Córdoba: una obra alivió las inundaciones en el sudeste cordobés Gabriela Origlia

Una canalización por los desbordes de la laguna La Blanqueada permitió que haya menos agua en los campos desde 2014

Después de casi cuatro años con problemas de inundaciones y anegamientos por los desbordes de La Blanqueada, en el sudeste cordobés, las obras ejecutadas en los últimos meses dan resultado. "El agua está bajando, se puede trabajar un poco mejor. Pero hay que seguir haciendo", señaló a LA NACION Sergio Longoni, productor y contratista de la zona.

Desde abril de 2014 hasta los primeros meses de este año, el agua tapó miles de hectáreas. En mayo eran 400.000 las hectáreas anegadas, todas de las mejores tierras del país.

La ruta provincial 12, que comunica las localidades de Cavanagh y Corral de Bustos, estuvo más de un año cortada. La solución llegó con un alteo inaugurado en mayo. Así se recuperó el paso en el eje del corredor agrícola-ganadero y comercial del departamento Marcos Juárez.

Sandra Ghiano, productora de Cavanagh, fue una de las mujeres que se puso al frente de los reclamos del campo. "Tocamos todas las puertas; fuimos a todos lados -cuenta-. Los pedidos eran con fundamentos, no se podía trabajar. No iba a permitir que el esfuerzo de cinco generaciones quedara bajo el agua".

La laguna La Blanqueada recibe agua desde la zona sudeste de Córdoba (Arias, Alejo Ledesma) y desagota naturalmente hacia el límite con Santa Fe para después seguir al Carcarañá.

Las obras, sin embargo, están desagotando hacia los bañados de Jume que están entre Corral de Bustos y Camilo Aldao.

Dos bombas arroceras se instalaron en La Blanqueada y sacan el agua hacia ese sector en vez de hacia Santa Fe. Los productores coinciden que la que mejor funciona es la de la cuenca 5, mientras que en la 7 la situación es más complicada.

"El curso natural va hacia Santa Fe; Córdoba avanzó con estas obras para solucionarlo, pero le estamos porfiando al agua -señala Ghiano-. La solución de fondo es un trabajo integral que acuerden esas dos provincias y Buenos Aires".

Los productores aseguran que en el área donde el desagote funciona mejor las napas freáticas están a 1,60 metros del nivel del suelo, mientras que en el otro sector están más arriba, a unos 60 centímetros.

Una canalización "integral" con un consenso tripartito, entiende, sería lo ideal. Además de las obras, colaboró que en los últimos meses las lluvias fueron menos abundantes y eso permitió disminuir el nivel de la laguna.

Los caminos rurales todavía tienen serios problemas. El peor, apunta Longoni, es uno frente a la laguna que los productores levantaron 1,5 metros con piedras y escombros para tratar de pasar. "Los tractores quedaban trabados con agua hasta arriba de los faroles; las pérdidas fueron muchas. Y hace falta más plata para poder terminar de recuperarlos", dijo