El campo en 2018: desafíos, oportunidades y amenazas en el horizonte de los productores Fernando Bertello

Mientras persiste la alta presión fiscal, los productores deberán agudizar estrategias para ser competitivos; la carne y la leche, en escena

 Como cada año nuevo que llega, se pone en cero el contador y comienza a hablarse de los desafíos, oportunidades y amenazas. Una especie de ritual del que la producción agroindustrial no se queda al margen y que en el caso puntual de esta actividad debe proyectarse más allá de un rubro.


¿Qué va a pasar con las empresas del agro en 2018?, ¿cuáles van a ser sus fortalezas y debilidades?, ¿qué va a suceder con los grandes temas del sector, como la competitividad, la infraestructura, y cuestiones pendientes, como el reconocimiento de la propiedad intelectual?, ¿está preparado el campo para otro salto en la mejora productiva?, ¿cómo va a jugar el clima en la actividad, ¿qué va a pasar con los costos?

A priori, coinciden los especialistas, el negocio de la producción de alimentos deberá seguir profesionalizándose y las empresas buscar tranqueras adentro su competitividad.


Esto más allá de los factores externos que puedan incidir sobre su performance. Aunque el negocio pueda ofrecer una renta que, según la actividad, deje un resultado aceptable, deberá haber mucho trabajo interno para alcanzar una rentabilidad en el largo plazo. La escala, la organización y los talentos, entre otros factores, tendrán que estar otra vez sobre el tablero de control en el próximo año.

Luego del triunfo del Gobierno en las elecciones de octubre pasado, de las que salió fortalecido para llevar adelante su plan de reformas, según los expertos la posibilidad de que siga avanzándose en la baja de la inflación es un elemento que va a jugar a favor de las empresas. El Gobierno viene de prever 15% para 2018 y 5% para 2020.


Además, si se registra una baja en el déficit fiscal, como también estima el Gobierno, esto también sería un elemento que ayudaría a la economía en general y serviría para atraer inversiones.

Claro que cuando se mira la foto del sector y se la proyecta hacia 2018 persisten cuestiones que hacen cuesta arriba el camino de los productores. Allí está, por ejemplo, la presión fiscal.
El negocio ganadero seguirá con viento a favor en 2018.


"Si bien el Gobierno está generando cambios tributarios que quizá tengan impacto en el mediano plazo, para 2018 la presión fiscal seguirá siendo alta. Esto condiciona los negocios. Y, en el caso de los dueños de la tierra, que también tendrán más impuestos, seguramente pidan un mayor valor por el arrendamiento. Y esta necesidad conspirará contra el deseo de los que alquilan de lograr un resultado económico que premie su riesgo", analizó Teo Zorraquín, consultor de empresas.

En ese mismo sendero de espinas se anota el tema de los costos logísticos y de servicios. "Por la combinación de una inflación que no termina de bajar y un tipo de cambio atrasado (como fue hasta esta semana), sumado a la falta de inversión de muchos años, los costos en pesos serán los que definan gran parte del resultado", apuntó.

Con este último escenario, las producciones que están en zonas extrapampeanas, alejadas de los puertos del Gran Rosario, tendrían dificultades.
Infraestructura

Para los expertos, 2018 debería ser otro año para avanzar en la expansión del ferrocarril, con el Plan Belgrano y otros ramales, y hacer lo mismo con obras viales en marcha que tendrán un impacto sobre los costos de la producción.

"Un campo a más de 400 kilómetros de los puertos paga hoy para producir un mayor costo de fletes a puerto que el costo por el alquiler de la tierra", señaló Gustavo Oliverio, coordinador de la Fundación Producir Conservando (FPC).

Entre estas cuestiones de logística que pueden ayudar a la producción en general los especialistas consideran clave profundizar las mejoras en el acceso a los puertos y la logística de embarques, además de bajar la conflictividad gremial en los puertos que suele paralizar embarques.

Para los productores, que tras la llegada de Luis Miguel Etchevehere al Ministerio de Agroindustria se haya puesto como eje de la gestión desburocratizar trámites, es otro factor que puede jugar en favor de las empresas del agro en el año que se inicia. La clave debe ser bajar los costos administrativos, por los cuales muchos productores están más pensando en los trámites de oficina que en las estrategias para producir.

Poniendo la lupa sobre algunos sectores del agro, como la ganadería, que continúa por un sendero de recuperación, las perspectivas para 2018 indican que seguirían "las buenas condiciones de rentabilidad para la cría y la recría", según el consultor Víctor Tonelli.

En lo que es la producción de carne, la oferta sería cercana a los 2,9 millones de toneladas, un 2% superior a 2017. Entre el 13 y el 14% tendría como destino la exportación, unas 80.000 toneladas más que en 2017.

Así, las ventas al exterior se ubicarían en niveles cercanos a 400.000 toneladas equivalente res, repitiendo según Tonelli niveles de crecimiento de 2017. Se espera que 2017 cierre en torno de las 310.000 toneladas.

Para la lechería, la expectativa es que, en parte por precio y otro tanto por producción, sea un año con facturación creciente en los tambos. Es lo que prevé el asesor Carlos González Crende, que no obstante aclara que eso no necesariamente será en resultados.

"No puedo decir lo mismo en cuanto a los resultados, ya que frente a costos también crecientes el logro de buenos resultados será el verdadero desafío. Creo sí que, en términos relativos, será la actividad potencialmente más rentable de pradera pampeana y esto alentará inversiones", explicó el asesor.

Para la lechería, en cuanto a la oferta de crédito el desafío pasará por ver el destino que se les pueda dar a los fondos que se tomen, esto es para modernización, crecimiento o cubrir déficits en los establecimientos. Se prevé que siga la intensificación de los rodeos y se avance en mejores indicadores para monitorearlos.