Sigue expandiéndose el gasto público para potenciar el ciclo recesivo heredado del régimen kirchnerista

Documento elaborado por la consultora Economía & Regiones.
No Cambiamos: sigue expandiéndose el gasto público para potenciar el ciclo recesivo heredado del régimen kirchnerista
“Nuestra economía tendrá chances de salir de este círculo vicioso –que ya cumple seis años– si y sólo si se revierte la mala política fiscal, reduciéndose el déficit, el gasto y la presión tributaria”. Así lo indica un documento elaborado por la consultora Economía & Regiones.
“Por el contrario, sin un cambio de fondo en la política fiscal, la economía muy difícilmente pueda retornar a un sendero de crecimiento en serio y sostenible en el mediano y largo plazo”, añade el trabajo de la consultora dirigida por los economistas Verónica Sosa y Diego Giacomini.
Economía & Regiones proyectó que en 2017 el déficit fiscal financiero del sector público nacional ascendería a 7,9% del PBI en 2017 versus 6,9% en 2016 y 6,1% en 2015. No es casual –en la actual coyuntura– que sigan creándose empleos en el sector público al tiempo se destruyen en el ámbito privado.
“Más allá de los discursos y las buenas intenciones, los números muestran que la mala política fiscal se está profundizando, porque el déficit fiscal, el gasto público y la presión tributaria siguen creciendo”, indicó Economía & Regiones (consultora fundada por el actual ministro del Interior Rogelio Frigerio).
“La política fiscal, que es la madre de todos los problemas, está dirigiéndose exactamente en el sentido opuesto al que se necesita para que nuestra economía vuelva a crecer en serio, produciendo más bienes y servicios y generando aumento de empleo, única forma de que haya un aumento sostenido y permanente del salario real”, añadió.
La cuestión es que buena parte del crecimiento del déficit fiscal es financiado principalmente con deuda y, en menor medida, con impuesto inflacionario que opera como factor apreciador del tipo de cambio, el cual, sumado a una presión tributaria récord, tritura a muchas de las agroindustrias exportadores que generan alto empleo agregado en origen.
“A eso hay que sumarle el impacto negativo del aumento del costo de capital, que aumenta de la mano de la mala política fiscal y de la suba de la tasa de interés real que se necesita y hay que aplicar para bajar la inflación”, señala el trabajo de Economía & Regiones (ver gráficos).
En definitiva: la sobredimensión del sector público ahoga al sector privado que, sin incentivos para invertir, no genera empleo genuino y, debido al crecimiento vegetativo de la población, se reduce el salario promedio real del sector privado (lo que a su vez impulsa una pauperización del consumo interno que, en una economía cerrada, actúa como potenciar del círculo vicioso).
“El exceso de gasto público, presión tributaria y un déficit fiscal infinanciable son los causantes de esta prolongada recesión que ya lleva seis años, porque ahogan al sector privado desincentivándolo a invertir, crear puestos de trabajo y producir más”, concluye el documento.