La soja le apuesta al dólar como único factor para sostener los precios



A nivel mundial, todos los indicadores son bajistas, según la Bolsa de Rosario y la Fundación Libertad. Los problemas climáticos en la cosecha achican la oferta y eso también ayuda a las cotizaciones internas.
Dos  análisis de mercados agropecuarios difundidos en las últimas horas coincidieron en que no hay ningún indicador que permita soñar con una recuperación de los precios de la soja a nivel internacional, y que el sostén y hasta leve repunte que tuvieron las cotizaciones en Argentina se debe a la devaluación del peso y a los problemas climáticos que demoraron el ingreso de la cosecha a las fábricas.
“El panorama para el precio de la soja no luce alentador en el mundo”, señaló Patricio Lagger, responsable de análisis de mercados de BLD Sa, en el reporte semanal del Centro de Gestión Agropecuaria (CGA) de la Fundación Libertad. Del mismo modo, Emilce Terré, de la Bolsa de Comerico de Rosario (BCR), consideró que “las condiciones macro alrededor del mercado sojero no lucen del todo atractivas”.
Súper producción
Según Lagger, el principal factor bajista es la cosecha brasileña, que se estima en 112 millones de toneladas, muy por encima de las 96 millones del ciclo pasado, lo que se traduce en “un shock de oferta sobre el cual los precios en Chicago acusaron recibo en los últimos tres meses”. 
A esto se suma la reciente depreciación del real que aceleró las ventas de los productores brasileños, a la vez que las expectativas productivas de Argentina mejoraron, con una zafra que estaría en torno a 57 o 58 millones de toneladas. 
La presión para los precios será aún mayor si se confirman las expectativas de que Estados Unidos siembre 2,4 millones de hectáreas más de soja, en lo que constituiría la primera vez en la historia que los farmes implanten más soja que maíz. 
Todo esto se complica aún más si se tiene en cuenta que la demanda desde China no podría ser tan dinámica, ya que el margen económico del crushing en ese país se viene reduciendo con fuerza como consecuencia de la debilidad en los precios del aceite y harina de soja. 
Dólar y lluvias
Pese a este contexto, Argentina ha venido mostrando un comportamiento contrario, con precios que pasaron de 235-240 dólares por tonelada a 245-250 dólares en un mes, producto de una oferta más baja a raíz de los problemas para enviar la cosecha a puerta con los caminos afectados por las lluvias y la reticencia de muchos productores a vender la oleaginosa en un escenario de precios bajos y tipo de cambio estancado. 
Un dato elocuente es que de 161.251 camiones que ingresaron con soja a Rosario entre marzo y mayo de 2016, se pasó ahora a 138.592, pese a que ya se levantaron 47 millones de toneladas, casi cinco millones más que en la campaña pasada. 
En este contexto, Lagger y Terré coincidieron en que la devaluación del peso, como respuesta a la depreciación del real en Brasil, ayudó a que la soja llegara de nuevo a 4.000 pesos, impulsando el ritmo de negocios. 
Frágil sostén
De todos modos, Terré advirtió que los márgenes brutos de crushing en Argentina están ajustados, lo que limita el potencial de suba de las ofertas de compra a los movimientos del dólar.
Bajo este panorama, “la gran incógnita por estos días es qué va a pasar con este famoso farmer selling si estos precios no terminan de convencer al productor pero tampoco dejan margen atractivo a los compradores”, señaló Lagger. 
Desde su punto de vista, sí o sí hay que pensar en coberturas para evitar esta incertidumbre: “renunciar a cubrir precios en este contexto puede ser demasiado riesgoso si se termina confirmando una buena producción en el hemisferio norte”. 
Terré, por su parte, consideró que, con la crisis política en Brasil y su impacto en el real, hubo un cambio de escenario para el valor del dólar en Argentina en el mediano plazo. 
“Con las turbulencias en el poder paulista aún lejos de dejarse atrás, se descuenta ya que el tipo de cambio a fin de año superará los 18 pesos por dólar, casi un cuatro por ciento más de lo que se preveía hace menos de un mes atrás”, resumió la analista de la BCR.