Erize proyecta que habrá premio para los pacientes: “La demanda brasileña va a tener incidencia en los precios locales de trigo en marzo o abril”

Perspectivas de mercado del cereal.
Erize proyecta que habrá premio para los pacientes: “La demanda brasileña va a tener incidencia en los precios locales de trigo en marzo o abril”
La exportación tiene comprados más de cuatro millones de toneladas de trigo 2017/18 (el doble que un año atrás) para entrar comodísima a la cosecha. Sin embargo, los precios internos del cereal nuevo se mantienen relativamente estables en las últimas semanas.
“La cosecha brasileña será inferior a la esperada y en 2018, por ese motivo, estimamos que la demanda brasileña va a tener alguna incidencia en los precios locales de trigo a partir de los meses de marzo o abril”, estimó el director de la consultora Nóvitas Enrique Erize.
“Paraguay y Uruguay, que durante el kirchnerismo hacían esfuerzos por ocupar parte del lugar dejado por Argentina, no tienen capacidad suficiente de hacer lo mismo en la actual coyuntura”, añadió.
Erize estima que en el norte de la zona pampeana –donde el trigo no es el cultivo principal sino la soja de segunda– habrá este año una oferta disponible de alrededor de 9 millones de toneladas del cereal, buena parte de las cuales podrían liquidarse rápidamente para hacer caja.
“No puede descartarse que el mercado de trigo esté muy pesado en los meses de diciembre y enero. Sin embargo, la demanda sabe que con precios por debajo de los 155 a 160 u$s/tonelada la oferta prácticamente desaparece porque los productores tienen actualmente otras alternativas financieras y comerciales para generar flujo de caja”, explicó el analista de mercados de granos.
Otro aspecto que no puede dejar de considerarse es el factor sanitario: buena parte del área triguera resultó afectada por roya amarilla, anaranjada y mancha amarilla. Y la amenaza de un ataque de fusarium está latente. “Este año va a ser crucial para los productores de trigo saber manejar los tiempos del mercado”, alertó.
Erize recordó que el trigo pan argentino, aún sin considerar el beneficio de integrar el Mercosur (por la protección del Arancel Externo Común e impuesto a la Marina Mercante), es altamente competitivo por el factor precio (el FOB oficial del trigo argentino 2017/18 es de 181 u$s/tonelada versus más de 230 u$s/tonelada el FOB estadounidense).
Buena parte de ese diferencial se explica porque en 2017/18 la producción de trigo de tres de los grandes jugadores mundiales –EE.UU, Canadá y Australia– caerá de manera importante por factores climáticos para ubicarse, según previsiones del USDA, en 95,8 millones de toneladas versus 128,0 millones en 2016/17.
“El trigo argentino, que ahora está volviendo al mundo luego de haberse ausentado durante el kirchnerismo, se encuentra con un panorama completamente diferente al que tenía anteriormente, con Rusia y Ucrania como líderes en los mercados del norte de África y Medio Oriente”, contextualizó Erize.
Rusia se ha transformado en el principal exportador mundial de trigo con una producción que viene creciendo año tras año de la mano del incremento progresivo del valor de la tierra generado por la privatización de ese activo. El saldo exportable de trigo ruso, que en las últimas dos campañas fue de 25.5 y 27.8 millones de toneladas, en 2017/18 treparía a 32.5 millones.
“La suba del valor de la tierra obligó a incrementar los rindes en Rusia para poder amortizar la inversión. Próximamente Ucrania iniciará un proceso similar cuando se autorice la privatización de las tierras en esa nación. En ese escenario, la producción de trigo de EE.UU. viene cayendo año tras año”, indicó.
“En América latina existen siete naciones que son importadoras de trigo, pero nosotros, luego del apagón kirchnerista, sólo somos competitivos en Brasil y Bolivia, mientras que en el resto de los países son abastecidos por EE.UU. y Canadá”, agregó el analista, para afirmar que, ante ese panorama, sería un error planificar aumentos sustanciales de la producción argentina de trigo en los próximos años para luego tener que malvenderlo en mercados lejanos donde no podrá nunca ser competitivo.