Confiscaciones de tierras y falta de insumos para producir: la realidad del campo en Venezuela

Según un informe de productores de ese país, más de 8 millones de hectáreas, un cuarto del total, pasaron con el chavismo al control del Estado; la producción de alimentos cayó del 70 al 30 por ciento; faltan repuestos para la maquinaria agrícola


Mientras Nicolás Maduro sigue adelante con su resistida Constituyente, un informe de productores de Venezuela refleja el impacto negativo que produjeron en ese país las políticas de confiscaciones de tierras, control del comercio y del tipo de cambio implementadas con el fallecido Hugo Chávez y continuadas por el actual presidente.

"Pasamos de producir el 70% del consumo de alimentos a un 30% en los últimos 15 años", remarcó Carlos Albornoz, presidente de la Federación de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) y ex vicepresidente de la Federación de Agricultores de Venezuela (Fedeagro).


Según un reporte que Albornoz hizo para LA NACION, en materia de expropiaciones de tierras, una de las políticas que Chávez llevaba adelante con su frase "exprópiese" a sólo el 2% de los productores se les pagó el valor de la tierra. Señaló que en el proceso no se cumplieron los pasos para la expropiación y que terminó siendo directamente una confiscación.

"En su mayoría fue una confiscación de tierras de muy buena calidad, altamente productivas. Fueron 4,8 millones de hectáreas y hay estimaciones que este año se superarían 5,1 millones de hectáreas (confiscadas)", indicó.


Además de este proceso, según Albornoz se hizo una entrega de títulos precarios a otros actores pero sin derechos a transferencia o a la herencia. "Fueron tierras que perdieron la característica de propiedad y sólo podían ser explotadas por alguna persona vinculada con el Estado", dijo. "Esos lotes de tierras que se entregaron con títulos precarios, que no sirven para transferir o sucesión son 3,4 millones de hectáreas", señaló.

De acuerdo al dirigente rural, en total, considerando las confiscaciones y las entregas de tierras con títulos precarios, fueron más de 8 millones de hectáreas las que resultaron afectadas por las políticas del chavismo, sobre 34 millones que posee Venezuela. "Una cuarta parte de la tierra de Venezuela cambió de manos de una u otra manera y fue a manos del Estado", remarcó.


Este proceso generó una caída de la inversión en el campo, "un proceso de contracción y desabastecimiento" de alimentos.

En Venezuela, los productores solo cuentan con un 30% de los insumos disponibles. Todas las ventas de insumos las concentra la corporación estatal Agropatria, que reemplazó el rol de firmas que cerraron o se fueron del país.

"Desde 2014 no llegan repuestos para maquinaria. Más del 75% de los tractores tiene su vida útil vencida. Le sacamos un repuesto a un tractor y se lo ponemos a otro para tratar de mantenerlo", graficó.

En el caso de la producción agrícola, en maíz blanco, que se usa para alimentación humana, el país pasó con el chavismo de producir 1,4 millones de toneladas a 400.000 el año pasado. Para 2017 se prevén, en tanto, 200.000 toneladas.

La falta de insumos afecta la producción de todos los cultivos, desde el maíz al café y la caña de azúcar. "Tenemos apenas un 30% de los insumos", remarcó.

En maíz amarillo, que se destina para la alimentación del ganado, de producir 1,2 millones de toneladas en 2005/2006 (el 35% de las necesidades del país, mientras se importaban otros 2 millones de toneladas) Venezuela cayó a 500.000 toneladas en 2016 y se estima que se volumen volverá a reducirse.

Respecto de la cantidad de productores, de 160.000 a 170.000 que había en el país ahora quedan 120.000 productores. Estos productores generan unos 700.000 puestos de trabajo. Muchos fueron víctimas de hechos de inseguridad, además de las confiscaciones. "Hoy hay que hacer un enorme esfuerzo para seguir trabajando", remarcó Albornoz a LA NACION. En el último tiempo, los productores de Venezuela realizaron diversas protestas contra el presidente Nicolás Maduro.