Para llegar a pesado, los kilos deben venir del mercado. Alejandro Rollán

A través de los reintegros, el Gobierno busca estimular las exportaciones.

Con un mercado interno que consume más del 90 por ciento de la carne bovina que se produce en el país, el salto que espera dar la ganadería en los próximos años es en dirección hacia la exportación.
Si bien la demanda externa comenzó a repuntar, su ritmo de crecimiento aún no alcanza para estimular a los productores. Los datos que aporta la actividad en la industria frigorífica son contundentes. En los primeros seis meses del año, más de 60 por ciento de la faena fue de animales de categorías livianas.
En los corrales, y también en los frigoríficos, hay consenso de que la rentabilidad del negocio de la carne no pasa en la actualidad por la producción de novillos pesados, un nicho que debe despegar de la mano de la consolidación de más volumen y nuevos mercados.
A partir de esta evaluación, el Gobierno y la Mesa de Ganados y Carnes habían comenzado a delinear la posibilidad de incorporar un incentivo fiscal para estimular a los productores a tener más tiempo los animales en el campo y sumarle kilos.
¿Dónde estimular?
Esa alternativa se evaluó inicialmente a comienzos de junio, durante la reunión que los representantes de la cadena de ganados y carnes mantuvieron con el presidente Mauricio Macri. Luego de dos meses de análisis, la opción parece haber dejado de ser una prioridad en la agenda.
Durante el último encuentro que la Mesa mantuvo con el Presidente, el jueves 17 de agosto, el mecanismo que buscaba deducir del Impuesto a las Ganancias la producción de novillos para exportación parece haber quedado descartado.
Su alto costo fiscal –estimado en 1.500 millones de pesos al año– para el actual stock de hacienda en el país sería su principal freno. En el Gobierno, prefieren estimular a los frigoríficos a buscar nuevos mercados y profundizar los ya existentes a través de los reintegros a las exportaciones, antes que promover la producción.
“Nadie garantiza esa mayor producción. Pero si logramos mejorar el acceso a mercados, el negocio solo va a traccionar la mayor demanda de animales pesados”, reconoció a Agrovoz un representante de la Mesa de Carnes que participó de las tres reuniones que el sector mantuvo en el año con el presidente Macri.
Buena señal
Si bien por el momento no se perciben sus efectos, debido a la demora en el pago, en el Gobierno confían en que los reintegros a las exportaciones –que llegan hasta 5,8 por ciento del valor FOB de la tonelada exportada– va a generar un efecto derrame sobre la cadena. El razonamiento oficial es que ese dinero adicional que aporta el Estado va a permitir a la industria pagar más por la hacienda.
En el arranque de su ejercicio comercial 2017/2018, la cuota Hilton muestra los mejores números en mucho tiempo. A tal punto que, de mantener el desempeño alcanzado durante julio, el cupo de 30 mil toneladas de cortes de alta calidad al mercado europeo se embarcaría en su totalidad, luego de 10 años de incumplimientos consecutivos. Durante el mes pasado, el Gobierno emitió certificados por más de 3.500 toneladas, mientras que en lo que va de agosto, el volumen solicitado por los frigoríficos ya supera las 3.400 toneladas.