La soja a medio camino entre el éxito y el desastre GEA BCR

 Elevadas marcas térmicas, y ausencia de fuertes lluvias en estos últimos 15 días bajaron la presión hídrica de los suelos de la región. El escurrimiento y la evaporación van a favor de los cultivos. Se retoman los controles de enfermedades y plagas; los excedentes retroceden, las napas empiezan a ceder y los cultivos crecen a altas tasas sin limitantes hídricas. De hecho hubo lluvias, moderadas a suaves, recostadas sobre el este de la región con valores 10 a 40 mm, casi a pedir de boca para reponer la humedad superficial y mantener la creciente demanda de los cultivos de soja y de maíz de segunda y tardíos. Los recortes entre siembras malogradas, no realizadas o perdidas parciales o totales que suman 600 mil ha se contraponen con condiciones muy buenas a excelentes en el cultivo de soja. A pesar de que hay zonas en las que hay una pérdida real de potencial, por la permanencia del agua, también hay otras, donde la oleaginosa se apunta a expresar su potencial máximo de producción. Pero cuando la situación  parece acomodarse, vuelven los pronósticos de lluvias importantes y la amenaza del agua la región. En términos generales, el área podría hacer frente a lluvias de 40 a 50 mm, pero por sobre esos valores, nuevas pérdidas y complicaciones volverían a poner en jaque a los cultivos.

Vuelve el temor a las lluvias  
Las lluvias comenzarán a partir de las últimas horas del viernes (03/02), con desarrollos que pueden ser muy importantes y sectores que pueden presentar tormentas de moderada a fuerte intensidad. Las condiciones vuelven a linearse para que se desarrollen importantes descargas de agua. El sur de Córdoba y el oeste de Buenos Aires podrían ser el eje de acción más importante del nuevo paso del frente.
La soja con pérdidas de superficie por agua inéditas para el mes de enero
El nivel de hectareaje perdido en soja de primera tras los anegamientos, sigue caracterizado por efectos muy dispares; hay zonas muy afectadas con niveles de 20 a 30% de pérdidas entre manchones y pérdidas totales y otras, donde el cultivo no dio mostró daño por el paso del agua. En sojas de segunda el efecto ha sido más notorio. Todo esto sigue totalizando un escenario potencial de pérdidas de unas 600 mil ha. Contrastando con las pérdidas, los sectores no afectados muestran muy buenas posibilidades de rindes. Las sojas de primera están en general fructificando, alargando vainas sin mayores limitantes hídricas. Mientras tanto, el buen tiempo se aprovecha para realizar los controles de plagas y enfermedades. Medidora, bolillera, chinches, Anticarsia, y por otro lado, mancha marrón, bacteriósis, y hasta mancha ojo de rana, forman el cóctel de factores bióticos que se busca mantener a raya. El 45% de la soja de primera se califica como muy buena.
  
El mes de febrero empezó con lluvias: el miércoles primero de febrero se registraron precipitaciones en la región. El acumulado más importante se midió en Lincoln, con 38 mm.  

El maíz en el subibaja de las espectativas de rinde
La heterogeneidad de situaciones del maíz de primera sigue haciendo fluctuar las estimaciones de rinde. Algunas zonas con chances de subir de los 100 quintales se contraponen, por ejemplo con el oeste bonaerense, por los numerosos lotes afectados por los excesos hídricos. Por otro lado, se destaca en esta semana el repunte en el crecimiento de los maíces de segunda. En muchas áreas se está reforzando la fertilización, y suben las expectativas productivas de las siembras de diciembre.