europa en 2015, y una sola raza del mismo genotipo causó graves epidemias en trigo duro en Italia en 2017", sostiene el reporte.

"Históricamente en la Argentina se realiza una sola aplicación de fungicida para el manejo de enfermedades del trigo. En la temporada 2017 la roya amarilla apareció en forma temprana y agresiva por primera vez, lo que obligó a los productores a realizar dos aplicaciones de fungicidas en variedades susceptibles", remarca el informe.

De acuerdo con el trabajo, la investigación revela la capacidad de migración de las royas por miles de kilómetros, "permitiendo a las distintas razas de roya pasar de un continente a otro volando por el viento, incluso en un mismo año".