La necesidad de la demanda le puso piso a la baja de los granos gruesos SOFÍA CORINA - EMILCE TERRÉ

El comportamiento antagónico del precio de la soja en el mercado local y el internacional se percibe como una señal de fortaleza de la demanda desde las fábricas del Up-River. Los precios tocaron los $ 3.700, marcando una suba semanal de 2,8%. Sin embargo, la estrella de las negociaciones fue el maíz.
El boom del maíz diferido
Se estima que más de 200 mil toneladas de maíz se negociaron esta semana en las posiciones diferidas de esta campaña, y hasta algo de la nueva cosecha 2017/18 para entregar en junio de 2018. En particular, los  u$s 155 en la posición mayo de este año y las ofertas a partir de los u$s 150 en junio del 2018 cautivaron a los oferentes del recinto. El cereal cuenta con una versatilidad de entrega y una amplia gama de ofertas hasta mediados del próximo año por la necesidad de los exportadores de llevar un detallado manejo de la logística de entregas, frente a la entrada de una cosecha récord que debe ser volcada al mercado y ante lo que posiblemente sean las exportaciones más abultadas para una campaña de maíz.
En lo que va de la campaña 2016/17 (que comenzó el 01 de marzo de 2017) han ingresado a las terminales de la zona 67.500 camiones con maíz, de acuerdo a los registros de Williams Entregas y que estimativamente puede representar entre el 40% y el 50% de las descargas totales (ya que se toman ingresos desde las cero horas hasta las 06:00 am y no a lo largo de las 24 horas del día). Ello es ya un 20% más tanto con respecto a lo ingresado en el 2015 como en el 2016, pese a lo cual las terminales de la zona buscan motivar las entregas inmediatas del grano mejorando las ofertas y en la semana el precio de referencia de la CAC rosarina subió un 4,3%.
 
En tanto, bajo la expectativa que Estados Unidos se vuelque en favor de la soja y reduzca el área sembrada con maíz, el Consejo Internacional de Cereales publicó esta semana su proyección de producción mundial de maíz para la campaña que comienza en el Hemisferio Norte (correspondiente al ciclo comercial 2017/18) con una previsión de 2.054 millones de toneladas, un 3% por debajo del output global 2016/17, con lo que la prima climática estará a la orden del día en lo sucesivo. 

La soja ve una luz en la demanda
Ante el lento ritmo de entregas, las fábricas comienzan a dar indicios de necesidad de originar mercadería. Mientras que el apuro de las sembradoras en EE.UU aplastó los contratos en Chicago, los precios locales se despegaron de estas caídas internacionales y tocaron los $ 3.700 marcando una suba semanal de 2,8%. Sin embargo, este rebote no fue lo suficientemente llamativo para que exploten las negociaciones. Más allá del correlato del atraso de la cosecha de 20 puntos porcentuales (al 27 de abril se lleva recolectado el 34% del área sembrada, cuando la media asciende al 55%), los productores no están tan sedientos de liquidez ante la posibilidad de financiación a junio que brindan las tarjetas agro y la caja que dejó la venta de cereales de invierno.
El retraso en el farmer selling se nota en la cantidad de camiones ingresados a las terminales del Up-River a la fecha, en comparación con los últimos dos años. Según las muestras de Williams Entregas tomadas desde las 00:00 hasta las 06:00 am para lo que va del mes de abril, si bien el ingreso de camiones a terminales de la zona se encuentra un 27% por encima del mismo período del año anterior, debe recordarse que ese mes del 2016 fue en extremo lluvioso y perjudicó gravemente la cosecha. Si la comparación se realiza en cambio entre abril de 2017 y abril de 2015, el arribo de camiones cargados con soja a nuestra zona cayó un 38%.
Resulta preocupante el efecto que han tenido las lluvias de este mes sobre los campos sembrados con la oleaginosa. Según reportó en la semana GEA, el rinde promedio de los lotes cosechados ha caído 2 qq respecto de las semanas previas hasta los 38 qq/ha, echando por tierra la expectativa que una productividad excepcional en zonas altas y menos comprometidas con los acumulados de agua compense los efectos de pérdidas en zonas inundadas. Incluso los suelos clase 1 de media loma con tecnología de punta que anhelaban promedios de 47 a 50 qq/ha finalizaron con mermas de un 5 a 10%.
El siguiente mapa muestra las reservas de agua para una pradera, visualizándose excesos en todo el litoral y la porción ubicada en la frontera entre las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Considerando que la pradera absorbe más agua que los suelos ya cosechados, la situación sería aún más acuciante si lo discriminásemos por cultivo.
 
Mientras tanto, el avance de siembra de soja en los campos norteamericanos marcó el pulso del mercado de Chicago. El día lunes el USDA reportó un progreso del 6% en las labores de implantación con lo cual, a la fecha, las siembras en EE.UU. cubren 5 M de ha cuando a esta fecha del año pasado eran 2,48 M ha; a lo que se le sumaron rumores de cambio de intención de siembra de maíz en favor de la soja, desplomando los valores negociados.