Uruguay: la protesta del campo que nació de abajo y llegó hasta arriba

"Fue un soplido que avivó la llama", dijo Federico Holzmann para explicar el efecto logrado por un grupo de productores de Uruguay, que generó una movilización sorprendente en todo el país y complica al gobierno de Tabaré Vázquez.
En Uruguay hay una gran cantidad de gremiales rurales que agrupan a productores de todo el país y otras específicas para cada producto, pero la amplia movilización de protestas que se desataron a inicios de 2018 surgió de un núcleo reducido que entendió que había que plantarse con mayor firmeza ante las autoridades.
¿Cómo un grupo chico de gente de una ciudad ha logrado un impacto muy superior al de todas las asociaciones ruralistas? Para el martes próximo mes se organizó una convocatoria a un acto masivo en el centro de Uruguay, en la ciudad de Durazno, y se espera una concurrencia multitudinaria. Eso se debe a que el antecedente ha sido muy auspicioso para los promotores de este movimiento, ya que para el lunes 9 habían convocado a una primera reunión a la que esperaban a poco más de 50 personas y asistieron 400. Aquel encuentro fue en la Asociación Rural Local Feria de Paysandú de la ciudad del mismo nombre, que está unida a la entrerriana Colón por el puente sobre el río Uruguay.
Esa fue una reunión para considerar cómo encauzar su malestar con el gobierno frente a lo que consideran un excesivo peso del Estado en la economía, expresado en altos costos de producción que le quitan rentabilidad y amenazan su negocio. Ahora tienen otro alcance y esperan decenas de miles de manifestantes.
El inicio de este movimiento se remonta a fines de 2015. En la prensa había trascendido la intención de las autoridades de imponer un régimen de monitoreo para los equipos de fumigación y pulverización. Federico Holzmann, un productor de Paysandú que entonces tenía 40 años, sintió que no se podía dejar que el Estado se metiera en todo, y que una medida de ese tipo suponía desconfianza en la acción de los operadores, sin que hubiera motivos.
Fue así como comenzó a llamar a productores amigos y armó un grupo de WhatsApp que llamó "Contratistas del Norte". Ese fue el punto de partida. Decidieron no quedar limitados a los mensajes de esa red social y organizaron un encuentro entre los 47 contactos sumados al grupo. Lo hicieron ese mismo mes en una estación de venta de nafta en el kilómetro 376 de la ruta 3 en la entrada a Paysandú.
Pasó el tiempo y el grupo quedó como una catarsis sobre los problemas del sector agropecuario y consideración de acciones concretas. Eso los llevó a presentar un escrito en el Congreso de la Federación Rural con planteos que sienten que no fueron considerados.
A dos años de aquella primera reunión, el impulsor de este grupo leyó que el presidente Vázquez postergaba a las gremiales rurales una reunión para considerar el planteo de costos insoportables para el sector y decidió mover más fuerte.
Algunos del grupo se reunieron con delegados de las gremiales para que les comentaran la situación y al percibir cierta paciencia o pasividad de la dirigencia, decidieron impulsar algo más fuerte: "Había que hacerse respetar", dice Holzmann.
Hicieron la primera reunión, con gran concurrencia, y convocaron a un acto masivo para el 26. Las gremiales se les han sumado. "Entendimos que esto era de abajo hacia arriba y ahora todos juntos vamos para hacernos sentir", dijo.
Por: Nelson Fernández