Córdoba: la industria del maní pierde competitividad por el costo de la energía

El sector complementa el gas natural con GPL, que cuesta casi 4 veces más. El 95% de las exportaciones de la actividad son con valor agregado
Mientras las obras del “gasoducto manisero” avanzan y se terminarían antes de fin de año, buena parte de las plantas industrializadoras de maní de esta provincia pierde competitividad porque deben usar gas propano (GLP) para complementar el de red, si lo tienen, o para todo el proceso si no les llega el servicio. El GLP cuesta 3,92 veces más que el natural.
Córdoba es la provincia manisera por excelencia. Su producción equivale al 98% de la nacional y el 95% de lo que exporta es con valor agregado (maní confitería, blancheado, pasta, aceite).
Leandro Oddino, de la empresa Servicios Agropecuarios, instalada en Hernando, explica que el sector es competitivo porque “el campo rinde y hacemos las cosas bien”. Grafica que en materia de costos el país está por encima de sus competidores. Este año, además, por las lluvias excesivas la Cámara Argentina del Maní estima que se perderán entre 40.000 y 50.000 hectáreas.
En diálogo con LA NACION, su presidente Juan Carlos Novaira indica que la cosecha -que se esperaba hasta 30% mejor que la del año pasado- será, a lo sumo, igual. “No hay piso, hay problemas serios para entrar a los campos”, dice.
Respecto de los costos de la energía, señala que la época del secado del maní coincide con la mayor demanda residencial de gas, por lo que los contratos con demanda interrumpible registran cortes y las industrias echan mano al GLP.
Mientras que el gas natural cuesta $3,40 por m3 (9300 kilocalorías por m3), el GLP salta a $17,20 por kilo (12.000 kilocalorías por kilo). La ecuación indica que, por rendimiento, se paga a $13,32 el equivalente a 1 m3.
El gasoducto manisero, una vez terminado, alcanzará los 142 kilómetros de extensión, con 12 instalaciones de superficie y con servicio para Las Acequias, Villa Reducción, Charras, Olaeta, Bengolea, Chucul, Carnerillo y General Cabrera.
El proyecto completo tiene un presupuesto de US$ 21 millones y es financiado en un 70% por el Ministerio de Agroindustria a través de Prosap-UCAR. La Provincia pone el resto. El gobernador Juan Schiaretti insiste en que, con la llegada del gas natural, “seguramente nuestras fábricas van a tener más posibilidades de producir y de generar más puestos de empleo”.
El secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria, Néstor Roulet, sostiene que, antes de fin de año, “las obras estarán completas. Es infraestructura clave para las empresas agropecuarias en general, para que ganen competitividad”.
La incertidumbre de los industriales es, si además de la infraestructura, habrá gas suficiente para atender la demanda. Oddino señala que la mayoría de las empresas que cuentan con servicio de red tienen las instalaciones del zeppelín por temor a los cortes.
Explica que en los Estados Unidos, por ejemplo, todo el proceso industrial del maní está subsidiado. “Acá tenemos tres capas de acero inoxidable para resistir y seguir y para apostar a que las cosas funcionen”, cuenta.
El sector no sólo afronta un diferencial en la tarifa del gas, sino que en el caso de la electricidad la mayoría de las industrias dependen del servicio de cooperativas cuyos precios están alrededor del 40% por encima de los de la Empresa Provincial de Energía Eléctrica (EPEC).
Gabriela Origlia NA