INFORME COMPLETO ACÁ
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El 2017 se despide con una semana de lluvias desparejas, registros puntuales de 100 mm y con 4 M de ha marginadas, casi sin lluvias, entre condiciones de escasez y sequía. En contraste, requieren 100 mm para recobrarse. Las áreas más comprometidas están en el norte bonaerense. Aún deben siembras por 150 mil ha. Pero también el 2017 se va con una supercampaña triguera que deja en la región 5 M de Tn.
Otra vez sin lluvias en las áreas más necesitadas
Las precipitaciones de esta última semana volvieron a cargar en el centro sur de Santa Fe, este de Córdoba y en la esquina superior este de Buenos Aires. Los acumulados fueron muy desparejos, desde los 0 a los 100 mm. Maggiolo e Idiazábal superaron esas marcas con 112 mm y 105 mm. Pero el centro norte y el noroeste bonaerense siguen sin recibir un milímetro. Allí la situación es muy complicada. Paradójicamente se trata del área que desde inicio del 2017 y hasta septiembre tuvo los mayores problemas de excesos hídricos y el mayor hectareaje bajo agua.
Las áreas con condiciones de sequía siguen ganando terreno. Para recuperar las condiciones de humedad óptimas se necesitarían lluvias de 100 mm.
¿Se van a poder terminar las siembras en la región núcleo?
Restan 150 mil hectáreas por sembrar entre sojas de segundas y maíces tardíos y de segunda, que no pueden implantarse por la sequía en superficie. La peor parte se la lleva el noroeste bonaerense. El centro norte de Buenos Aires también tiene sectores muy complicados, que han quedado atascados con sus siembras. La humedad en la capa superficial es prácticamente nula. La espera por unos milímetros para este sábado 30 tensa los ánimos de los productores.
Trigo 2017/18: la campaña rompió record de rindes y dejó casi 5 M de Tn
Con 130 mil hectáreas menos que el año pasado, pero con un rinde promedio final de 44,6 qq/ha, la región núcleo suma al país unas 4,97 M Tn de trigo. La trilla se completó y los resultados sorprendieron. El este de Córdoba expresó la mejor performance productiva de los últimos años. Los promedios rondaron los 47 qq/ha, con máximos que barrieron los máximos de referencia. En diversas zonas se alcanzaron los 76 qq/ha. En el resto de la región los rindes tampoco se quedaron atrás con techos de 72 y 74 quintales. Es un gran éxito para el sector. El esfuerzo por llegar a tiempo con los controles inaugura un nuevo paradigma: se puede contra las enfermedades incluso en las peores condiciones hídricas, como las que estuvieron presentes durante este invierno.
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