El agro imagina puentes para dejar la grieta atrás. Favio Ré



Cuando hay problemas, no sirve de nada poner un muro; hay que construir puentes. Francisco Demarchi, vicepresidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto

El presidente de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada), Germán Di Bella, relató durante el Congreso Imagina –que continuará hasta hoy en la Sociedad Rural de Río Cuarto– que cuando se creó la institución hace siete años una de las primeras discusiones fue si la Fundación debía denominarse “Argentina para el desarrollo agropecuario” o “agropecuaria para el desarrollo de Argentina”.
Esta última fue la opción elegida y constituye una definición en sí misma, que Di Bella, uno de los fundadores, ratifica: el objetivo no es pensar el futuro del país sólo desde una región o un sector, sino abordar el desarrollo integral, con el agro como uno de los motores para impulsarlo. Por eso, el congreso de Fada tuvo solo un bloque destinado específicamente al agro: en el resto, se abordaron todo tipo de temáticas.
Di Bella lo fundamenta claramente: “Si bien en estos días hay temas del agro que vamos a estar debatiendo, al fin y al cabo cada uno de nosotros somos ciudadanos y nuestras preocupaciones centrales son las comunes a todos: la educación, el desarrollo, la economía”.
Acercar el campo a la ciudad podría ser el lema que sintetice el propósito al que refiere este joven productor y empresario, titular de Bioeléctrica Río Cuarto. Tras años de una política de confrontación en la que el Gobierno nacional puso al campo del otro lado de la denominada “grieta”, el titular de Fada cree que es el momento ideal para reconstruir el diálogo entre todos los sectores. “Los cambios se producen cuando nos ponemos de acuerdo. Lo que queremos es apretar el botoncito de la acción que cada uno tenemos”, resume.
Sentado a su lado, el vicepresidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, Francisco Demarchi, opina igual: “Los lazos interinstitucionales deben ser cada vez más fuertes”. Luego, ante la consulta de Agrovoz, amplía: “Veníamos con muchas vías de comunicación cerradas; la famosa grieta nos puso con algunos sectores y con parte de la sociedad en veredas enfrentadas, cuando en realidad tenemos que estar al lado. Con el cambio de gobierno, se han mejorado los canales de comunicación, que es lo que nos permite crecer como sociedad. Cuando hay problemas, no sirve de nada poner un muro, sino todo lo contrario: hay que construir puentes y sentarse a dialogar para ver cómo los solucionamos”.
Horas después, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, expresa que, por más que en las elecciones de octubre su partido lleve a José Manuel de la Sota como candidato a diputado, las relaciones institucionales con el Gobierno nacional no tienen por qué modificarse. 
Nadie puede oponerse a estos objetivos loables. El desafío para los actores es que no se repita la historia de que terminen siendo apenas palabras que cualquier viento se lleve, sino que sirvan para cimentar la base de esos puentes, para que el desarrollo nunca más encuentre una grieta que le impida avanzar.