Firmarán un nuevo convenio colectivo para la industria láctea y el Gobierno liberará $ 250 millones para SanCor. Fernando Bertello

El acuerdo busca modernizar algunos puntos de las relaciones laborales en el sector


El Gobierno, la industria láctea y el gremio de los trajadores del sector, Atilra, firmarán el próximo lunes un convenio colectivo de trabajo que modificará uno vigente desde agosto de 1988. Además, rubricado el acuerdo, el Gobierno liberará para la cooperativa láctea SanCor $ 250 millones del Fondo para el Desarrollo Económico Argentino (Fondear).

En mayo pasado, tras un acuerdo para avanzar en la discusión de ese convenio de trabajo para toda la industria, el Gobierno le había anticipado a SanCor $ 200 millones del Fondear, pero desde entonces restaba que completara otros $ 250 millones para la firma.


Los industriales del sector venían pidiendo cambios en el convenio para bajar costos. Antes de esto, en mayo habían negociado con el gremio que un aporte permanente por empleado que estaba en más de $ 3300 bajara a $ 1500 para las empresas grandes y a $ 750 para las pymes. Eso se pagará así hasta diciembre próximo, cuando se volverá a discutir este punto. En ese momento, el gremio flexibilizó su postura porque la crisis de SanCor arrastró la negociación a todo el sector.

Entre otros puntos, los empresarios ponían la lupa en el último tiempo en que hubiera en horas extras un sobrecosto del 150% por el trabajo durante los fines de semana en estas industrias que reciben leche todos los días.


Según pudo saber LA NACION, el trabajador a tiempo completo en la industria y los que ingresen en el futuro seguirán con ese beneficio, pero se incorporará la modalidad de trabajador a tiempo parcial para los francos (fines de semana) y los feriados. En este caso, en lugar del 150%, para ese trabajador, que sólo trabajará como máximo tres días con ocho horas, el recargo será del 100 por ciento.

En el convenio de trabajo también se incorporará la polifuncionalidad. Esto es, que un trabajador con una tarea específica pueda realizar otra función. Si bien algunas empresas ya lo estaban aplicando, ahora se explicitará en el marco del acuerdo.


El convenio eliminará algunas categorías laborales que, dicen en el sector, ya no se usan. Además, se simplificará el sistema de presentismo sin que implique pérdidas para los trabajadores.

En tanto, seguirán bajo la órbita de Atilra los empleados de logística, repositores, entre otros.

El gremio había sometido a votación de una asamblea lo acordado y allí fue aprobado por 74 votos versus 22 en contra.

"Hubo actitud de todos los sectores en esto que va a servir para que se liberen otros $ 250 millones para SanCor", dijo una fuente conocedora de las negociaciones que se realizaron en los últimos meses.

Respecto de SanCor, la cooperativa sigue en tratativas para su venta con varios jugadores internacionales del sector, entre ellos la neozelandesa Fonterra, la mexicana Lala y hasta mantiene contactos con la francesa Lactalis. En los últimos días, además, se agregó como interesado un grupo agroindustrial de los Estados Unidos, según trascendió.

La situación de la empresa, que hoy está procesando un millón de litros diarios, lejos de los 3,5 millones de litros diarios que supo tener antes de la crisis, continúa siendo complicada en lo financiero. Llegó a acumular 10.144 cheques rechazados por $ 1090 millones y de ese monto sólo cubrió $ 307,1 millones.

Hay malestar entre tamberos a los que la firma les debe la leche entregada. En algunas regiones hay productores que se están contactando entre sí para evaluar la posibilidad de iniciar acciones judiciales. A otros la cooperativa les hizo firmar un contrato comprometiéndose a no litigiar hasta fines del mes próximo.

El próximo viernes, la cooperativa hará una asamblea general ordinaria donde deberá aprobarse su memoria y balance 2016/2017 y renovar parcialmente sus autoridades. En esta oportunidad, por ejemplo, vence el mandato del presidente, Gustavo Ferrero, que no es reelegible.

Si eventualmente la firma cierra la venta con algunos de los interesados, vía la transferencia de activos a una sociedad anónima, en ese caso tendría que llamar a otra asamblea para lograr la aprobación. La expectativa de la firma es que en la venta se cubran los casi US$ 400 millones en total de deudas que acumula.

Hay fuertes versiones de que el Gobierno quiere que lo antes posible la firma solucione su situación con la venta.