El mercado parece asimilar bien una suba del 15 por ciento Ignacio Iriarte

El mercado parece asimilar bien el aumento del 15 por ciento registrado en los precios de la hacienda y de la carne desde principios de marzo. Falta, sobre todo, hacienda liviana proveniente de los feedlots, mientras que hay una oferta normal de vacas –por los tactos– y de hacienda de campo, con diferentes grados de terminación. Pasados dos meses de la entrada en vigencia del nuevo paquete antievasión, la mayoría de los operadores que hasta hace pocas semanas eran “marginales” hoy siguen trabajando, con matrículas recientemente sacadas o a través de las matrículas de los mismos frigoríficos prestadores de servicios de faena. Si bien se revela que muchos de los grandes operadores de la carne (ciclos dos, grandes matarifes, dueños de cadenas de carnicerías), venían trabajando con matrículas “prestadas”, situación que hoy están regularizando, muchos otros grandes operadores como supermercados, exportadores o grandes frigoríficos de consumo, venían con toda la papelería en orden y no han sentido un impacto mayor con las nuevas disposiciones antievasión. El foco del problema parece estar pasando de la situación irregular de centenares de matarifes, a la posición impositiva de miles de carnicerías, especialmente en el tercer cordón del gran Buenos Aires, que figuran en el mejor de los casos como monotributistas, pero que en su mayoría han resistido y se resisten a que las medias reses compradas sean facturadas a su nombre. Mientras cientos de matarifes se inscriben y salen del anonimato, se estudia cómo encauzar impositivamente la operatoria de miles de pequeñas carnicerías, cuya tributación hoy es mínima o directamente nula.

Existencias

Según el Senasa, las existencias ganaderas a fines de marzo eran de 53,35 millones de cabezas, unas 717 mil cabezas más que el año anterior (+1,4%). Este incremento en el stock resulta claramente por debajo de lo que se esperaba; el incremento de la faena y los efectos de los desastres naturales (incendios, seca, inundaciones) terminaron recortando sensiblemente el aumento esperado. El stock de vacas creció sólo 417 mil cabezas (+1,8%), como reflejo de la importante faena; esto pese a la retención que se registró en el período 2016/2017. Sorprende que la cantidad de terneros encontrados sea de 14,12 millones de crías, prácticamente el mismo número que un año atrás, cuando la percepción general era que se iba a registrar este otoño un aumento significativo en la cantidad de terneros destetados. La relación ternero/vaca, un indicador imperfecto de la tasa de destete a nivel nacional, se ubica este año en el 60,5 por ciento, contra el 61,5 del otoño de 2016: se está obteniendo la misma cantidad de terneros con 400 mil vacas más en el rodeo nacional. Crece el número de vaquillonas (+2,9%) y de novillitos (+1,8%), pero vuelve a caer el número de novillos, que con 2,78 millones se ubica un 1,4 por ciento por debajo del año anterior y un 42 por ciento debajo de 2008, año en que comienza la serie. El stock crece en Buenos Aires (+3,9%), La Pampa (+4,4%), San Luis (+5,2%), Santiago del Estero (+5,8%), pero cae en provincias muy pobladas como Corrientes (-5,4%), Entre Ríos (-2,6%) o Santa Fe (-2,3%). El conjunto de las provincias ganaderas del NEA y NOA (Corrientes, Misiones, Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero) crece el último año, pero sólo uno por ciento, ubicándose un 5,3 por ciento por encima del de 2008. Nueve años atrás, el conjunto de estas provincias representaba el 20,6 del stock nacional y hoy resulta el 23,5 por ciento.