El dólar, otro factor de presión para reducir la oferta de granos Pablo Adreani



La resistencia a vender, una menor liquidación de divisas y la mayor demanda de dólar podrían sostener la paridad cambiaria. 

La disparidad y dispersión, en la cantidad y en las distintas regiones beneficiadas, indica que las lluvias registradas en los últimos días no han sido suficientes.
Desde el punto de vista global, los aportes no alcanzaron para revertir el patrón de sequía que se estaba consolidando hasta mediados de diciembre.
Podemos decir que donde cayeron 50 milímetros, la situación ha mejorado sustancialmente, pero a 20 kilómetros de ese mismo lugar las cantidades fueron cero. Y así podemos ver que las lluvias fueron muy dispares y salpicadas, esa condición impide realizar una correcta evaluación de la situación real.
Por lo pronto, los mercados de soja y de maíz están reaccionando con subas en todas las posiciones, tanto disponible de la vieja cosecha como las posiciones futuras de la nueva campaña 2018.
Indicadores
El maíz disponible saltó a 145 dólares por tonelada mientras que los futuros nueva cosecha (abril 2018) en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) cerraban muy cerca de los 152 dólares.
Por su parte la soja disponible pegaba un salto mayor, a 259 dólares y la nueva cosecha (mayo 2018) consolida un piso en 262 dólares.
Toda esta suba, a pesar de las lluvias, es un indicador de la incertidumbre que existe entre los exportadores y las aceiteras, acerca de la real superficie de siembra y por ende el volumen de producción real esperable para maíz y soja 2018.
Mientras todo esto sucedía apareció un tema que no es menor, y es muy típico de fin de año, el dólar se disparó hasta llegar a 19 pesos en la jornada del miércoles.
Las pizarras del dólar Banco Nación cerraban a 18,20/18,70 comprador/ vendedor respectivamente, pero en la City el blue superaba cómodamente los 19 pesos por dólar.
Demanda de fin de año, por aguinaldo, vacaciones, dólar billete para turismo, la caída en la renovación de las Letras del Banco Central (Lebac) provocó un corrimiento hacia el dólar y la menor liquidación de divisas de los exportadores ante la falta de oferta física de cualquier tipo de producto.
Mucho se habló esta semana del nivel de las tasas de interés y la quietud del dólar, a punto tal que ha generado divisiones en el mismo Gabinete nacional y la mesa chica de Cambiemos.
Ya se habla de bajar las tasas de interés, permitiendo una leve mejora en el valor del dólar.
A mi entender, la corrección del dólar se está anticipando a la futura baja de las tasas de interés. El tema central es que detrás del valor del dólar están los agentes económicos, los empresarios y de toma de decisiones, por citar en este último caso a los productores agropecuarios.
Hay un escenario climático incierto, harían falta 70 milímetros de lluvia en una cobertura bien amplia, para calmar a los mercados. A lo que se suma el ingrediente por la actualización del valor del tipo de cambio.
Nos preguntamos: ¿qué productor está dispuesto a vender su cosecha? Si a ello le agregamos la reducción del 0,5 por ciento mensual en las retenciones a la soja a partir de enero, estamos ante un combo lógico de fuerte caída de la oferta.
Estrategias
La conclusión entonces es lógica: una fuerte retención a vender, menor liquidación de divisas y dólar más demandado podrán sostener la paridad cambiaria, hasta que soplen nuevos vientos.
Los nuevos vientos vendrán en la primera semana de enero, cuando ya haya pasado la demanda del dólar billete y el valor de la divisa corrija en baja, perdiendo parte de lo que ganó durante esta última semana.
Ante este escenario, pregunto: ¿No convendría vender ahora en pesos, si los valores del disponible se recalientan ante la suba del dólar y la falta de oferta disponible?