Las mejoras externas brindan oportunidades de cobertura en el mercado local, por Eugenio Irazuegui


El mercado toma nota de la tracción de demanda y una mayor absorción de los excedentes de cosecha en EE.UU. Por otra parte, la siembra gruesa comienza con algunas complicaciones en Sudamérica...


Superadas las instancias de crecimiento se dio por iniciada la cosecha de soja norteamericana y se materializan al momento los rendimientos proyectados con anterioridad. En las regiones del sur agrícola los avances son notorios, fundamentalmente en los estados de Louisiana y Mississippi que, al comienzo de la semana, registraban progresos de 63% y 38% respectivamente. Así con el correr de los días, se espera que las labores se desplacen gradualmente hacia los campos del Medio – Oeste y se concretaría un nuevo récord de producción, tal como lo manifestó el USDA en su último reporte con 120,59 mill.tn.

El mercado de Chicago ha ido asimilando las cuestiones vinculadas a la producción y da por descontado un escenario de oferta holgado. No obstante, las numerosas solicitudes de compras por parte del sector exportador han manifestado el interés genuino de la demanda, abriendo paso a subas graduales con un mercado que volvió posicionarse por encima del umbral de los 360 U$S/tn con los valores más altos en seis semanas. Hacia la primera quincena del ciclo comercial 2017/18 se concretaron ventas al exterior por 3,95 mill.tn. superando en un 208% las operaciones del año pasado en igual período. Con China como protagonista, los anuncios de exportación superiores a las 100.000 tn pasaron a ser cotidianos, al punto de que en cuatro de las cinco ruedas de esta semana, se confirmaron 1,92 mill.tn.

Por otro lado, con cierta cautela el mercado dirige sus miradas a la campaña sudamericana, puntualmente en la siembra brasileña, con un inicio algo más lento de lo usual, considerando que las zonas centrales experimentan temperaturas cálidas y la falta de humedad que frena la incorporación de los primeros lotes. Si bien la ventana de siembra aún mantiene margen para la implantación, despierta una mayor atención en los operadores.

Las mejoras externas se vieron trasladadas al ámbito local con valores que treparon a los 4.400 $/tn para el segmento disponible y, haciendo referencia a la nueva campaña, se anotaron negocios a los 265 U$S/tn. registrando la marca más alta desde comienzos de marzo pasado. En la antesala de la siembra, las proyecciones preliminares privadas anticipan una ligera retracción en la superficie lo que requeriría de mayores rendimientos si se pretende mantener la producción de esta campaña.
Con estas subas y dada la estructura de costos que afronta un productor de un campo ubicado en la zona núcleo productiva con menores costos de flete a puerto y planteos técnicos medios, los márgenes agrícolas arrojan resultados positivos y nada despreciables para tomar coberturas.

Por otra parte, los cultivos de maíz presentan ciertos retrasos madurativos en EE.UU. fundamentalmente en aquellos campos que debieron ser resembrados en el cinturón agrícola y, en consecuencia, se posterga el ingreso de la cosecha nueva a los canales comerciales. En consecuencia, al lunes pasado, el USDA señaló que sólo estaba recolectado el 7% de la superficie apta. Por esta razón, se espera que en las próximas semanas ingrese el grueso de la cosecha, siendo indispensable la ausencia de lluvias.

Esta situación fue uno de los factores que brindaron soporte a las cotizaciones y, en oposición a lo que sucede con la oleaginosa, se aprecia una demanda escasa por parte de los exportadores frente a una competencia pujante por parte de Brasil y nuestro país que lograron cosechas con excedentes récord y valores FOB competitivos. Sin ir más mejor, entre la cosecha temprana y la safrinha, Brasil superó las metas evaluadas en una primera instancia y se hizo de unas 97,70 mill.tn.

La situación se torna algo preocupante en nuestro país si nos enfocamos en la siembra que, afectada por las sucesivas lluvias, registra un progreso cercano al 5% muy por debajo del 15% observado un año atrás. Se ponen en duda los planes de implantación con las napas que saturan los suelos hasta pocos centímetros de la superficie sumado al difícil acceso a los campos. De no presentarse las condiciones ambientales adecuadas en lo que resta del mes y comienzos de octubre, las labores seguirán interrumpidas, con mayores chances de un pasaje de hectáreas a ciclos tardíos o directamente al cultivo de soja.

Esta situación no fue ajena a los mercados que exhibieron subas en las primas de los calls para las posiciones con vencimiento en abril. La sola idea de una reducción en las hectáreas de maíz temprano encendió el alerta en compradores que optan por bajar el riesgo precio tomando coberturas y estableciendo un techo a los valores a pagar. Al comienzo de la semana se anotaron negocios con un strike de 165,00 U$S/tn y un costo de 2,50 U$S/tn brindando una cobertura efectiva de unos 167,50 U$S/tn. Con un volumen más acotado, las primas operadas para el strike de 169 U$S/tn para los futuros Abr-18 rondaron los 2 U$S/tn y, en este caso, el precio máximo de cobertura resultó de 167 U$S/tn.

La plaza internacional de trigo se ve condicionada por los niveles más que satisfactorios de oferta. El liderazgo de Rusia se consolida en la campaña en curso batiendo un récord de producción con 81,00 mill.tn. Con algo más del 85% del área cosechada es de preverse que su peso en el comercio internacional se mantenga hasta fin de año, previo al congelamiento del Mar de Azov.

Lo cierto es que el mercado ya redirige sus miradas a los productores del hemisferio sur que complementan la oferta mundial, como son Australia y, en menor medida, Argentina. En el primer caso los registros de lluvias acumulados en septiembre resultaron sustancialmente inferiores a los necesarios y complican al cereal que transita las etapas cruciales para la formación de rindes. Las autoridades gubernamentales rebajaron sus pronósticos de cosecha a 21,64 mill.tn. representando un retroceso interanual del 38,4% y caería a los niveles más bajos en ocho años y otorga una oportunidad para que las exportaciones argentinas ganen nuevos mercados.

Por razones opuestas los cultivos locales sufren el impacto de los excesos hídricos en las zonas trigueras de Buenos Aires, renovando la incertidumbre respecto a las pérdidas de área y la calidad potencial del grano ante la aparición de enfermedades. Los precios de la nueva cosecha ganaron terreno y lograron anotes a 165 U$S/tn. Para aquellos productores que no tengan necesidades financieras y cuenten con espacio al momento de la cosecha, el mercado ofrece un plus de 7,50 U$S/tn para entrega en marzo, arrojando una tasa directa en dólares del 4,5%.

Más allá de las cuestiones climáticas, los mercados agrícolas continuarán monitoreando la fluidez de la cosecha estadounidense y el desarrollo de las labores de siembra, tanto en Brasil como en nuestro país. Seguidamente, los operadores irán focalizando su atención al reporte trimestral de stocks que emitirá el USDA este viernes confirmando o rectificando el remanente final de campaña 2016/17.

Por Eugenio Irazuegui Analista de mercados - Departamento Research de ZENI
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria