El clima en EEUU les quita optimismo a los datos del Usda. P Adreani



El maíz es el primer cultivo que está sufriendo las contingencias climáticas negativas para la siembra. La soja, por tener una ventana de siembra más amplia, podría sumar más hectáreas y ampliar su área récord.

Luego de un comienzo complicado por las excesivas lluvias y bajas temperaturas que impedían el normal avance de las siembras de maíz y soja en los Estados Unidos, en las últimas dos semanas la situación ha mejorado en forma notable.
A principios de esta semana, los farmers ya habían sembrado 84 por ciento de la superficie de maíz, igual que en la campaña anterior. En el caso de la soja la superficie sembrada llegaba al 53 por ciento, dentro de lo considerado normal.
Con este arranque, veamos cómo impactan las proyecciones de ambos cultivos en el balance de oferta y demanda mundial de ambos productos.
El primer dato a considerar es la estimación de siembra del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) al de 31 marzo. Ahí se proyectó que la superficie de maíz podría llegar a 36,42 millones de hectáreas, esto implica una reducción de 1,62 millones respecto a la campaña anterior. En el caso de la soja se proyecta una superficie récord de 36,21 millones de hectáreas, 2,45 millones de hectáreas más respecto al ciclo 2016/17.
Hoy estamos en condiciones de afirmar que la superficie de soja en Estados Unidos no solamente será récord sino que por primera vez en la historia será mayor a la superficie de siembra de maíz.
Con estos números estimados de superficie, sin considerar los cambios que podrán ocurrir de aquí a la fecha final de la época ideal de siembra para maíz considerada a fines de mayo, el Usda proyectaba una producción de maíz de 357,27 millones de toneladas, una caída de 27,51 millones con respecto a la producción de la cosecha 2016/17.
Con esta fuerte caída en la producción de maíz, el Usda optó por reducir muy fuerte las exportaciones: caen 4,7 millones y pasan de 58,3 millones a 53,6 millones de toneladas. En cambio mantiene el consumo interno en 315,5 millones de toneladas. En el caso de la soja hay un dato sorprendente. El Usda está estimando un volumen de producción 2017/18 menor a la producción durante 2016/17. Proyecta para esta nueva campaña un volumen de 115,8 millones de toneladas, contra 117,21 millones de la cosecha anterior.
El argumento es que se toman rendimientos proyectados excluyendo los rindes récord de soja durante 2017.
¿Podrá el Usda tener razón?, solo el tiempo lo dirá. Hasta el momento son todas conjeturas; sin embargo lo que no es hipotético es la situación que hoy están pasando los cultivos en Estados Unidos. La realidad en el campo no se condice con las positivas expectativas oficiales en cuanto al avance de las siembras y el estado de los cultivos. Las excesivas lluvias acumuladas al 17 de mayo, que superan los 500 milímetros en muchos estados del Corn Belt, sumado a las bajas temperaturas, de entre 4 y 10º C, son indicadores por demás preocupantes. Dicho en criollo, las proyecciones del Usda hoy son por demás optimistas en función de la realidad que están viviendo los productores, con serios problemas para poder implantar los cultivos.
De acuerdo a nuestro análisis a la distancia, y en función de nuestra experiencia, el primer cultivo que está sufriendo las contingencias climáticas negativas es el maíz. La soja, por tener una ventana de siembra más amplia y poder sembrarse en forma más tardía, podrá verse beneficiada.
En concreto, toda superficie que no se siembra con maíz ira a al récord de soja. En cuanto a su potencial impacto en el mercado, para 2018 ya se activó la bomba de tiempo para el maíz, con fuerte impacto alcista. En cambio, para la soja comienzan a asechar los fuertes nubarrones bajistas.