Antes de la cosecha, exportadores anticipan compras de trigo. Pablo Adreani



Con la trilla recién iniciada, la exportación compró 4,8 millones de toneladas, 40 por ciento del saldo exportable. 

La cosecha de trigo se va generalizando con rindes muy pobres para el NEA (14 quintales) y el NOA (10 quintales), de acuerdo con el último Panorama Agrícola Semanal que publica la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Los rindes en el centro de Córdoba van mejorando a 19 quintales, pero siguen siendo bajos en comparación con un año normal. El porcentaje de cosecha nivel país llega al 12,5 por ciento, con un rinde promedio de 15 quintales. La Bolsa mantiene su estimación de 17 millones de toneladas de producción para esta nueva cosecha que recién se inicia.
Veamos cómo esta terminando el año comercial de la cosecha 2016/17. Los exportadores han comprado hasta el 15 de noviembre un total de 12,7 millones de toneladas de trigo, con precio y a fijar. Las ventas registradas llegan a 12 millones de toneladas. En consecuencia la posición de la exportación es de 700 mil toneladas “compradas”; es decir que llegaron al final del año comercial sin ningún problema de físico y con un excedente de 700 mil toneladas que es muy posible que se embarquen en las próximas semanas.
Dinámica comercial
Si analizamos la situación de la actual cosecha de trigo vemos con sorpresa que los exportadores ya tienen compras acumuladas de trigo nuevo, que recién ha comenzado la cosecha, por un total de 4,8 millones de toneladas.
Este volumen equivale a casi el 40 por ciento del saldo exportable total; un dato que de alguna forma muestra cual ha sido la estrategia de los exportadores: comprar anticipado lo máximo que pueda, pues pasada la cosecha será muy difícil sacar a los productores el físico o trigo disponible.
Otro dato para tener en cuenta es que el precio del trigo disponible (158 dólares) supera en 13 dólares al precio del trigo disponible que cotizaba a igual momento de la campaña anterior.
La tendencia del mercado disponible durante esta semana ha sido bajista, y no descartamos que la baja pueda consolidarse a medida que siga avanzando la cosecha.
Maíz
La situación está relativamente holgada, al menos para el corto plazo. Los exportadores tienen declaradas compras acumuladas por 24,1 millones de toneladas, mientras que las ventas llegan a 22,6 millones de toneladas.
Se deduce que la posición long, o comprada, de la exportación arroja un saldo de 1,475 millones de toneladas que todavía no se ha vendido. A pesar de esta posición relativamente cómoda, la exportación debe enfrentar en la nueva cosecha un tema que va a distorsionar el patrón de comercialización. Nos referimos al atraso en las siembras de maíz que, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, llegaba al 15 de noviembre al 35 por ciento, contra el 60 promedio de los últimos años.
Si esto se confirma, quiere decir que el maíz tardío o de segunda este año podrá llegar al récord de ocupar el 65 por ciento del área de siembra total.
De esta manera, la cosecha de maíz de siembra temprana o normal tendrá el efecto directo de producir el menor ingreso de maíz físico al circuito comercial durante los meses de marzo y abril. No hay dudas que tendrá un fuerte impacto en el mercado, y de hecho lo podrá tener en el corto plazo. Tal vez por este motivo se ha producido un aumento en el precio del maíz disponible: cotiza ahora a 140 dólares, contra un maíz abril 2018 que vale 148 dólares.
Y ahora vamos con la perla de la semana. Nuestro análisis indica que el maíz disponible tiene más chances de subir y afirmarse que de bajar. Conforme nos acerquemos al ingreso de la nueva cosecha, la exportación es probable que presione a la suba el precio del maíz disponible.