La soja no aparece; ¿por qué motivos el precio no mejora? Pablo Adreani



Si hay dos semanas sin lluvias y se vuelve a retomar la cosecha con mayor ritmo, el mercado tiene un potencial de baja de 10/15 dólares.

Se  entiende la falta de oferta de soja disponible por varios motivos; el principal es el factor climático que está influyendo en un considerable atraso en la cosecha. De acuerdo con el informe de avance de cosecha de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, al 20 de abril se había cosechado solo el 16 por ciento de la superficie sembrada total, el mismo porcentaje de abril de 2016. Pero muy por debajo del 46 por ciento cosechado a igual fecha de la campaña dos años atrás (abril de 2015).
Nuevamente, un abril lluvioso vuelve a afectar el patrón comercial del ingreso de soja a nuestro mercado interno y también el ingreso al mercado internacional. De hecho, durante este último fin de semana se han producido lluvias que, no obstante ser de poca cantidad, han sido más que suficientes para frenar la cosecha por varios días más.
Pero más allá de esto, nos encontramos con un nivel de oferta de soja disponible muy bajo, a pesar de que durante este mes el ingreso de camiones ha sido superior al de abril de 2016. Sucede que las lluvias del año pasado fueron mucho más cuantiosas en volumen y afectaron principalmente la zona conocida como Rosafé, afluente a los puertos del Upriver.
De acuerdo con el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, al 26 de abril había 2.669 camiones de soja ingresados a la zona portuaria de Rosario. Esta cifra supera en un 31 por ciento el ingreso de camiones a igual fecha de la campaña anterior, cuando habían ingresado 2.032 camiones.
Sin embargo, a pesar de haber más ingreso de camiones, la oferta de soja disponible no aparece, y podemos argumentar que estamos ante la posibilidad de que el productor esté entregando los negocios previamente pactados de ventas forward o tal vez cumpliendo contratos a fijar.
Lo concreto es que la oferta no aparece, y este es el principal factor de sostenimiento de los precios. Sin embargo, el precio de la soja disponible, que esta semana se negoció en niveles de 3.700 pesos por tonelada o su equivalente 241 dólares, está en línea con el FAS teórico estimado en 241,5 dólares a partir de un valor FOB Upriver de 353.
Primera conclusión: el precio que paga la exportación por soja disponible es el fiel reflejo de que los exportadores pueden pagar de acuerdo al FAS teórico. No hay precio bajo ni sobreprecio, como pudo haber sucedido en la campaña anterior a igual fecha y momento de la cosecha.
Nos preguntamos por qué en abril de la campaña pasada el precio de la soja disponible subió durante todo el mes 38 dólares por tonelada, de 217 que cotizaba a principios de mes hasta llegar a los 255 dólares a fines del mismo. Además, el precio FOB de soja Upriver cotizaba a mediados de abril de 2016 a 380 dólares, 27 más que el precio que cotiza hoy. La respuesta a este interrogante es totalmente comercial. En la campaña pasada, los exportadores y las industrias aceiteras habían cerrado ventas por un importante volumen para ser embarcadas durante el mes de abril, sin pensar que podía haber problemas en la cosecha.
Pero vino la lluvia, el freno de las cosechadoras y los vapores esperando a la carga pagando una penalidad de 15.000 dólares diarios, que desataron el combo perfecto para provocar una suba del mercado que sorprendió a todos los operadores, empezando por los productores.
¿Por qué pienso que este año no se va a repetir el mismo escenario alcista? porque los exportadores han sido más precavidos en esta campaña no vendiendo posiciones tempranas de cosecha, como lo es el mes de abril y además los compradores, empezando por los chinos, han reforzado sus compras en otros orígenes, principalmente en los Estados Unidos y, en segundo lugar, en Brasil. Y la exportación no quiere sobrepagar el mercado, pues sabe que luego le va a costar bajarlo.
Lo que puede pasar de aquí en más dependerá del factor climático. Si hay dos semanas sin lluvias y se vuelve a retomar la cosecha con mayor ritmo, el mercado tiene un potencial de baja de 10/15 dólares. Por el contrario, un nuevo escenario de lluvias podrá impactar en forma alcista sobre los precios, en la magnitud relacionada directamente con la intensidad y cobertura de las potenciales lluvias.